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Derrota total grana en Soria (3-1)

El Nàstic se descompuso en veinte minutos a la segunda mitad y regaló un partido que podría haber rematado al primer tiempo

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El Nàstic de Tarragona se hundió completamente en Soria. Los de Iñaki Alonso cayeron como las fichas de un dominó después de que el Numancia le levantara el 0-1 para acabar ganando 3-1 en cuestión de minutos a la segunda mitad. Los grana empezaron con buen pie la primera mitad, pero no aprovecharon su superioridad y acabaron cayendo con una gran derrota a la segunda mitad.

Los grana empezaron la primera mitad con el plan de partido bien estudiado. De la misma manera que los primeros minutos contra el Murcia, el Nàstic presionó la salida de la pelota del Numancia y, pronto, cogió las riendas del partido. Los sorianos estaban cómodos sin la pelota y esperando cerrados en defensa y los de Iñaki Alonso lo aprovecharon. Sin muchas presiones en medio del campo ni a la salida de la pelota, el Nàstic empezó a carburar y las primeras ocasiones llegaron. La primera del partido la tuvo a Pablo Fernández. Esta vino de una acción rápida y fluida al primer toque entre Guillermo y Aarón Rey, pero el remado de Pablo acabó en las manos de Ayesa. Era un aviso y los grana, ayer con la tercera equipació, de negro, empezaron a dar pasos adelante hacia la portería del Numancia. Tanta progresión acabó dando sus frutos.

El primer gol del partido llegó de un servicio de esquina. Hacía bastante que el Nàstic no marcaba desde el córner y este llegó con facilidad. Andy Escudero la puso en el primer palo, Guillermo la peinó hacia el segundo y Quintanilla remató la pelota con el pie enviándola casi a la escuadra. El gol hizo reventar de alegría a todo el equipo y, con el trabajo hecho, el Nàstic fue bajando las revoluciones minuto a minuto.

El Numancia era el equipo que iba perdiendo, pero tampoco fue valiente de tomar riesgos para empatar el duelo. En este papel el Nàstic se mostró cómodo y, sin arriesgar, dejó que pasaran los minutos entre luchas en medio del campo y ocasiones tímidas en las dos porterías. El Nàstic no quiso aprovechar los minutos de superioridad de la primera mitad y se marchó al descanso sin matar el duelo.

En la segunda parte el partido cambió por completo con la entrada de Carrillo en las filas del Numancia. Los locales tomaron el protagonismo totalmente y pronto provocaron la primera jugada del partido. Fer Román remató una jugada estratégica y la pelota pasó lamiendo el palo derecho de Parra. El Numancia avidava que había cambiado el chip y el Nàstic se fue haciendo pequeño. Los de Iñaki Bea vivían en el área grana y Gorostidi cometió un penalti iluso que empezó la desgracia.

Dani Parra paró el penalti a Rubén Mesa, pero Mancebo, que en el momento del chute ya era dos o tres pasos dentro del área, marcó el empate. En plena lucha en el barro, el Nàstic recibió un golpe contundente en la cabeza y se quedó aturdido. El Numancia aprovechó el empuje y Carrillo comandó el equipo para marcar el segundo. El jugador hizo un centro-chute que Rubén Mesa desvió para marcar el segundo dos minutos después del primero. En un abrir y cerrar de ojos, el Numancia giró la tortilla del partido y el Nàstic bajó los brazos completamente. Mientras los grana caían como un castillo de naipes, los locales marcaron el tercer gol. Este llegó de servicio de esquina. El centro llegó al segundo palo y la pelota se quedó muerta dentro del área. Mesa actuó de delantero centro y mató en el equipo con el tercer chute.

El Nàstic había desaparecido totalmente del partido e Iñaki Alonso preparaba a dos baterías de cambios para intentar cambiar la situación. Poco sirvió cuando entre Marc Montalvo i Josema cometieron un nuevo penalti. Carrillo fue para marcar el cuarto, pero Dani Parra se vistió de héroe y volvió a parar una pena máxima. Esta vez, entre Parra, que se levantó como un gato, y Bonilla, los grana evitaron el gol.

Con la entrada de Bonilla i Lupu y, sobre todo, después del paro del penalti de Parra, el Nàstic intentó reaccionar, pero ya era demasiado tarde. La única ocasión del partido llegó de una jugada individual de Lupu y del posterior remado tímido de Marc Fernández a manos del portero local. Poca cosa más dio el partido, el Nàstic, hundido, cayó contra el Numancia y se complica todavía más la temporada.

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