Gemma y Joan Salvat, dos hermanos de sangre rojinegra
Ella ascendió con la Fundación Fútbol Base Reus y él fue finalista con el Reus Deportiu
La última temporada ha sido muy especial para la familia Salvat. Los hermanos Gemma y Joan Salvat cumplieron una temporada de éxitos con los equipos de la ciudad de Reus. Ella alcanzó el ascenso a Primera División Catalana con la Fundación Base Fútbol Reus y él completó la temporada con el Reus Deportiu Virginias llegando a la final de la Copa del Rey y del play-off de la OK Lliga. La sangre de la familia Salvat ha sido rojinegra desde hace mucho tiempo. Desde el abuelo Higini y pasando el tío Carles y Joan Salvat padre, todos ellos han estado relacionados con el equipo del Reus de hockey. La última temporada Gemma pudo vestirse de rojinegra con la formación de la Fundación Fútbol Base de Reus.
Ella jugaba con el CD Riudoms, pero cuando surgió la opción de volver a Reus después de seis años no lo dudó: «Como reusense, jugar en el Estadio Municipal de Reus me hacía mucha ilusión y cuándo atravesé la puerta se me puso la piel de gallina», exclamó Gemma.
El deporte en casa Salvat ha sido fundamental desde que eran bien pequeños. Su padre, después de trabajar, se los llevaba a una pista detrás de su apartamento de Cambrils para enseñarles a patinar. El hockey venía de familia, pero en aquel tiempo era más difícil encontrar un espacio para poder practicarlo. Eso no impidió que tanto Gemma como Joan practicaran el deporte, porque cuando no era el patín, era el fútbol o el tenis.
Por historia familiar, el camino del hockey era el más marcado y Joan lo cogió. Gemma lo podría haber seguido, pero cuando tenía cuatro años no había sección femenina. Eso no significó que se desentendiera, ella siguió dando apoyo a su hermano cada fin de semana de partido, de hecho afirmó que «me conozco todos los rincones de Cataluña gracias al hockey».
Gemma inició la senda del fútbol. De los seis a los doce años jugó con la Salle con otros niños y con esta edad se marchó a las categorías inferiores del Reus hasta que cumplió los dieciocho años. Aquello era lo máximo que podía escalar dentro de la entidad rojinegra, porque entonces no había equipo amateur.
Gemma, maestra de profesión, tenía claro que quería continuar, ella destacó que «el deporte lo trato como un compromiso» y su camino pasó por el CD Riudoms, donde siguió jugando y ascendiendo de categorías hasta la última temporada, cuando recibió la oportunidad de vestir de rojinegra con la Fundación Fútbol Base Reus.
El apoyo de sus padres, desde pequeños, fue esencial. Joan Salvat reconoció que sin sus sacrificios, acompañándolos a los dos los fines de semana encada partido, y su apoyo, no estarían donde están ahora, de hecho, comentó que les han hecho «una masterclass de valores».
Este ímpetu lo mantienen todavía hoy día porque no fallan a ningún partido. En caso de que los horarios coincidan, Joan señaló que su padre tira más para el hockey y la madre al fútbol. Aparte de ser los aficionados más exigentes, los dos hermanos señalaron que también es como si fueran su segundo entrenador.
La temporada de Joan Salvat en el Reus Deportiu fue intensa. Los reusenses llegaron a la gran final de laOK Lliga, superando a un todopoderoso Barça, y enla Copa del Rey, pero no pudieron levantar ningún título. Sin embargo, resaltó que «el punto de inflexión fue cuando perdimos la final de la Copa del Rey y la afición, en Lleida, nos animaba como si hubiéramos ganado. El apoyo de la gente fue máximo y nos motivó».
Los dos realizaron una gran temporada, pero como buenos hermanos, también tienen competición sana entre ellos y Gemma comentó que ya le ha dicho a su hermano, entre bromas, que «no puede ser que la carga de títulos» la traiga ella sola a casa. Esta temporada los dos aspirarán al máximo y, un año más, lo harán con el gozo de poder vestir la camiseta rojinegra como lo hicieron su padre, tío y abuelo.