Diari Més

El Nàstic hace la primera victoria por Santa Tecla

Los de Agné recuperaron la esencia de la última temporada y consiguieron ganar con un gol a la primera mitad y con seguridad defensiva en la segunda

Fernández i Quintanilla durant el partit contra l'Amorebieta.

El Nàstic hace la primera victoria por Santa TeclaNàstic de Tarragona

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El Nàstic de Tarragona consiguió la primera victoria de la temporada por Santa Tecla. Los de Raül Agné disputaron un partido muy serio con acierto a las dos bandas. El equipo dejó atrás el estilo de juego trenzado desde atrás y recuperó la esencia del año pasado con un buen gol en la primera mitad y alzando el muro grana en la segunda impidiendo que el Amorebieta generara muchas opciones de peligro.

Agné no se podía sentar en el banquillo por sanción, pero no sólo se movió eso sobre el césped, el técnico también sacudió el once inicial. Josema debutó con el Nàstic en sustitución de Trilles, Joan Oriol volvió a su banda izquierda que compartía hoy con Aarón Rey. Guillermo y Pablo gobernaban la punta de ataque con un medio del campo controlado por Pedro del Campo y Montes Arce. Los grana sabían lo que se jugaban, lo de hoy no era un partido más y desde el primer minuto la intención del equipo era clara, los balones, hacia la portería rival.

Los primeros avances grana fueron por la banda izquierda. Joan Oriol probaba los centros y Aarón Rey, minutos después, ponía a prueba a Magunagoitia con un centro-chute. El Amorebieta también tenía sus oportunidades, la mayoría de jugadas de estrategia, su especialidad, pero el Nàstic salvó los muebles como pudo. Con el paso de los minutos el jugador que iba creciendo era Pablo. El asturiano luchaba cada una de las pelotas e incluso tuvo un remate de cabeza, pero el portero se lo paró. El Nàstic dominaba la pelota, pero, poco a poco, se quedaba sin ideas y el juego quedaba estéril. Los grana se acercaban en la portería, pero Aarón Rey y Guillermo dudaban en los pases y las jugadas perdían velocidad. El juego se ralentizaba, las pocas ocasiones en las cuales el Nàstic se acercaban eran en fuera de juego, como un chute de Tirlea, crecido, que chocó con el palo.

Los de Agné, ayer comandados en el banquillo por Dani Vidal, perdían mordida, pero en medio de minutos de marear la pelota hacia arriba y hacia abajo, el gol del Nàstic llegó. Josema, casi en la frontal del área rival, le hizo un pase a Pablo Fernández que estaba en la banda. El delantero asturiano, el que más se dejó la piel ayer, intentó probar chutando desde el vértice derecho del área, pero un defensa la rehusó. La pelota le volvió a caer a los pies y él, tozudo, no se lo pensó y esta vez la centró en el segundo palo al primer toque. Allí estaba Guillermo y, a solas envió la pelota al fondo de la red después de que toda la defensa vasca hiciera la estatua. La conexión Fernández-Fernández funcionó y, Guillermo, a pesar de hacer una primera parte un poco dudosa, marcó el primer gol y fue el héroe grana. Así es el fútbol, lo que importa realmente es acabar el partido con un gol, como mínimo, por encima del rival, da igual cómo.

Al inicio de la segunda mitad, Pablo tuvo otra buena acción por banda derecha, librándose de un defensor por velocidad y después con un toque grácil, dribló a dos más. La jugada acaba saliendo, fuera, pero el delantero demostraba que estaba en un buen momento. El Amorebieta hizo la suya y durante los primeros veinte minutos tomaron la iniciativa del partido. Los vascos buscaban el empate de todas las maneras posibles, pero el Nàstic alzó el conocido muro grana para evitar ninguna clara. El Nàstic d'Agné empezaba a parecerse a lo que se vio la última temporada, seguros en defensa y Manu Garcia, atento, paraba las pocas ocasiones que se colaban.

El Amorebieta movió banquillo, hizo entrada a uno de sus goleadores insignia, Izeta, que ayer estuvo ausente en el once inicial. El conjunto de Mújika apretó el acelerador, pero tanto Josema como Quintanilla se mostraban muy serios e interrumpían las jugadas sin complicarse. El central madrileño cuajó un buen debut. La tarea no era fácil, pero lo consiguió con seguridad, aunque tuvo alguna acción que no estuvo tan acertado.

Entra Marc Álvarez

Cuando el Nàstic peor estaba en tareas ofensivas, Vidal movió banquillo y dio entrada a Marc Álvarez y Javi Bonilla. Con estos dos nuevos extremos, el Nàstic dio una golpe sobre la mesa y volvió al partido. El torrense era duda de cara al partido de ayer, pero finalmente pudo jugar y no se notó molestias en ningún momento. El jugador del filial presionaba e iba a todas y el Nàstic, de esta manera, ganó en personalidad. Manu García salvó al Nàstic en dos ocasiones, primero en el suelo, parando un centro-chute peligroso y después en una acción donde se tuvo que adelantar y, de un salto, paró un remate con el cuerpo. El Amorebieta no se detenía, incluso consiguieron chocar con el travesaño, pero la suerte estaba de cara al Nàstic.

El conjunto de Raül Agné dio con la tecla y también con Tecla. Los grana consiguieron la primera victoria de la temporada por las fiestas de Santa Tecla. Los tres puntos se necesitaban para romper el hielo y recuperarse de una situación que poco a poco empezaba a ser alarmante. Para sumar los puntos, el Nàstic recuperó la esencia de la última temporada y con el muro defensivo y acierto en el área rival, sale del pozo provisional del descenso.

Después de la primera victoria para cerrar las fiestas de Santa Tecla, el Nàstic no se detiene y apunta al próximo partido contra el Eldense.

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