Jugador del Gimnástico de Tarragona
«Si cogemos una buena racha, nadie nos podrá parar»
Marc Fernàndez ha sido el único fichaje del Nàstic en el mercado de invierno
—¿ Cómo surgió la oportunidad de fichar por el Nàstic?
— Mi agente estaba recibiendo llamadas de muchos equipos de Primera RFEF. Yo le decía que estaba bien en Andorra y que sólo saldría si encontraba alguna cosa que me ilusionara. Cuando salió el nombre del Nàstic, por muchas cosas, fue la opción que más me gustó. Nos pusimos de acuerdo bastante rápido porque era donde más ganas tenía de ir de todos los clubs que tenía sobre la mesa.
— ¿Qué lo hizo decantarse por el club grana?
— Primero, por el gran club que es. Cuando ficho por algún equipo siempre es una de las cosas que miro y el Nàstic es uno de los más grandes, sobre todo en Cataluña. También me gustaba por la proximidad a casa, ya que soy de Barcelona. Además, tenemos amigos aquí y mi hijo, que ha vivido siempre muchos cambios, puede seguir estudiando catalán como hasta ahora.
— La falta de minutos también fue uno de los motivos que lo hizo salir de su club. ¿La situación que vivió durante la primera vuelta lo afectó?
— Anímicamente estaba bien porque, al final, competía en Segunda División y, en Andorra, me sentía muy cómodo con los jugadores y el staff. Pero soy un jugador ambicioso y no tener minutos me iba disminuyendo. También por eso tomé la decisión de salir a un buen proyecto como el del Nàstic, para tener más minutos y luchar por el ascenso a Segunda División.
— Algunos jugadores son reticentes a bajar de categoría.
— Lo que siempre quiero es poder jugar. Quizás hay jugadores que se conforman con no jugar mientras continúen en Segunda, pero no es mi caso. Ya tengo una edad y quiero disfrutar del fútbol, el día que no juegue y me sea igual, me retiraré.
— Ha sido el único fichaje grana del mercado de invierno. Algunos aficionados esperan que pueda dar el plus necesario para que el equipo alcance el objetivo. ¿Comporta una presión extra?
— Más que presión, es responsabilidad. Al final, el club ha hecho un esfuerzo muy grande por mí y yo he venido con la idea de subir. Siento la responsabilidad de intentar ayudar al equipo con mi experiencia también, no sólo con goles, y de conseguir el ascenso, que es mi ambición.
— ¿Cómo valora su adaptación al Nàstic desde que llegó?
— Cuando llegué, el grupo me abrió las puertas. Desde el principio, todo el mundo me ha acogido muy bien, tanto el vestuario, como la ciudad y el club. Así que, en este sentido, la adaptación ha sido bastante fácil. Los dos entrenadores que he tenido durante este periodo han sido muy próximos. Siempre han hablado conmigo para decirme qué quieren que haga en el campo y eso lo ha facilitado mucho todo.
— Ha jugado seis partidos y ha marcado dos goles, en las últimas jornadas está siendo uno de los jugadores que más ha aportado en tareas ofensivas. ¿Puede decir que está en plena forma?
— Al principio, no lo estaba, sobre todo respecto al ritmo de partido, ya que no jugaba mucho en Andorra. Poco a poco, he ido cogiendo ritmo y creo que todavía no estoy al 100%, pero estoy cerca. Cuando lo consiga podré ayudar más al equipo, sobre todo en el tema de tener la pelota, porque es lo que nos está costando más en los últimos partidos. Espero poder dar un poco más en este aspecto.
— El Nàstic encadena dos partidos en el Nou Estadi sin marcar ningún gol. ¿Qué es lo que está fallando en ataque?
— Tenemos que ser todos un poco más ambiciosos, no tener este nerviosismo que tenemos a veces con la pelota y ofrecernos más. Es un conjunto de estas cosas, también tenemos que intentar llegar con más jugadores al ataque y estar todos más juntos. Lo estamos trabajando y creo que, en los entrenamientos de esta semana, hemos dado un paso adelante. Si conseguimos eso y mantenemos la solidez defensiva, los resultados llegarán.
— La temporada pasada anotó 11 goles y fue un jugador importante en el ascenso del Andorra a Segunda. ¿Cuáles fueron las claves?
— Una de las más cruciales, hablando desde mi experiencia, que he conseguido dos ascensos, es tener un buen vestuario y ser un equipo. Eso, en el Nàstic, lo tenemos. Nos falta, ahora, mejorar en el juego, sobre todo ofensivamente. Estamos en una categoría en la que ganas dos o tres partidos y vuelves a estar arriba. Si cogemos una buena racha, no nos parará nadie.
— Con Raül Agné jugó más en punta. Ahora, con el nuevo sistema de Iñaki Alonso cae más a la banda derecha. ¿Dónde se siente más cómodo?
—El entrenador me está colocando por la derecha, pero con libertad para ir hacia dentro para pisar área y asociarme con el delantero y el mediapunta, no tanto como un extremo puro. Los últimos años he jugado mucho por la izquierda. Me gusta más poder hacer las diagonales desde esta banda y buscar el gol, pero también estoy cómodo por la derecha.
— ¿El Nàstic subirá a Segunda?
— He venido aquí con la confianza en que lo conseguiremos. Si no, no hubiera fichado por el Nàstic y me habría quedado en el Andorra. Eso sí, por experiencia, y espero que como grupo tengamos todos la misma mentalidad, hay que ir partido a partido. Ahora mismo tenemos que ir a por el play-off que es el que tenemos más cerca. Y cuando lo consigamos, ya miraremos donde está el primero y, si tenemos opciones de luchar por el ascenso directo, no dudaremos en hacerlo.