El gol de la victoria de Javi Bonilla lo reivindica como revulsivo del Nàstic

El Nàstic de Tarragona venció en el Castellón gracias a una genialidad de Javi Bonilla. El mediocampista soriano cumplió su partido número 102 con la camiseta grana y no fue la primera vez que salva los muebles.

Bonilla destaca por su pierna izquierda. Con ella, el año pasado consiguió ser el pichichi del equipo con 7 goles sin ser titular. Con Raül Agné, el soriano ha alcanzado el papel de revulsivo. Cuando las cosas se tuercen, el arma secreta siempre ha sido Javi Bonilla. Él es el lanzador oficial de los penaltis y también de todas las jugadas en pelota parada. De hecho, de esta manera llegó el gol del empate contra el Castellón, de un servicio en pelota parada que se envenenó hasta el área.

Bonilla declaró, en la rueda de prensa posterior al partido, que el gol no fue casualidad: «En este tipo de faltas siempre intento chutar en portería para que alguien la toque o acabe entrando de forma directa y, por suerte, ha entrado», destacó al soriano. Raül Agné también tuvo palabras para el mediocampista grana y señaló que «en Bonilla lo hemos sacado por eso, tiene un guante en el pie izquierdo. Si el fútbol sólo fuera pelota parada, sería lo mejor del mundo».

A pesar del papel destacado para conseguir la última victoria, esta temporada no está nada fácil. Su protagonismo en las primeras doce jornadas se ha reducido casi hasta la mitad. El año pasado acumuló 522 minutos y sumó cuatro titularidades. En cambio, esta temporada sólo ha disputado 267 minutos, oye titular sólo en el partido contra la Nucía, a la segunda jornada. Con todo, el soriano ha conseguido dos dianas, las mismas que el año pasado.

El gol ha servido al jugador para reivindicarse y conseguir de esta manera más oportunidades para volver a ser el revulsivo de lujo que tantas alegrías dio durante la última temporada. Contra el Racing Rioja en la Copa del Rey fue el único partido donde fue titular y jugó todos los minutos.