El Nàstic cocina a fuego lento el tramo final del mercado de fichajes

El Gimnàstic de Tarragona todavía no ha dicho la última palabra en este mercado de fichajes. No lo ha hecho con respecto a salidas ni tampoco en el capítulo de incorporaciones.

La plantilla está prácticamente cerrada, pero el club todavía busca la última pieza del rompecabezas para dar un salto más de calidad al equipo. La delantera sigue siendo el objetivo. Raül Agné ya ha asegurado en más de una ocasión que acabará llegando un delantero, un «animal» como destacó, que ayude a aportar a más gol en el equipo. Este factor, sin embargo, no ha faltado durante los partidos de pretemporada. De hecho, todos los delanteros actuales del Nàstic han marcado un gol en los cuatro primeros partidos de pretemporada.

El club, sin embargo, sabe que si lleva a un jugador, no podrá ser cualquiera, tiene que ser un ariete que prometa ser el máximo goleador del equipo, así que desde la dirección deportiva deciden cocer esta operación a fuego lento. Aunque no hay demasiada prisa, todavía quedan tres semanas de mercado de fichajes, el Nàstic sólo tiene dos partidos amistosos más antes del inicio del curso, sin contar el próximo de Copa Cataluña. Para la fácil adaptación al equipo y la preparación para el inicio de liga contra la UD Logroñés el 28 de agosto, haría falta que llegara rodado y sin problemas para aquella fecha.

Por otra parte, el club también tiene en marcha la operación salida y la siguiente sería la de Pol Ballesteros. El joven extremo, con contrato en vigor hasta el 2024, ya sabe que no cuenta, de hecho, no ha ido convocado en ningún partido de esta temporada y no tendría que tardar demasiado al encontrar un nuevo equipo. La otra es una situación diferente. Carlos Albarrán también tenía abierta la puerta de salida, pero esta pretemporada ha disfrutado de oportunidades de volver a brillar con la camiseta grana. La ausencia de Pol Domingo al lateral derecho le permitió esta oportunidad contra el Zaragoza, la SD Huesca y Móra la Nueva, pero contra el Vilafranca quedó fuera.

A diferencia del año pasado, el Nàstic no tiene la exigencia de hacer salir jugadores para incorporar nuevos porque, en general, la plantilla es más joven y las fichas de jugadores de más de 23 años no se encuentran nada cerca de las 18 máximas que permite la Federación. Este mes empieza la nueva campaña y el Nàstic todavía ultima sus últimos movimientos.