El Nàstic coge un poco de aire antes de una semana de decisiones
Los grana se toman unos días de reflexión y los planes de la próxima temporada empezarán el lunes
Antes de tomar decisiones importantes, siempre es aconsejable razonar con conciencia y con la mente fría, dejando aparte las emociones inmediatas después de un hecho importante. El Nàstic de Tarragona se lo está tomando de manera literal y ha dejado aparcado el proyecto de la próxima temporada hasta el lunes de la próxima semana.
Después del amargo final contra el Villarreal B del pasado sábado, todos los planes de cara a disputar el retorno a la Segunda A quedaron trastocados de arriba abajo. No subir afectó más allá que emocionalmente, a nivel de proyecto también hay un impacto contundente. Sin el dinero que se esperaban que se insuflara con el ascenso, la entidad grana cerrará la temporada con deuda, tal como adelantaron el pasado mes de diciembre a la junta de accionistas. En aquel momento se anunció un millón y medio euros y habrá que ver cómo ha afectado al esfuerzo de la compra de entradas por evitar jugar enA Malata contra el Ferrol y el resto de la temporada. En aquel mismo consejo, Josep Maria Andreu mencionó que, en caso de no ascender, el Consejo de Administración haría una ampliación de capital de dos millones de euros para las próximas dos temporadas. Todas estas decisiones, sin embargo, se tomarán la próxima semana.
El próximo lunes está marcado en el calendario por la reunión del Consejo de Administración. Sobre la mesa se empezará a cerrar el punto de inicio de la próxima temporada. Primero si Sergi Parés continuará en las riendas de la dirección deportiva, porque su contrato acaba este mes de junio. Después hay que saber cuál será el entrenador de la próxima temporada. El consejo confía en la continuidad de Raül Agné y esta decisión está a manos del técnico, que y también ha tenido toda esta semana para pensárselo.
Esta semana se está haciendo larga por más de un nastiquer. En las redes, la estima y la confianza en este bloque de jugadores ha quedado marcada por los mensajes de seguidores y aficionados reclamando las renovaciones de todas las piezas claves del equipo. El año pasado, después del traspié contra el Ibiza, la entidad tardó tres días en valorar la temporada y despedir a Toni Seligrat. Está claro que esta, a pesar de los altibajos, ha sido totalmente diferente y el hecho de quedarse en las puertas del ascenso tiene más impacto ahora de lo que hace un año.
El Nàstic tendrá que jugar un año más a la Primera RFEF, una categoría ruinosa donde los equipos que invierten para ascender tienen mucho a perder y la conjunta grana tendrá que hacer un nuevo esfuerzo por competir por el ascenso.