El Nàstic vuelve a decepcionar fuera de casa (2-0)

El Nàstic de Tarragona vuelve a tropezar fuera de casa después de un partido donde destacaron los errores defensivos y el poco mordisco del equipo al ataque. Los grana dominaron la pelota, pero el peligro fue muy poco. Después del primer gol, el equipo no supo reaccionar a pesar de los esfuerzos de Agné. La Real Sociedad B estuvo más lista y supo deshabilitar el juego del equipo que vuelve a caer a la espiral de la mala racha.

Raül Agné decidió apostar por el mismo once que enfrentó al Real Murcia. La apuesta era ser el protagonista del partido y dejar de lado el fútbol directo por el control con la posesión. El Nàstic quería la comodidad y la calma desde el inicio, pero se encontraron todo el contrario porque la Real Sociedad B castigó con severidad esta estrategia. Josema iniciaba una jugada y veía cómo los jugadores locales empezaban a presionar y tapar agujeros. El camino pasó por Montalvo, pero este fue la víctima de la presión local y el conjunto vasco empezó el contraataque ya en campo contrario. En cuestión de tres pasadas, Aguirre remató en el travesaño y Magunazelaia, el crack del filial vasco, cogió el rechazo para marcar el primer gol del partido al minuto 3.

Este primer susto desestabilizó el equipo y el plan del duelo se quedó en papel mojado. El Nàstic intentó reaccionar y se encontró como dominador claro de la pelota. Los grana intentaban atacar por todas las bandas, pero la realidad es que mucha posesión y mucho control, pero pocas ideas por asustar el meta rival. De hecho, los que más cerca estaban de marcar de nuevo eran los locales que en jugadas de contraataque de tres pasadas conseguían plantarse ante Manu García. El portero fue uno de los grandes destacados del partido para parar más de un gol claro.

La jugada más clara del partido por parte del Nàstic la tuvo Guillermo después de una gran jugada de Marc Álvarez, pero el remado lo paró al portero. Al descanso el Nàstic volvió a concentrarse completamente en atacar, pero generar peligro no es tan fácil como dominar la pelota en campo contrario, se tienen que generar ocasiones y el Nàstic era incapaz.

Agné intentaba hacer reaccionar el partido desde el banquillo, pero los cambios no cambiaban el diagrama y, de hecho, la Real Sociedad B acabó por matar el partido en una jugada de córner. El rechazo del servicio de esquina le cayó a los pies en Gabilondo que, sin pensárselo, remató y el cañonazo dejó plantado a Manu García.

Los minutos pasaban y el Nàstic se desesperaba sin intimidar en Marrero y la Real Sociedad B tuvo el tercero con un gran contraataque de Magunazelaia, pero Manu García salvó el equipo de un resultado grotesco.

El Nàstic volvió a perder fuera de casa y vuelve a caer en la mala racha. El equipo está lejos de su objetivo y las sensaciones después de este duelo no son positivas. De nuevo, Agné está en escaque.