Un Osasuna herido que quiere reivindicarse, al Goliat que tendrá que vencer el Nàstic

El Nàstic recibe hoy a las 16 h. en el Osasuna de Primera en los decimosextos de final de la Copa del Rey. Lejos queda el trágico play-off de ascenso a Primera División entre tarraconenses y pamploneses. El año 2016, el Osasuna fue el verdugo que rompió el sueño del ascenso a Primera del Nàstic de Vicente Moreno. Ahora, los de Raül Agné se vestirán de David para superar a Goliat y poner su nombre en el bombo que sorteará los octavos de final el sábado.

El Osasuna de Jagoba Arrasate es un equipo dos categorías superior al Nàstic. Eso indica que es el favorito y mejor equipo, pero, además, ha demostrado su calidad despuntando a Primera División. Los navarros se sitúan en novena posición a la liga y se encuentran a dos puntos de Europa League y en cuatro de la Champions. Con respecto a la Copa del Rey, el club rojo ha superado las dos rondas anteriores contra el Fuentes y el Arnedo sin mucho sufrimiento. Además, los de Pamplona llegan heridos. El último partido del año lo perdieron mostrando una mala imagen en el campo de la Real Sociedad. Por este motivo, ven el partido de Copa como una oportunidad de reivindicarse y empezar en el 2023 con buen pie.

La Copa del Rey tiene una atmósfera especial. A un partido, puede pasar cualquier cosa y el Nàstic contará con el apoyo de su afición. Sin embargo, la intención de los dos equipos también es un factor diferencial. A la rueda de prensa previa al duelo, Jagoba Arrasate dejó claro que su objetivo es tener un papel muy importante a la competición y, como mencionó Agné: «No vendrán a pasearse». El técnico vasco señaló que hará un once competitivo y no subestimará al conjunto de Agné: «No considero que sea un partido trampa. Sabemos dónde vamos y espero en el mejor Nàstic», destacó.

El Osasuna Promesas, filial del equipo de Pamplona, ya se enfrentó a los grana esta temporada y acabó ganando por 3-0. Por este motivo, Arrasate preparó el duelo consultando en Santi Castillejo, entrenador del filial y exgrana. «Hemos analizado el Nàstic como cuando enfrentamos un equipo de Primera División. Nos hemos fijado, sobre todo, en el partido contra la Málaga y esperamos que el suyo once inicial sea similar», sentenció.

El Osasuna es un rival peligroso por su capacidad de adaptarse a todos los registros según las condiciones del partido. Si tienen que dominar la posesión, se muestran como un equipo agresivo e incisivo, preparado para pasar por encima de su rival. Por otra parte, también saben jugar sin pelota, presionar a su rival y apostar por un fútbol más directo desde las bandas. De hecho, el técnico del Nàstic, Raül Agné, mencionó que el Osasuna es el equipo de Primera División que más goles hace con centros desde el exterior. Este potencial viene dado por la envergadura de gran parte del equipo y por su capacidad de ganar duelos individuales.

Entre los jugadores que se tienen que tener en cuenta, está Chimy Ávila, el pichichi del equipo a la liga con seis goles. Además, Kike García, segundo delantero, es el máximo goleador de la Copa con cuatro dianas. Por otra parte, Lucas Torró y Jon Moncayola forman una pareja en medio del campo opresiva con pelota. Con respecto a la defensa, tanto Unai García como David García i Aridane son jugadores que estuvieron presentes durante la última visita del Osasuna en el templo grana hace cinco temporadas, así que la regularidad en su nivel está más que probada.

Agné quiere dar la sorpresa

Hace 21 años que el Nàstic no llega a octavos de final y, hoy, tendrá la oportunidad de dar la sorpresa. El técnico grana aprovechó la primera rueda de prensa del año para dar su deseo para el 2023: el ascenso de categoría a final de la temporada. Sin embargo, Agné apuntó que «la Copa no molesta. Queremos ascender y lo importante es la liga, sin embargo, si pasamos, seguro que nos toca un grande. Tenemos el vestuario y la ciudad enchufados».

Según el míster, la clave para la victoria radica a «ganar los duelos individuales y no perder la atención y la concentración en ningún momento». El de Mequinenza considera que el día y la hora no son los óptimos, pero estuvo convencido de que la afición no los fallará.