Raúl Agné busca la nueva 'fórmula Nàstic' en los onzes iniciales
El técnico ha presentado cambios en la alineación en los últimos cuatro partidos y, en el último, abandonó el 4-4-2
El Nàstic de Tarragona volvió a ganar después de cuatro semanas consecutivas de pinchazo tras pinchazo. A pesar de los tres empates y la última derrota, el equipo mantuvo las opciones y el triunfo contra el Castellón lo clasificó al play-off. En cada uno de estos partidos Agné buscaba la manera de encontrar el camino a la victoria moviendo piezas al once inicial. Aunque la consiguió, el entrenador no encontró la «fórmula grana».
Durante el duelo contra el Barça B, el Nàstic se encontraba en la mejor forma de la temporada y el técnico grana repetía el clásico 4-4-2. Este sistema es el más utilizado en el equipo esta temporada. Desde la racha positiva de resultados, el once fue formado por Bonilla i Simón en las bandas, Del Campo y Ribelles en el centro del campo, el muro grana fue de Trilles y Quintanilla, los laterales para Joan Oriol y Pol Domingo i Romera y Pablo eran los delanteros. Si alguna cosa funciona, no se tiene que cambiar, Agné repitió el once de nuevo contra el Costa Brava, pero en este caso no lo hizo y el Nàstic empató en un partido gris que significó el inicio de la racha negativa de resultados.
Desde el partido contra el Costa Brava, Agné no ha vuelto a repetir ninguna alineación. En el partido contra el Villarreal B, el técnico intentó dar un giro dejando a Robert Simón en el banquillo para poner Nil en la banda izquierda y Bonilla recolocado por la derecha. Un cambio obligado, según Agné, por la bajada de ritmo del extremo badalonés en los últimos duelos. Este cambio, sin embargo, no funcionó y, a la media parte, Simón entró sobre el terreno de juego y el Nàstic recuperó la estructura habitual con Romera i Carbia a la delantera. Estos cambios no acabaron de ser efectivos y, sumado a las bajas que acarreaba el equipo, el técnico decidió mover de nuevo la alineación contra el Sanluqueño
El eje defensivo cambió completamente mientras que en medio del campo Elías entró por Ribelles. La delantera volvió a eructar y Edgar fue el escogido para acompañar a Romera. El Nàstic empató de nuevo, y, a pesar de los tres goles a favor, la delantera seguía sin marcar. Eso provocó que contra el Linares fuera Romera quien se quedara en el banquillo en favor de Pablo y Carbia, pero tampoco dio resultado.
Raúl Agné decidió hacer un cambio radical contra el Castellón. El técnico abandonó el sistema de 4-4-2 y estableció un 4-3-3 con un medio del campo formado por Ribelles, Elías y Bonilla, con un ataque centrado en Pablo como delantero centro, Buyla por la izquierda y Romera más enganchado a la banda o derecha. En palabras del técnico grana, el cambio lo hizo para conseguir el control de la pelota, pero confesó que «no salió del todo bien». De hecho, a la media parte Robert Simón entró en el terreno de juego y el Nàstic volvió a formular el 4-4-2 típico esta temporada.
El Nàstic ganó y es a play-off, pero Agné todavía está haciendo pruebas para conseguir encontrar la nueva fórmula grana a las alineaciones. El sábado contra el UCAM Murcia el equipo buscará la regularidad que se necesita para continuar arriba, pero todavía está para ver si esta regularidad se plasmará también en el once.