El Nàstic de Raúl Agné ha encontrado un nuevo equilibrio en medio del campo

El Gimnàstic de Tarragona probó durante el partido contra el Albacete lo que será el suyo nuevo medio del campo, aunque el sistema de juego de Raúl Agné no ha variado. La parte creativa del equipo ha quedado remodelada con sólo con un cambio de jugadores. La incorporación de Elías Pérez este mercado de invierno ha permitido al técnico de Mequinenza mover sus piezas en el tablero con más precisión.

Durante el partido del Albacete, Agné siguió apostando por un 4-4-2, en este caso la variante con un doble pivote en el centro y dos jugadores de lado. Elías Pérez debutó como titular y lo hizo acompañado de Javier Ribelles. Ambos no tuvieron un partido sencillo, el Albacete mostró sus cualidades en el Nou Estadi. El control de la pelota fue una tarea complicada, la posesión fue disputada entre los dos equipos durante los noventa minutos. Eso forzó más de la cuenta al doble pivote a ejecutar un partido más trabajado en el ámbito defensivo, con un Ribelles en buen estado de forma y un Elías Pérez con un nivel aceptable, pero todavía lejos de la calidad que puede aportar al equipo. Raúl Agné confirmó en rueda de prensa que el extremeño está en proceso de adaptación al sistema y se espera que, con estas dos semanas de entrenamientos, Elías pueda llegar al nivel que demostró con la Extremadura, dónde anotó cuatro goles.

El equipo realizó un partido sólido, generó peligro, pero fueron escasas las veces que se crearon ocasiones de gol a través de una jugada formada a partir de las conexiones de los jugadores del medio del campo. Tanto Elías como Ribelles estaban ocupados en una batalla por la posesión, donde también contribuyó Pedro del Campo. El mediocampista jugó como falso extremo izquierdo, una táctica habitual en los esquemas de Agné. Esta es una posición es conocida por Del Campo, porque estaba donde pudo extraer su mejor juego el año pasado con el Olot. En la izquierda, el de Figueres disfruta de más libertad sobre el césped, y contra el Albacete se pudo ver como, con un poco de espacio, el jugador es capaz tanto de ayudar al control del medio del campo como de servir de enlace a la punta de ataque y, de esta manera, dejar la línea de fondo a las aventuras ofensivas de Joan Oriol.

Esta temporada, tanto la posición de falso extremo izquierdo como la del doble pivote la ocupó Francesc Fullana, un jugador de carácter más ofensivo que se tuvo que adaptar a estas áreas del esquema de Agné. Aunque el balear rindió durante los minutos que dispuso, ahora, el técnico de Mequinenza disfruta de dos jugadores más afines a las posiciones que exige a sus onzes.

De esta manera, el Nàstic ha encontrado un nuevo equilibrio en el centro del campo. Agné ha hecho un buen trabajo a la hora de formular el bloque defensivo, ahora toca perfilar el ofensivo, y se tiene que empezar a partir de la creación del juego con las piezas que jugaron el domingo. También se tiene que sumar Jannick Buyla, que ahora mismo está disputando la copa África, pero que es un activo importante para el técnico, sobre todo cuando el sistema cambia con cuatro mediocampistas en forma de rombo, sin extremos, y con Buyla de enlace en la media punta. Un esquema que es habitual de ver los partidos fuera de casa.

Aunque el entrenador tiene las piezas, no las podrá repetir de cara al próximo partido. Agné se verá forzado a cambiar la disposición de medio del campo otra vez contra el Linense. Ribelles no podrá estar disponible por acumulación de amonestaciones y Buyla tampoco llegaría en caso de que su selección consiga pasar de ronda.

El Nàstic ha encontrado un nuevo equilibrio en medio del campo con el cambio de Fullana por Elías Pérez, y se espera que el cambio sea suficiente para dar un paso adelante.