«No nos podemos fiar, tenemos que vencer como sea»
El soriano asegura que el equipo saldrá a ganar y lo dará todo sobre el césped
—¿Cómo fue la experiencia de jugar con un Nou Estadi lleno hasta los topes? —Hace tres años que estoy aquí y no había visto el campo tan lleno. Fue increíble, la sensación era de jugar un partido de Primera División. Cuando marcaron el primer gol, recuerdo comentar con un compañero en el banquillo que en aquel momento todavía se veía entrar gente. Se agradece la afición; cuando te falta aire, te da bastante para continuar adelante.
—Con el silbato final estalló la locura y hubo invasión de campo.
—Me atraparon y quedé rodeado de aficionados. Tenía a mi familia esperándome en la grada y me costó llegar, pero la sensación de euforia general estuvo bien.
—Se llega a la última jornada con una manital Linense, un gol en el tiempo añadido enAlbacete y un golazo delante de 13.222 personas. ¿Son todos los ingredientes necesarios para una buena racha?
—Dijimos que quedaban cuatro partidos y los teníamos que ganar todos. Ahora mismo tenemos tres, nos falta el último. Dependemos de nosotros mismos y la cuestión es ganar. No importa que sea con un golazo, de rebote o por accidente. Se tiene que ganar como sea.
—Esta temporada se ha pasado por rachas de victorias y por otras de no saber ganar. Una montaña de emociones que acaba el sábado.
—Nos merecemos estar donde estamos ahora, luchando el último partido dependiendo de nosotros e iremos a lucharlo más que nunca.
—El Nàstic depende de él mismo y juega contra un rivalque no se juega nada. Es difícil no ver las similitudes con el trágico partido contra el Ibiza en la última temporada.
—Tenemos la experiencia del curso anterior y este año no volverá a pasar. Saldremos a muerte y a ganar, todo lo que no se hizo el año pasado, cuando quizás no salimos con la intensidad que requería el partido. Iremos a vencer porque no nos tenemos que fiar, todos los equipos se juegan alguna cosa.
—¿Cómo se vive esta semana desde el vestuario?
—Con normalidad, se tiene que transmitir eso, tranquilidad y es una semana más. Sabemos que es la última jornada de liga y lo que nos jugamos, pero tenemos que tratar de pensar que es un partido de fútbol más. No salir nerviosos nos dará opciones de ganarlo como los tres últimos.
—Queda un partido y está empatado a siete goles con Romera. Queda un duelo para saber quién será el pichichi.
—Este hecho lo hablamos dentro del vestuario, la pequeña competición en la que vamos empatados, pero al final no es importante. Ojalá marque tres goles Romera este sábado y liquide rápido el partido. No me importaría quedar segundo si pasamos de ronda.
—¿Y si se decide el partido en elúltimo minuto y con usted chutando un penalti?
—Espero que se haya solucionado antes el partido, pero si tiene que ser de penalti injusto en elminuto 90, no como el de la semana pasada que sífue y no lo silbó el árbitro, que así sea. La cuestión es ganar, pero me gustaría no sufrir mucho porque en estos partidos la tensión se acaba acumulando.
—También está atento a los goles que marca su amigo Lupu, al final él se ha quedado con 9.
—Que quede escrito que me tiene que pagar una cena. Aposté a que no marcaría más de 10 goles y no lo ha hecho, aunque en realidad uno de ellos no se lo dieron, pero las estadísticas son las que son. Estoy muy contento por él y por la temporada que ha hecho.