El centro del campo del Nàstic todavía necesita una puesta a punto
Contra el Real Madrid Castilla no funcionó y Agné tiene pendiente conseguir encontrar la fórmula para que la zona ancha carbure
El centro del campo del Nàstic no acaba de carburar. Quedó claro durante la derrota del domingo en el Estadio Alfredo Di Stefano (2-1) contra el Real Madrid Castilla y Raúl Agné, técnico grana, tiene trabajo todavía de antemano.
El entrenador aseguró después del duelo en Madrid que «el centro del campo ha estado muy bien, me ha gustado», pero es consciente de que tiene que mejorar mucho si quiere tener las opciones de ascenso a Segunda División A que desea.
El centro del campo del Nàstic protagonizó, el domingo, un cambio significativo en la medular con respecto a los tres primeros partidos de Liga. Javier Ribelles, que siempre había sido de la partida, no disputó ningún minuto. El valenciano no ha tenido tampoco un inicio de temporada brillante, pero su presencia ha ayudado siempre a aportar contundencia y fuerza en el centro del campo, al menos un poco más que cuando juegan otros compañeros.
La planificación deportiva de este pasado mercado de verano dejó en el Nàstic, al menos hasta enero, con un único centrocampista de corte defensivo. Raúl Agné decidió prescindir de Fran Miranda, ahora en el Alcoyano (próximo rival del Nàstic) y no llegó ningún sustituto de perfil similar. El técnico de Mequinenza prefiere futbolistas más dinámicos a la medular y Miranda no entraba en este perfil. Ahora bien, el Nàstic sufrió, y mucho, contra los madrileños, los cuales dibujaron a un 4-3-3 que fue superior a la zona ancha al 4-4-2 de Agné.
Francesc Fullana y Pedro Del Campo fueron los escogidos para actuar por el medio del campo y no pudieron seguir el ritmo de los jóvenes del filial madridista. Del Campo es un futbolista con mucha calidad en sus botas, que siempre mira adelante y que en ocasiones olvida, por sus características, las tareas defensivas.
No ha arrancado bien
Si a esta circunstancia se le suma el hecho de que Fullana no ha arrancado bien la temporada, el resultado no puede ser nunca el esperado. El isleño sufre mucho cuando actúa de mediocampista, ya que como el Nàstic juega con dos hombres por el centro, cuando los rivales llegan con superioridades en esta zona llegan los problemas.
El hecho de que Agné aliniés en Jannick Buyla por banda izquierda provocó que existiera una ayuda a los dos centrocampistas, pero esta decisión también tuvo un peligro añadido. La banda|lado derecha del Madrid Castilla fue la más incisiva en ataque, con mucha diferencia. Santos en el lateral y Marvin como extremo volvieron loco a un Joan Oriol que requirió ayudas, las cuales tenían que llegar, en el primer acto, por parte de Buyla. En el segundo, esta tarea fue cosa de Javi Bonilla, que entró por culpa de la amonestación que vio al futbolista cedido por el Zaragoza.
Siete puntos de doce son argumentos para confiar en un equipo que quiere aspirar a todo y que justo|nada más está iniciando la temporada. Excepto algunos errores puntuales, la defensa funciona y a la delantera hay muchas alternativas. Dando con la tecla en la medular habrá mucho camino hecho.