Un paso más cerca de la gloria (0-1)
El gol de Pablo fue suficiente para dar una victoria del Nàstic ganada desde el sufrimiento y el orgullo
Se reanuda el juego en Alcoy
La pesadilla de Ibiza no se repitió. El Nàstic dependía de él mismo y el equipo cumplió. El solitario gol de Pablo valió para garantizar un billete en Galicia, la conjunta grana ganó desde el sufrimiento y es equipo de play-off. No podía ser de otra manera, el Nàstic ganó como muchas otras veces esta temporada, desde la defensa y, sobre todo desde el sufrimiento. Sin embargo, lo más importante, ganó.
La primera mitad empezó con un Nàstic enchufado en ataque. La primera pelota del partido acabó con Edgar en el área pequeña y, minutos después, con uno remado de Pablo que paró al portero rival. Agné optó por mover el once habitual y dejó en Romera en el banquillo a favor de los dos puntas de envergadura grana. Bonilla entró por Nil y Aythami acompañó a Quintanilla sustituyendo en el lesionado Trilles.
Los defensores que forman el muro grana tuvieron trabajo muy temprano porque, después de los primeros cinco minutos de dominio grana, el Alcoyano tomó la iniciativa. Los locales bombardeaban la portería de Manu García con varias llegadas y el Nàstic dio un paso atrás.
Los grana se cerraron en defensa y dejó en el Alcoyano hacer su juego. Las ocasiones locales no tardaron a llegar y dos de ellas fueron claras, con la pelota paseándose por el área pequeña sin que nadie rematara a puerta. El Nàstic no se encontraba cómodo, no conseguía elaborar su juego, pero en el momento más oscuro, apareció Pedro del Campo. El jugador de Figueres iluminó el camino hacia la portería del Alcoyano y aprovechó un agujero entre los defensores para ceder la pelota a Simón. La extrema grana hizo lo que mejor sabe hacer y puso la pelota en el área. Allí esperaba a Pablo y el delantero grana no falló y adelantó el Nàstic.
Con el primer gol, los fantasmas de Ibiza que hicieron temblar las piernas a los grana durante los primeros veinte minutos desaparecieron y supieron controlar el partido. Con pausa de hidratación y un muro grana sólido, el partido acabó con victoria grana al descanso.
La segunda mitad empezó con el mismo guion como acabó la primera. El Alcoyano tomó la iniciativa del duelo y el Nàstic alzó el muro defensivo. El conjunto local, poco a poco, conseguía ocasiones cada vez más peligrosas y el Nàstic sabía que tenía que sufrir. El conjunto de Raúl Agné se hizo fuerte en defensa, aguantando las acometidas del Alcoyano.
Los grana se olvidaron del ataque y alzaron el muro grana el más alto que pudieron. De hecho, la única ocasión del Nàstic a la segunda mitad llegó a los veinte minutos gracias a un servicio en pelota parada que remató Quintanilla muy por encima de la portería rival.
Tocaba sufrir, no podía ser de otra manera. Tal como ha sido casi toda la temporada, el Nàstic tuvo que sufrir y supo aguantar el marcador con todo lo que tenía. Aunque el Alcoyano provocó más de un pasmo, el Nàstic aguantó como un equipo de play-off y lo consiguió.
Con el silbido final, los nervios se transformaron en euforia. El equipo ganó desde la defensa, el equipo ganó desde el sufrimiento, el equipo es de play-off.
