Agné tiene más vidas que un gato (1-2)
El Nàstic de Tarragona obtiene la primera victoria a domicilio gracias a dos goles de estrategia de Montalvo y Josema
Raül Agné tiene más vidas que un gato. El Nàstic de Tarragona ha obrado el milagro y Agné ha salvado el ultimátum. Los grana han ganado un partido que no ha sido nada fácil. El Logroñés ha disfrutado de todas las ocasiones de gol posibles a la primera mitad, pero la pizarra de estrategias del Nàstic ha sido suficiente para sumar los tres puntos y, Agné, salvar la posición en el banquillo.
Agné ha presentado un once con sólo dos cambios con respecto a las tres últimas jornadas. Lupu ha entrado por Pablo y Pol Domingo ha substituido a un lesionado Trilles. La esencia del equipo era la misma y ha vuelto a dar la impresión de tener doble cara. Con los mismos jugadores, el Nàstic no ha conseguido jugar como en casa y, muy temprano, el SD Logroñés se ha apoderado del partido.
El Nàstic ha empezado con empuje los tres primeros minutos, pero el SD Logroñés ha avisado a los diez minutos de que, con cuatro pases, Samanes se podría plantar a solas ante Manu García. En esta primera acción, Pol Domingo ha conseguido bloquear el remate, pero el partido se ha convertido en un total asedio a la portería de Manu. El Logroñés mostraba sus virtudes ofensivas y porque son el equipo más goleador de la categoría. Con pocas conexiones, se plantaban al área del Nàstic. Tocaba remar, y el Nàstic sacaba agua del barco como podía. Primero, un remate a bocajarro de Imanol que Joan Oriol ha parado con el cuerpo y después, los errores del Nàstic han vuelto a aparecer.
El equipo se mostraba nervioso con la pelota y Tirlea ha errado en un servicio de banda, cediendo la pelota a un rival, y el Logroñés se ha plantado con Unzueta en la portería de Manu García, pero el remate ha salido fuera por poco. Las ocasiones no se detenían. Aparecía Manu, la pelota se marchaba fregando el palo, un defensa grana bloqueaba el remate... el Nàstic lo ha hecho todo cuanto podía para evitar el gol rival.
La más clara del Nàstic ha llegado con un ataque de Tirlea por la banda derecha. El lateral grana se ha colado dentro del área del rival, pero cuando ha hecho el pase de la muerte, no había nadie para el remate.
La realidad es que los grana no se encontraban cómodos con balón. Cuándo conseguían el esférico, intentaban sacárselo de encima el primer toque y sin mucho criterio y no conectaban con los compañeros como demostraron contra el Numancia.
El partido se ha marchado al descanso con empate, pero el SD Logroñés ha tenido ocasiones de todo tipo para adelantarse en el marcador.
El Nàstic ha salido a la segunda mitad con el mismo empuje que el inicio de la primera y pronto ha tenido premio. Los grana lo han conseguido en una falta muy peligrosa casi a la línea de córner.
Cuando no se alcanza llegar con peligro con jugadas, se tienen que tener preparadas las de estrategia. Pedro del Campo ha sido el más listo de la clase y, en vez de centrar a la olla, le ha cedido la pelota a la frontal del área, donde Montalvo estaba solo. El jugador de la cantera grana ha rematado desde la frontal y ha perforado la red. El Nàstic se adelantaba en el marcador después de aguantarlas de todas las maneras posibles en la primera mitad.
El Logroñés todavía tenía el cuchillo afilado y a la siguiente jugada el conjunto local ha vuelto a salir con el séptimo de caballería. Esteban ha chutado desde la frontal del área y ha empatado el partido con todo un golazo.
El duelo ha cambiado a la segunda mitad. El Nàstic ha anestesiado al partido y ha conseguido el control. Los grana se acercaban en la portería rival con más peligro que a la primera mitad. En una de estas, Guillermo, astuto, ha forzado una falta en la frontal del área. La pizarra de Raül Agné estaba calentita de jugadas de estrategia y esta vez Joan Oriol ha centrado al segundo palo. Josema, imperial, ha superado a su marca y con un poderoso remate de cabeza ha marcado el 1-2.
Con cada gol, los grana cogían más confianza y dominio del partido y Raül Agné, en el banquillo, cogía aire.
Los minutos pasaban y los grana, que habían aprendido de errores pasados, han frenado el partido de todas las maneras posibles. Pelotazos, lesiones, tiempo perdido... todo lo que podían. El partido se alargaba y se alargaba, más de cinco minutos de añadido. El Logroñés ha tenido el córner final, ya fuera de tiempo. Pero el Nàstic ha aguantado hasta el final y ha sumado los primeros tres puntos a domicilio.