Choque de realidad en Sabadell (2-0)
Los grana vuelven a perder a domicilio en un partido donde se ve superado en eficacia y se complican todavía más el objetivo de entrar al 'play-off'
A domicilio no hay manera. Los grana vuelven a perder lejos del Nou Estadi en un partido contra un rival directo y se complican las opciones de entrar al play-off. El Sabadell tuvo lo suficiente con dos goles para ganar un partido que se disputó con igualdad hasta la segunda mitad dónde, con dos cómodas ocasiones, firmó la victoria contra unos grana que volvieron a fallar ocasiones bien claras.
Raúl Agné quiso que el espíritu ofensivo del Nàstic contra el San Fernando se mantuviera contra el Sabadell y por este motivo repitió el once con la excepción de la entrada de Pablo Fernández en vez de Becerra. Querían ofensivitat y así fue, al menos en los primeros minutos del partido. Los grana presionaban en un Sabadell que poco a poco, como una serpiente, constreñía el juego de los grana. Los primeros minutos de igualdad, con ocasiones tímidas a ambos lados, se transformaron en dominio local y la defensa del Nàstic haciéndose valer. Con pocas pasadas, el Sabadell se plantaba al área grana, pero sea por errores individuales o para chocar con el muro grana, no acababan de elaborar ocasiones muy claras. De hecho, las primeras más peligrosas fueron del Nàstic.
En un contraataque, Nil Jiménez centró una pelota en el área y Romera, como es habitual, estaba allí para rematarla. Aunque el delantero andaluz no destaca por su enveradura, consiguió ganar al defensor y rematar una pelota que acabó estrellándose en el travesaño. La jugada no acababa y Pablo Fernández chutó cuando la pelota estaba muerta, pero el portero del Sabadell estuvo atento y desbarató la jugada.
Del posible 0-1, la siguiente jugada la aprovechó el conjunto local para intentar marcar el 1-0. Aarón Rey se plantó de cara con Manu García, pero el portero tarraconense mantuvo la sangre fría y desvió la pelota con el pie. Un minuto de locura que reflejaba sobremanera el espíritu del partido, los dos equipos se jugaban la entrada al play-off e hicieron todo el posible para conseguir su premio. Con esta doble ocasión, el Nàstic cogió el timón del partido y controló la pelota en campo contrario. Sin embargo, el tiempo no dio por mucho más y la primera mitad acabó sin goles.
El inicio de la segunda mitad empezó con la misma intensidad del final de la primera, pero la aparente igualdad en el marcador se rompió muy pronto. Al cinco minutos del segundo tiempo el Sabadell asestó la primera vez al Nàstic. Xavi Boniquet controló una pelota por la banda derecha y, cómodamente, consigue centrar al punto de penalti. Aunque había tres defensores en la zona, Jacobo remató a placer, a solas, y Manu García, aunque se estiró, no pudo parar el remado. Los grana recibieron el gol como un puñetazo, sin embargo, a pesar del impacto, se supieron reconstruir y salieron por el empate. Primero la tuvo Robert Simón por banda derecha. El badalonés se adentró sin encontrar a ningún defensor hasta llegar dentro del área rival, tenía dos opciones, rematar o centrar, pero por dudar entre las dos la ocasión acabó rehusada por un defensor. Minutos después, Nil Jiménez remató una pelota con poca potencia, pero la trayectoria se envenenó y Bernad envió el chute a córner. De este servicio de esquina llegó la siguiente ocasión clara de los grana. Ribelles peinó la centrada y la pelota cayó a los pies de Dani Romera, que estaba a solas en el área pequeña rival, pero el remado a bocajarro se marchó a las nubes. Quan el Nàstic se centraba al ataque, el Sabadell lo aprovechó para marcar el segundo con un contraataque de manual. Tres jugadores del Sabadell contra los dos centrales del Nàstic, Quintanilla se reunió en el centro con Trilles y Jacobo vio cómo Aarón Rey era el que se quedaba desmarcado. Mientras suele delante del portero, el delantero local cruzó la pelota y batió a Manu García. Este segundo golpe del Sabadell sí que lo sintió el equipo, que se vio que en el momento más ofensivo se quedaba totalmente aturdido.
Agné intentó hacer reaccionar el equipo con un doble cambio con la entrada de Edgar, que tronaba al que fue su estadio el año pasado y Bonilla, para aprovechar al máximo las oportunidades en pelota parada, pero la reacción llegó tarde.
Los grana intentaron generar peligro, pero la realidad es que las ocasiones más claras del partido ya las habían hecho. Los tímidos ataques podrían haber costado caro a los grana porque el Sabadell acabó teniendo más de una ocasión clara para marcar uno o dos goles más. Aunque el partido acabó estirándose cinco minutos, el Nàstic no supo ni marcó el gol del honor.
El Nàstic volvió a caer a domicilio una vez más y con esta derrota el camino hacia el play-off se oscurece todavía más después de perder contra un rival directo. Este fue un choque de realidad que obliga el Nàstic a ganar en casa y esperar los pinchazos de los rivales.