Tablas vibrantes (1-1)
El Nàstic empata en un partido de aquel que se acuerdan, con lesiones, expulsiones, goles y un reparto de puntos de que acabó siendo justo
Empatar en Castalia contra todo uno Castellón nunca tiene que ser un resultado para lamentarse con creces. Ahora bien, el Nàstic tuvo la oportunidad de conseguir alguna cosa más, ya que jugó buena parte de la segunda mitad con un hombre más a causa de la expulsión de Dani Torres. Edgar Hernández, ya recuperado de su lesión de rodilla, igualó la diana matinal de César Díaz y dio un punto a un Nàstic que sigue sin ganar fuera, pero que dejó buenas sensaciones a un Castalia que hizo mucho gozo.
Raúl Agné apostó, por primera vez en lo que va de temporada, por un 4-3-3. Condicionado por las características del rival y también ayudado por las dimensiones del terreno de juego, el técnico grana creyó oportuno reforzar la zona central y apostó, con la misma portería y la misma defensa que siempre, por un centro del campo formado por Javier Ribelles, Pedro Del Campo y Javi Bonilla. El primero actuaba de ancla y los otros dos, por delante, eran, presuntamente, los encargados de crear juego. Sin embargo, el rival entendió bien las intenciones del Nàstic y fue capaz de tapar tanto al ex del Olot como el soriano. Arriba, Robert Simón por la derecha, Carbia por la izquierda y Pablo Fernández como punta referencia.
No hay nada peor en el mundo del fútbol que, en un campo con mucha presión local te marquen al inicio del enfrentamiento. Pues fueron tres los minutos que tardó César Díaz en abrir la lata. En una falta lateral que peinó un jugador local, César Díaz, que no acostumbra a fallarlas, la hizo entrar. 1-0 y todo un mundo por anticipado.
No conseguía el Nàstic encontrar el camino para hacer daño al rival. El Castellón puso cloroformo al duelo y los grana no supieron interpretar, inicialmente, la forma de hacer daño. A nivel defensivo, algunos errores empezaban a penalizar a los de Agné y, en el creativo, ni Del Campo ni Bonilla lo acertaban. Desde de atrás, Aythami era el encargado de conducir el juego, con la dificultad que eso supone. Un central tiene muchas menos posibilidades de hacer alguna pasada que pueda provocar daño al rival.
La primera llegada peligrosa de los visitantes llegó a los dieciocho minutos de juego. Joan Oriol, entrando desde la izquierda, se cambió la esférica de pierna y disparó con su pierna menos buena. El meta Campos la desvió. Inmediatamente, a punto estuvo llegar el segundo gol local en un cuerpo en cuerpo entre Ortuño y Aythami en el cual parecía que el central había chocado con él, pero el colegiado no señaló nada.
Se quedó con las ganas el mismo Ortuño, quien estuvo a punto de anotar, nuevamente, en una acción en la cual Aythami volvió a ser protagonista. En esta ocasión, el canario no fue el que acabó con el mérito, ya que el punta local le hizo una bicicleta dentro del área que lo dejó sentado. Su tiro, ante Manu García, lo atrapó bien el meta del Nàstic.
Nàstic empezó a hacerse el amo del juego. Tuvo diez minutos buenos al final. Consiguió el equipo tarraconense que el rival no pasara del centro del campo durante unos minutos e, incluso, Bonilla rozó el gol. Fue en un tiro, en el 38', en el cual Campos, nuevamente, salvó la situación. Las perspectivas de cara a la segunda mitad habían mejorado, y mucho.
Un tiro alto de Robert Simón en el 56' fue del poco destacado en el primer tramo del segundo acto, justo después del doble cambio realizado por Sergi Escobar, dando entrada a Kandoussi y a Mario Barco por Ortuño y el lesionado Vicente Esquerdo.
Dani Torres, expulsado
El partido empezó a moverse a partir de la hora de juego, cuando Raúl Agné dio entrada a Edgar Hernández, que volvió de la lesión de rodilla. Fue un cambio de punta por punta, ya que Pablo Fernández fue el hombre sacrificado. Acto seguido, vio a la segunda amarilla Dani Torres por un golpe a Pedro Del Campo. El Castellón se quedó con diez y era el momento de aprovecharse. La primera medida que tomó Agné fue dar entrada a Jannick por Ribelles, buscando incrementar el dinamismo en la medular grana.
Con Edgar, siempre pasan cosas y, con un hombre más, el Nàstic cogió confianza y empezó a combinar. En una de estas, en el 70', Carbia, que estaba en el área, la puso fácil hacia el zurdo quién, con pierna derecha, batió Campos.
Después de la diana, el partido empezó a subir de revoluciones. Una dura entrada de Jannick Buyla, que significó la amarilla para el centrocampista del Nàstic, provocó una tangana que acabó con amarilla para Edgar Hernández y para Campos. Los dos se abrazaron, pero el colegiado vio quizás que era un acto demasiado efusivo y lo interpretó de forma diferente.
A por todas
Con el duelo en la recta final y siete minutos más el descuento para disputarse, el técnico del Nàstic puso toda la carne en la parrilla. Pedro Martín y Pol Prats entraron por Pol Domingo y Fran Carbia. Así, Robert Simón retrasó su posición hasta el lateral derecho, dejando el extremo del mismo lado en Prats. Arriba, Edgar y Pedro con Jannick, Bonilla y Del Campo en la creación.
Los minutos finales fueron de idas y vueltas por parte de los dos rivales. Además, la emoción se alargó nueve minutos más, que fueron los que descontó Fernando Bueno Prieto, a causa de las pérdidas de tiempo por lo que supuso la amarilla a Jannick y por las lesiones, básicamente.
FICHA TÉCNICA
CASTELLÓN Álvaro Campos, Sibille, Edu Luna (Diori, 80), Salva Ruiz, Dani Torres, Carles Salvador, Vicente Esquerdo (Mario Barco, 55), Ortuño (Kandoussi, 55), Koné (Aarón, 80) y César Díaz (Borja, 65). NÀSTIC Manu García, Pol Domingo (Pedro Martín, 83), Alex Quintanilla, Aythami Artiles, Joan Oriol, Javier Ribelles (Jannick Buyla, 68), Pedro Del Campo, Javi Bonilla, Robert Simón, Pablo Fernández (Edgar Hernández, 60) y Fran Carbia (Pol Prats, 83). GOLES 1-0, César Díaz (3); 1-1, Edgar Hernández (70). ÁRBITRO Fernando Bueno Prieto (Madrileño). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Dani Torres (2, 61), Koné, Campos y Carles Salvador; y a los visitantes Jannick Buyla, Edgar Hernández y Pedro Del Campo.