Victoria balsámica (0-3)
Las granas rompen la maldición, ganan el primer partido fuera de casa y Raúl Agné respira en el banquillo del Nàstic de Tarragona
El Nàstic de Tarragona coge aire. Las granas consiguen la primera victoria fuera de casa en el campo del Betis Deportivo, el colista de la categoría. Un gran partido de los grana que mantiene a Raúl Agné en el banquillo. En un partido, el Nàstic ha marcado más goles como visitante que durante todos los partidos de la primera vuelta.
Raúl Agné cambió su planteamiento al once incial con respecto al partido contra la Andorra. Pol Domingo recuperó la titularidad para sustituir al lesionado Carlos Albarrán y Joan Oriol recuperó su posición en el lateral izquierdo. Nil Jiménez fue el hombre adelantado en banda izquierda y Marc Trilles volvió al eje de la defensa en vez del sancionado Aythami. En medio del campo fue dominado por la par Elías Pérez y Pedro del Campo mientras que en la punta de ataque volvió la pareja clásica de Pablo Fernández y Fran Carbià dejando en un Dani Romera con molestias en el banquillo. Unos cambios al once que acertaron de lleno, con un Pol Domingo pletórico y Joan Oriol imperial en su banda, la izquierda.
La primera mitad empezó con poca fluidez entre los dos equipos. Se notaba sobre el césped que los dos se encuentran en una situación límite y, durante los primeros minutos, los dos se intercambiaban la posesión pilotada arriba. Con el paso de los minutos, el Nàstic empezaba a carburar y generar más peligro gracias a un Robert Simón incisivo. Si las granas generaban peligro, este venía gracias a Simón. De hecho, ha sido la extrema grana quien ha tenido la primera ocasión clara del partido después de soltar una pelota que había quedado muerta a la frontal del área con un chute potentísimo que chocó con el travesaño. El bote de la pelota no fue favorable y el remado de Carbià al rechazo fue anulado por fuera de juego. Aunque parecía que el Nàstic cogía el control del partido, pocos minutos después el Betis también tuvo la suya con uno remado de Luís Martínez a la salida de un córner que chocó con el palo izquierdo de la portería de Manu Garcia. Sin embargo, el Nàstic tenía el control ofensivo del partido gracias también en las centradas de Joan Oriol. El cambrilense le puso una en el primer palo a Pablo Fernández, que remató de cabeza completamente solo, pero el portero del Betis hizo una providencial parada para evitar el gol.
El partido no destacaba por la fluidez, el ritmo se detenía a menudo con faltas por parte de los dos equipos y con el paso de los minutos el partido se empezó a calentar y el árbitro tuvo que mostrar tres amarillas en cinco minutos. En uno de estos choques, un jugador del Nàstic se volvió a lesionar a la primera mitad, en este caso fue Nil Jiménez que tuvo que ser sustituido por Bonilla. Antes que el árbitro silbas el descanso el Nàstic tuvo hasta dos ocasiones más. Primer Carbià con un chute blando desde fuera del área, fácil para Rebollo, y después a través de una centrada-chute de Robert Simón, que obligó al arquero andaluz a hacer un estirón por evitar el 0-1. Volvía a ser el día de la marmota, el Nàstic tuvo hasta tres ocasiones claras, pero la pelota no quería entrar y el partido se marchó 0-0 al descanso.
La segunda parte empezaba con un Nàstic decidido. Al cabo de dos minutos de la reanudación, Pablo Fernández prueba suerte con un chute lejano que sale por la derecha de la portería andaluza. Las granas querían marcar como sea, el partido estaba cogiendo un color parecido al del Linense, con ocasiones de gol, pero sin completar el trabajo. El Nàstic empezaba a carburar con los movimientos de Pedro del Campo en medio del campo, las centradas de Javi Bonilla y un Robert Simón incisivo, que, poco a poco, acercaban al Nàstic en el área del Betis.
Estos dos últimos acabaron de convertirse en los héroes del partido del Nàstic. La sequía se rompió finalmente en el minuto sesenta y cuatro de partido con una jugada laboriosa de Robert Simón por banda derecha, que llega a la pelota y consigue hacer uno centrada al límite hacia el centro del área. Allí esperaba Bonilla, un poco alejado del área pequeña, pero fue lo suficiente para rematar con bastante hacia portería. Rebollo pone la mano y detiene el chute, pero la potencia de la pelota hace que acabe en el fondo de la red. El Nàstic hace el 0-1 y todos los jugadores se sacan un peso de encima. Por primera vez esta temporada el Nàstic se ponía por delante del marcador a domicilio.
Quintanilla hace el segundo
Este gol destapó la botella y los grana subieron el ritmo. La cosa no acababa aquí, dos minutos después Quintanilla hacía el 0-2. Joan Oriol ponía una falta lateral en el área donde Marc Trilles, titular hoy, la peinaba hacia los pies de Quintanilla. El vasco no dudó y remató a placer, enviando la pelota a gol. Una diana que dio aire a toda la plantilla, cuerpo técnico y afición.
Con 0-2 en el marcador el Nàstic se centró en defender el marcador y Raúl Agné movió banquillo donante entrado a Ribelles para anestesiar el medio del campo. El Betis intentaba reaccionar con un triple cambio e intentaron entra al partido, pero sin éxito. Los locales no generaban peligro, mostraron porque son los colistas de la categoría. Como máximo un chute exterior de Baena que acabó a manos de Manu García. Agné hizo un último cambio donante entrada a Karim, un jugador rápido en el campo para aprovechar posibles contraataques. Los minutos pasaban y los jugadores del Nàstic acababan sobre el césped, cansados, y arañando unos minutos de juego. Todavía no estaba todo dicho, se tenía que poner la guinda en el pastel y el Betis hizo una falta a la frontal del área, perfecta para un chute directo de Bonilla. El soriano la puso directamente en el travesaño y Robert Simón, después de que toda la defensa andaluza se durmiera, cogió el rechazo y marcó el 0-3 con lo que el árbitro silbó el final del partido.
El Nàstic consigue una victoria balsámica que da aire a un equipo que cada vez estaba más cerca del descenso. Hacía más de nueve meses que los grana no ganaban fuera de casa y lo han hecho con un partido donde han marcado más goles que los jugados como visitantes durante la primera vuelta.