El Nàstic gana los cuatro primeros duelos en casa después de 26 temporadas

En ningún caso puede quedar al olvido lo que consiguió este sábado el Gimnàstic de Tarragona. Y es que ganó, contra el Sabadell (1-0), el partido que suponía el cuarto triunfo seguido en casa. El año pasado sí que se consiguieron ganar cuatro duelos en terreno propio de forma consecutiva, pero lo que es un auténtico hito es sumar de tres en tres en los cuatro primeros duelos de la temporada. Eso no se había visto en Tarragona desde la temporada 1995-96.

Con Jordi Gonzalvo en el banquillo, los tarraconenses completaron una gran campaña, que no pudo acabar con el colofón del ascenso a la categoría de plata del fútbol español. En la promoción para subir, los tarraconenses fallaron. Ahora bien, fue un curso para enmarcar, con jugadores de la talla de Arumí, bajo palos, o José Naranjo, César Esteban, Jordi Grabulosa, Gerard Escoda, Menchi, o Kiko Ramírez en el césped. Un equipo de ensueño que no pudo alcanzar su meta, pero que dio grandes tardes de fútbol a una afición enganchada completamente a los suyos y que disfrutó de lo lindo.

L'Hospitalet (2-1), Manlleu (3-0), Terrassa (3-2) y Español B (2-1) fueron los cuatro conjuntos que cayeron derrotados en el inicio de temporada de hace 26 años. En el siguiente duelo, el Levante (1-3) venció a los tarraconenses y rompió con la gran racha. En aquella ocasión, sin embargo, los buenos resultados en Tarragona coincidían con puntos fuera, ya que los tres primeros desplazamientos acabaron con empate en Sant Andreu (1-1) y victorias de Ontinyent (0-2) y Castellón (1-2).

Sin encajar

El Nàstic de Raúl Agné ha ganado en casa al Barcelona B (1-0), al Betis Deportivo (1-0), al Alcoyano (2-1) y al Sabadell (1-0). Partidos muy ajustados que han servido para demostrar la eficacia de los tarraconenses de cara a portería y también para poder dejar claro que es muy complicado marcarle un gol a este equipo cuando actúa ante su afición.

El partido de este sábado, en el cual el Sabadell volvió a su casa de vacío, fue un duelo de aquellos que dan títulos o que ayudan a cumplir objetivos. Hasta tres goles cantados tuvo en sus botas el conjunto de Antonio Hidalgo, pero ninguna de las ocasiones entró. Ahora bien, el Nàstic sólo disparó entre los tres palos en una ocasión, la del minuto 61 de Fran Carbia, a pasada de Robert Simón por la banda derecha. El menudo delantero, como acostumbra a hacer, no falló y le dio tres puntos a un Nàstic que consigue no desengancharse de la zona alta.