Lanzados al 'play-offs' (1-0)
El Nàstic de Tarragona suma la tercera victoria consecutiva contra un Algeciras con un gol de Dani Romera a la primera mitad
El Nàstic de Tarragona vuelve a ganar y certifica su buen estado de forma con la tercera victoria consecutiva. Los de Agné batieron en el Algeciras, un rival directo, en un partido marcado por el acierto del Nàstic de cara a puerta y su solidez defensiva que les ponen a tan sólo un punto del play-off.
Después del buen resultado ante el Madrid Castilla, Raúl Agné no tuvo que arriesgar para hacer el once contra el Algeciras. El técnico mantuvo casi todas las piezas y sólo cambió jugadores según la disponibilidad. Nil Jiménez, que volvía de una lesión, sustituyó a Joan Oriol en la banda izquierda. Pablo Fernández y Elías Pérez volvían a estar disponibles después de superar su partido de sanción y Agné decidió que Ribelles y Fran Carbia se quedaran en el banquillo en su lugar. Con la falta de Joan Oriol, el brazalete de capitán se lo puso Javi Bonilla, la estrella grana de las últimas dos victorias que devolvía a la titularidad en medio del campo una vez más.
El Nàstic empezó la primera mitad con la victoria a la cabeza y los jugadores salieron a presionar a la defensa rival para intentar dar una golpe en los primeros minutos. La ofensiva grana sirvió para generar más ocasiones estos primeros minutos que durante todo el partido contra el Castilla. Incluso, el Nàstic se podría haber adelantado en el marcador. Después de un contraataque, Robert Simón se plantó sol ante el portero y en cuentas de superar el meta chutó suave por encima del arquero y la pelota salió fregando el palo. El Algeciras aguantó la presión grana y a los quince minutos de juego los andaluces ya controlaban el partido. La posesión era suya y, poco a poco, se acercaban al área grana, aunque unos estelares Pedro del Campo y Elías cortaban todas las pelotas que pasaban a su lado. Los rivales se acercaban al área y en el minuto diecisiete tuvo lugar la jugada de la discordia. Romero estaba dentro del área a solas contra Manu García, el portero grana llega tarde y hace la zancadilla al delantero, cometiendo un penalti clarísimo que, por suerte, el árbitro no vio. A partir de este momento el partido se fue calentando, las amarillas volaban y Mariano, jugador del Algeciras, vio una amarilla por una fea entrada contra Pedro del Campo.
El Nàstic volvía a entrar en el partido a través de jugadas verticales al contraataque y el asedio en la portería rival volvía a empezar. Los grana estaban con una misma sintonía, las pasadas fluían de un jugador en otro y así llegó la jugada del gol. En una acción de servicio de lado por la derecha, Robert Simón juega al primer toque con un Polo Domingo que subía al ataque. El lateral grana se quedó solo por banda derecha e hizo un centro milimétrico en el área que Romera remató dentro. Por fin se estrenaba el fichaje de invierno, que celebraba con rabia un gol que tanto él como el Nàstic necesitaban.
Los grana todavía tenían cosas que decir y la ofensiva grana no se detuvo. En una de estas, Mariano cogió de la camiseta a Simón y vio la segunda amarilla. El Algeciras veía cómo se quedaba con un hombre menos después de esta falta absurda que ofrecía una nueva jugada peligrosa. El Nàstic la aprovechó. Bonilla puso la centrada por el remate de Elías que fue dentro de la portería. Era un gol fantasma, había traspasado la línea, pero la jugada continuaba con todo el mundo metiendo la pierna. La pelota acabó tocando la red, pero el árbitro decidió silbar falta en ataque, inexplicablemente. Las ofensivas del Nàstic continuaban, pero el marcador se marchó al descanso con 1-0.
La segunda mitad empezó como acabó la primera, con el Nàstic al ataque. Los grana tuvieron opciones para poner el 2-0 muy pronto. En una jugada por banda derecha Simón se quedó solo y dio una centrada para que Romera rematara a placer, pero esta vez el delantero remató muy desviado.
El Algeciras también dijo la suya, controlaba la posesión a pesar de ser a uno menos y arriesgaban a cada jugada. La presión rival era elevada y en una jugada el árbitro decidió expulsar también a Iván Ania, el entrenador rival. Los andaluces controlaban la pelota y el Nàstic decidía su juego al contraataque. Nil Jiménez por la izquierda superó a sus defensores, una jugada que se repitió más de una vez durante el partido, y consiguió un centro en el área que sacó la defensa.
Doble cambio grana
Agné decidió mover banquillo para frenar la posesión rival donante entrada a Ribelles y a Buyla para romper el medio del campo, pero el guion cambió muy poco. El Algeciras controlaba la pelota, pero no conseguía generar ocasiones y, el Nàstic, salía al contraataque. Los grana presionaban y Romera robó la pelota a un defensa y centra para el remate de un Bonilla, atento, a que dispara a puerta, pero un defensa la bloqueó en córner. En este servicio el Nàstic tuvo otra, con un Romera que se quedaba solo con la pelota en el área pequeña, pero sin saver como meterla dentro.
Los minutos pasaban, y el Nàstic sabía que al final, tendría que sufrir para ganar el partido. El Algeciras se acercaba al área poco a poco e, incluso, tuvieron una oportunidad al servicio de córner, con uno remado de Figueras en el segundo palo que atrapó a Manu García. Los andaluces continuaban el asedio, pero la defensa grana, imperial, no dio opción. Lo importante era conseguir el gol avarage contra un rival directo y, por eso, se tenía que marcar un gol. El Nàstic lo sabía, y Becerra tuvo la ocasión para poner el 2-0 que diera la tranquilidad, pero el chute a la media vuelta tocó en el palo y la pelota pasó por encima de la línea de gol sin traspasarla.
El Nàstic no concedió y aguantó los cuatro minutos de añadido. Finalmente, cuando el árbitro silbó el final, todo el Nou Estadi estalló de la alegría porque los grana habían certificado una racha inaudita esta temporada. Los de Agné han sumado tres victorias consecutivas que sacan, en cuestión de semanas, al Nàstic del pozo del descenso hasta situarlo a un punto del play-off.