Trabajo, esfuerzo y tenacidad, los factores que han llevado el Nàstic a la final
Los de Raúl Agné volvieron a demostrar el domingo que son todos unos expertos al saber sufrir para ganar
El Nàstic de Tarragona volvió a demostrar que es un equipo que sabe sufrir. El equipo de Raúl Agné ha transformado esta temporada lo que una vez describió al técnico como «una victoria conseguida desde la defensa» en la marca de la casa esta temporada.
En el fútbol sólo necesitas marcar más goles que tu rival, se premia la efectividad y al Nàstic le sobra. En el duelo contra el domingo los grana salieron con la lección aprendida. Durante la primera media hora, aguantaron con solidez la superioridad del Racing de Ferrol y esperaron pacientemente su oportunidad. Todo y que los grana tuvieron unos cuantos sustos originados en las botas de Héber Pena, toda una pesadilla para Pol Domingo a la primera mitad, los grana aguantaron con contundencia y los chutes a puerta que el Ferrol consiguió chocó con Manu García, que realizó todo un recital.
El portero grana demostró porque es la Zamora del grupo 2 de Primera RFEF y las paró de todas las maneras. Durante la primera parte hizo un movimiento de portero de balonmano para parar el gol de Del Pozo, al segundo tiempo voló para bloquear una falta directa de Álex López y al tiempo de descuento se hizo gigante para salvar al Nàstic del remado de Alayeto.
Al segundo tiempo, el partido se empezó a poner de un color similar a lo que se hizo contra el Albacete, el Nàstic tenía que aprovechar su oportunidad. Al segundo tiempo llegó el momento y el Nàstic hizo brillar sus cualidades. Todo empezó con una pelota que Robert Simón no quiso dar por perdida, desde el suelo la salvó y Romera dio continuidad a la jugada pasándola a Pablo y, después, salió a la carrera para desmarcarse. El delantero asturiano vio el movimiento y le pasó la pelota por encima de los defensores. Romera con uno dejó vencido a su defensor y, a solas con el portero casi vencido, le cedió el gol a Nil.
El barcelonés se estrenó como goleador con la camiseta del Nàstic en el mejor momento. El lateral empezó de menos además y el gol le añadió un plus de energía que la gastó peleándose con sus rivales, un ímpetu que acabó con la camiseta rota.
En aquel momento, el Ferrol supo porque el Nàstic es un rival a temer. Si los grana marcan un gol antes que los rivales, es casi imposible que estos remonten. Eso ha estado de esta manera en las últimas cinco victorias y este fin de semana se tendrá que alargar un partido más para alcanzar el objetivo del ascenso.
En el postpartido, Agné volvió a destacar «la fuerza del equipo» como el factor diferencial de la eliminatoria, y es que si el Nàstic ha llegado hasta este punto es gracias al trabajo y el esfuerzo. Los jugadores se dejan el alma sobre el césped y su tenacidad en defensa se la ha sumado la efectividad de cara a la portería que le faltó durante algunos puntos de esta temporada, pero que en los últimos cinco partidos ha demostrado haber mejorado.