El Nàstic se congela y desespera en el RCDE Stadium (1-0)
La desconexión en defensa, la falta de acierto y una segunda parte sin ideas condenaron al equipo en un partido gris
El Nàstic de Tarragona suma la segunda derrota consecutiva en un partido frío donde el equipo mostró su peor cara en la segunda mitad. La defensa volvió a deshacerse con el único gol del partido y el desacierto grana de la primera mitad y la falta de ideas de la segunda condenaron a los de Agné a perder el segundo partido consecutivo.
Los de Raül Agné buscaban volver a coger las buenas sensaciones después de una entrada de año complicada, así que desde el inicio el partido ofreció un guion claro. El Nàstic dominaba el esférico y el Cornellà se hacía fuerte en defensa. Los verdes querían aprovechar cualquier opción de contraataque, pero fueron los grana quien tuvieron la primera ocasión. Gorostidi iniciaba una jugada con diligencia desde el medio del campo y Joan Oriol la ejecutó con un centro en el área. Allí estaba Lupu y, el delantero grana, se alzó y remató a puerta, pero la pelota salió fuera por poco.
El Nàstic empezaba a generar peligro, pero fue el Cornellà el que primero golpeó. El exgrana Francesc Fullana centró una falta peligrosa. La defensa grana se quedó congelada y Elíseo Falcón saltó para desviar mínimamente el centro-chute de Fullana para enviar la pelota dentro y superar a Manu García. La primera ocasión del conjunto local acabó con el primer gol del partido. Tocaba remontar una vez más y el Nàstic va primero el acelerador. La primera acción llegó a través de Pedro del Campo. El de Figueres centró al área con un chute raso y Josema, que se había adelantado al ataque, remató a puerta, pero Anacker estaba atento. Seguidamente, el Nàstic tuvo una pelota parada similar a la del gol del Cornellà, pero Joan Oriol y Aarón Rey no se entendieron y cuando el cambrilense le pasó la pelota, el gallego ya estaba en fuera de juego. En estos minutos de idas y vueltas, el Cornellà también tuvo la suya. Gil Muntadas avanzaba por banda izquierda hacia el interior sin encontrar a ningún defensor. Este le cedió la pelota a Isaac Nana, que también estaba solo, y el mediocampista remató, pero la pelota salió fuera por poco. La defensa grana mostró una vez más la faceta más blanda que da tanta inseguridad.
En los minutos posteriores, el partido se convirtió en un monólogo del Nàstic. Los grana llegaban de todas las maneras posibles al área rival. Primero con un pase al espacio de Aarón Rey hacia Marc Fernández. El extremo grana estaba solo ante el portero y, en vez de darle el gol a Lupu, dribló al portero y acabó malbaratando la ocasión más clara de la primera parte. Los grana seguían acelerando y Aarón Rey tuvo dos acciones más, pero sus remates chocaban con la defensa. Finalmente, en la misma jugada, Lupu consiguió la pelota en el área pequeña, pero Anacker se la paró. Cuando parecía que solo veríamos jugadas grana, el Cornellà dio otro susto. Marc Montalvo se quedó como último hombre contra Mamor y el mediocampista perdió el duelo. El delantero del Cornellà se quedó a solas ante Manu García, pero el portero grana se hizo gigante y salvó lo que podría haber sido el 2-0. Esta fue la última ocasión peligrosa de la primera mitad y el partido se marchó al descanso con un Nàstic blando en defensa, con desconexiones importantes, y desacertado en ataque.
El Nàstic empezó la segunda mitad frío. Agné movió fichas poniendo a Guillermo por Lupu, pero el delantero grana no olió el esférico en ningún momento. De hecho, las ocasiones fueron por parte del Cornellà. Kike López ganó la banda y centró en el área. Allí estaba Redruello que, a solas, remató con un tiro cruzado que salió fuera por poco. Los grana tenían que remontar el partido, pero parecía que tenían pocas ideas en ataque. Las posesiones acababan rápidamente con una pilotada larga que nadie atrapaba. El Cornellà seguía insistiendo, pero Manu García trabajaba para evitar ningún gol más. El equipo necesitaba volver a entrar en el partido y Agné decidió sacudir el duelo con un triple cambio. Bonilla, Robert Simón y Nil Jiménez entraron para dar más profundidad y Josema, Pedro y Marc Fernández se marcharon al banquillo. Los cambios hicieron reaccionar al equipo y, en los cinco minutos posteriores, el Nàstic volvió a ser proactivo. La primera acción de Bonilla fue ponerle un centro a Guillermo, pero este no remató por poco. Esta, sin embargo, fue la única y última ocasión de la segunda mitad.
Los minutos pasaban, pero el Nàstic seguía frío y romo. Los grana eran incapaces de generar peligro, había pocas ideas para meter la pelota al área rival. A pesar de los 5 minutos de añadido, el Nàstic no tuvo nada más. La marea grana se desesperó y silbaron al equipo. Con la segunda derrota consecutiva, los grana se alejan de la parte alta.