El Nàstic cierra el año por la puerta grande (2-1)

El Nàstic de Tarragona cumplió el sueño. Los grana superaron en el Málaga en un partido donde lucharon de tú a tú contra un equipo de superior categoría. Supieron ponerse por delante en dos veces, primero con un gol de Pol Domingo y, finalmente, con otro de Pablo.

Todo el club grande tenía mucha ilusión por la copa y, por este motivo, Agné decidió presentar el once de gala contra el Málaga. Montes Arce volvió de central y Bonilla recuperó la titularidad para acompañar a Aarón Rey y Marc Álvarez al ataque. El único cambio estuvo en la portería. Dani Parra volvió a situarse bajo los palos en el retorno de Manolo Reina en el Nou Estadi Costa Daurada. El mítico exportero grana se llevó la estima de la afición con varios cánticos. La Copa del Rey siempre transmite una desazón especial y tanto el Nàstic como los aficionados estaban en sintonía.

Cuándo el árbitro silbó el inicio del partido, todas las emociones estallaron y los jugadores de Agné salieron con todo. La electricidad de los primeros minutos permitieron un cierto dominio grana, pero pronto el Málaga enseñó sus armas para mostrar que, a pesar de estar en la cola, ser un equipo de Segunda es siempre significado de peligro. Los andaluces dominaban el esférico y buscaban el ataque a través del juego aéreo, pero el Nàstic salió rocoso, sin ceder ni un milímetro. La tortilla se giró y el ataque grana, en ocasiones formando un 4-2-3-1 con Aarón Rey centrado en la media punta. El peligro del Nàstic se centró en Rey, Joan Oriol i Bonilla. El primero buscaba las jugadas individuales por la izquierda acompañado de Joan Oriol i Bonilla aparecía desplegando lo que mejor sabe hacer, centrar pelotas. El primer córner grana lo remató Quintanilla con peligro. En los primeros minutos de duelo, el Nàstic se veía con oportunidades y dio un paso adelante.

El primer gol llegó por banda derecha antes del primer cuarto de hora. Los grana pusieron el centro en el área y un central del Málaga rechazó mal la pelota. Aarón Rey la enganchó y remató a puerta, pero la pelota se estrelló en el cuerpo de un defensor. La pelota continuaba viva y Guillermo fue el segundo al rematar, sin suerte. Nadie la conseguía sacar. Pol Domingo fue el más listo de la clase, encontró el agujero y, con todo, envió la pelota al fondo de la red. La ilusión por pasar de ronda era real, y eso dio la motivación y los ánimos a los jugadores grana a dar un poco más del nivel habitual.

Los grana continuaban a la carga y Joan Oriol forzó una falta peligrosa a favor del Nàstic. La situación en el campo era muy similar a la que tuvo el Nàstic en Logroño y el equipo decidió hacer la misma jugada de estrategia. Aarón Rey le sirvió a Bonilla en la frontal. El soriano estaba desmarcado, pero no estaba solo. El árbitro posicionó mal y bloqueó en Bonilla, evitando el remate. Eso enfureció a todo el Nou Estadi Costa Daurada, pero el Nàstic no se desconcentró y, con un gran Montalvo, mantuvo el control por unos instantes.

A pesar de no ir con el once titular, no se podía dar por dominado en un equipo de Segunda. El Málaga reavivó a la media hora de partido y empezó a hacer sangre por la banda derecha. Bustinza le ganaba la espalda a Pol Domingo y, en una de estas, centró en el área donde N'Diaye remató a placer, empatando el partido en uno visto y no visto. A pesar del golpe que supuso, el Nàstic no bajó los brazos y aguantó el nivel hasta el descanso.

El Málaga salió a la segunda mitad con la intención de imponer su ley y, durante unos instantes, lo consiguió. Los andaluces llegaban con peligro con juego aéreo, pero el Nàstic se recompuso con la entrada de Pablo Fernández. El asturiano salió a dejarse el alma batallando a cada rival y ayudante en ataque y, de hecho, a los pocos minutos protagonizó la primera acción de peligro para el Nàstic con un gran contraataque. Los grana recuperaron el espíritu y las ocasiones no tardaban en llegar. Bonilla tuvo una acción clara que Manolo Reina sacó con las manos. El partido estaba disputado, los dos equipos luchaban sobre el césped con igualdad. El Nàstic, en posición de David contra Goliat, recuperaba el dominio del partido a base de empuje. Agné movió banquillo y dio entrada a Pochettino. El partido se alargaba y parecía que estaba lejos de romperse, pero el extremo aprovechó su tiempo sobre el césped, se coló a línea de fondo y presentó un centro por debajo en el área, La defensa malagueña rehusó la pelota sin éxito y Pablo apareció para marcar el 2-1 con una cañería imparable que atravesó las manos de Reina

Con el gol, tocó sufrir y el Nàstic se mostró sólido como la temporada pasada. Los jugadores grana sacaban pelotas como podían y el Málaga, a pesar de poner todas las armas en el césped con la entrada de Rubén Castro y Febas, no pudo hacer nada para evitar que el Nàstic pase en la siguiente ronda y enfrentarse en un Primera.