Diari Més

El Nàstic cae con honor contra el Osasuna (1-2)

Los grana lucharon de ti a ti contra uno Primera hasta el último minuto de la prórroga

El Nàstic cae con honor contra el Osasuna (1-2)

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El Nàstic de Tarragona acabó eliminado de la Copa del Rey por 1-2 contra el Osasuna. Los grana plantaron cara a un Primera de tú a tú durante todo el partido, luchando hasta el último minuto de la prórroga sin bajar los brazos, sin embargo, al final, no consiguieron la gesta y se despidieron de una competición con la mirada bien alta.

El Nàstic entró en el partido con el cuchillo entre los dientes. Jugar contra uno Primera ilusiona y los de Agné no se dejaron amedrentar por el rival. Los primeros diez minutos del duelo fueron claramente grana. El Nàstic alargaba la posesión y, poco a poco, se acercaba a la portería rival. La primera ocasión vino de un centro de Bonilla.

Marc Álvarez saltó al remate, pero no llegó por centímetros. La energía grana no se agotaba y también presionaban la salida de pelota, provocando algunos errores de la defensa. El Nàstic se gustaba y plantaba cara en uno Primera y las 8.282 almas que estuvieron en el Nou Estadi Costa Daurada vibraron animando a su equipo.

A pesar de la fuerte entrada al partido, el Nàstic se enfrentaba a un rival poderoso y, en el minuto 11, Chimy Ávila recordó a los de Agné de lo que son capaces. El delantero argentino soltó una centrada de córner con la pierna y la pelota se estrelló con el palo. El chute resonó a todo el Nou Estadi y el Osasuna empezó a mostrar sus galones de equipo de Primera con opciones de Europa League.

Los navarros se hicieron con la posesión y centraron sus ataques por la banda de Pol Domingo, que se encontró superado en número. En cuestión de minutos, hicieron un agujero y empezaban a enviar pelotas al área pequeña. El primer gol no tardó en llegar. En un centro lateral, Joan Oriol rehusó mal una pelota con el cap. El esférico se quedó muerto en el área pequeña y, al final, cayó a los pies de Kike García, que consolidó su título de pichichi de la Copa del Rey con una nueva diana.

El Osasuna no sacaba el pie del acelerador y, cinco minutos después, Kike García tuvo la opción de hacer el segundo. Eran minutos difíciles, pero el Nàstic supieron aguantar el tipo ante la fuerza de uno Primera División.

Por fin, el Osasuna dejó espacio y el Nàstic volvió al partido. Marc Álvarez se coló en el área pequeña e hizo la pasada de la muerte, pero no había nadie para rematarla. Los grana no se rendían, pero no encontraron el remate a puerta hasta el último minuto, de córner.

Al inicio de la segunda mitad, Agné tuvo en cuenta el partido de liga del domingo e hizo tres cambios para dar descanso a Pedro, Josema y Marc Fernámdez. Gorostidi, Pablo y Quintanilla entraron y el delantero asturiano tardó poco en mostrar de lo que es capaz. Con el control de la pelota y la lucha contra los centrales como bandera, el Nàstic volvió a plantar cara a su rival y no se dejó dominar como en los minutos del primer tiempo.

Faltaba más pólvora, y Agné dio entrada a Lupu para acompañar a Pablo. Entre ellos dos, consiguieron que el Nàstic entrara con peligro en el área rival. Por otra parte, todo el equipo estaba dando un plus de energía. Gorostidi dio un paso adelante en medio del campo y la defensa grana se fortificó para evitar ningún susto. Pasaban los minutos, pero el Nàstic no se rendía. Agné movió banquillo con el último cambio y dio entrada a Pochettino.

El Nàstic quería soñar y lo consiguió de servicio de esquina. El remate de Lupu lo rechazó el portero, pero la pelota le cayó a los pies de Pochettino. La extrema grana no se lo pensó y la volvió a centrar. Allí estaba Pablo, que se alzó por encima de todos para convertirse en el héroe y empatar el partido.

El gol hizo enloquecer a todo el estadio y el Nàstic cogió el control del partido, sin embargo, cuando mejor estaba el equipo, se trastocó. En una acción, Pablo se protestó al árbitro con efusividad e Isidro Díaz de Mera lo expulsó con una roja directa. Con un hombre menos, tocaba aguantar y el Nàstic lo hizo con uñas y dientes para enviar el partido a la prórroga.

Cada minuto de la prórroga, con un hombre menos, era un esfuerzo titánico. Pero el Nàstic sabe lo que es luchar hasta el final, y aguantaron con todo lo que tenían la primera parte del tiempo añadido sin recibir ningún gol.

La segunda parte de la prórroga fue más dura. Cada lucha de los jugadores grana acababa en amarilla y empezaban a pesar las piernas. El Osasuna no paraba de llegar con peligro y el Nàstic defendía como podía. A ocho minutos para el final, un ataque del Osasuna acabó con gol en propia de Eric Montes Arce. Fue un golpe muy duro por el esfuerzo grana mostrado durante todo el partido. El equipo se merecía los penaltis, pero más allá de caer, los grana alzaron los puños. Hasta el final, el Nàstic lo intentó dejándose el alma con, incluso, Quintanilla de delantero centro.

Al Osasuna le entraron los nervios ante el ataque grana y también acabó el partido con un hombre expulsado. A pesar de todo, el Nàstic acabó cayendo a decimosextos por 1-2 en la prórroga, un final cruel, pero cayó con honor presentando batalla de tú a tú contra un Primera.

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