El Nàstic mantiene la misma tónica del año pasado lejos del Nou Estadi
Los de Agné no pasaron del empate a Calahorra
Poco ha cambiado el Nàstic de Raül Agné de esta temporada con lo que empezó el año pasado con respecto a los partidos lejos del Nou Estadi.
Es verdad que el campo del Calahorra no estaba en las mejores condiciones, también es verdad que el árbitro fue casero, fue muy permisivo con el juego duro del rival, y no dejó al Nàstic ninguna acción dura con tarjeta, de hecho, se inventó la expulsión de Trilles, pero la realidad es que, en los 105 minutos que duró el partido, con los 7 y 8 de añadido, el Nàstic no generó más de cinco ocasiones. Tres de estas fueron más claras, un chute tímido de un mejorado Gorostidi a la primera mitad que acabó a manos del portero, un chute lejano de Bonilla en las postrimerías del partido intentando sorprender al portero rival y, finalmente, la acción de falta directa de Aarón Rey que acabó chocando con el palo. Más allá de eso, el Nàstic no consiguió entrar en el juego. De hecho, mejoró en unos instantes cuando Bonilla y Aarón Rey entraron en el terreno de juego durante el segundo tiempo. El estado del campo y del partido requería la precisión y la energía de los dos, pero el impacto fue efímero.
El duelo fue parecido al de la Nucía y también a los del año pasado en casa del San Fernando, Algeciras y UCAM Murcia. El motivo es que se vio un Nàstic con poca iniciativa a nivel ofensivo. El año pasado eso acabó pasando factura y el equipo no obtuvo la primera victoria fuera hasta la segunda vuelta. Entonces, la fortaleza grana era en el Nou Estadiy espera que la vuelva a encontrar el domingo contra el Amorebieta.