Diari Més
Dani Vidal

Entrenador del Nàstic de Tarragona

«He dedicado muchas horas de trabajo para llegar donde estoy ahora»

El primer entrenador del Nàstic destaca que la clave de mejorar el equipo es conectar el estilo del entrenador con los jugadores

Dani Vidal és el primer entrenador de la història del Nàstic en passar per totes les categories de futbol 11 del futbol formatiu.

«He dedicado muchas horas de trabajo para llegar donde estoy ahora»Gerard Martí

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—Han pasado unos días desde su estreno. ¿Cómo lo vivió? Bien, el momento de disfrutar fue después del partido. Ahora ya estamos completamente centrados en el duelo del sábado. El domingo fue bonito, pero se queda sólo en una victoria que tiene que servir para afrontar el duelo de esta semana con la misma responsabilidad y ganas.

—Dijo que no asimilaría entrenar al primer equipo hastafinal de temporada.

Entrenar lo he hecho siempre, pero sí que he conseguido uno de estos objetivos que te pones enla vida, que es entrenar en el club donde has crecido. Estoy muy contento y quiero dar las gracias al presidente y al Consejo de Administración. Ahora, esta confianza la tengo que devolver con trabajo duro.

—¿En qué momento recibió la noticia que era el escogido para ocupar el lugar de primer entrenador?

Fue todo muy rápido. Al final del partido contra el Eldense, el presidente me trasladó la decisión. Me dijeron que veían en mí la fuerza y las ganas que necesitaba el club. Nos dimos la mano y empecé a centrarme en mejorar al equipo.

—¿Cuál fue el primer pensamiento que tuvo?

Fue un choque de sensaciones que no sabía exactamente cómo explicar. Lo primero que hice fue llamar a mi pareja para explicarle. Durante la tarde seguí el guion de cada día. Durante la tarde, no cambié la rutina del día a día. Me puse a analizar el partido y volver a verlo para empezar a preparar la semana, que era muy importante.

—¿Lo primero que se tenía que abordar era recuperar a la afición después de lo que pasó durante el duelo contra el Eldense?

La afición es muy importante. Si ven nuestro esfuerzo, animan y nos ayudan hasta el final. Eso da el plus extra a los jugadores y el rival lo nota. Primero de todo tenía que recuperar a los jugadores, porque con eso la afición iba a responder. El domingo la afición empezó a animarnos desde el primer momento y tuvimos la suerte de poder marcar pronto el 1-0.

—¿Cree que hay un orgullo extra por ser un técnico de la casa?

Hay opiniones de todos los colores, pero yo creo que sí. La afición, sobre todo aquellos que llevan muchos años, se suelen sentir muy identificados con la gente que crece en la casa. Ahora lo que toca es devolver el cariño que he recibido con victorias, porque no tenemos que olvidar que lo que quiere todo aficionado es ver a su equipo ganar.

—Incorporarse a mitad de temporada es difícil, pero ser el tercer entrenador que pasa por el banquillo, más. ¿Cómo afronta el reto?

Con naturalidad. Me gusta vivir la vida con tranquilidad, con las ideas claras y sin hacer cosas extrañas. He trabajado de la misma manera que hago siempre, preparando cada partido lo mejor posible y extraer el mejor nivel individual de cada futbolista. Aunque yo soy la cara visible, eso es el trabajo de todo el cuerpo técnico y trabajamos para afrontar los duelos con las máximas garantías posibles.

—¿Cree que estaba preparado para convertirse en el primer entrenador durante el mes de enero cuando se rescindió a Raül Agné y entró Iñaki Alonso?

Este es un tema en el que mi opinión importa poco. Yo me he concentrado en lo que está a mi alcance que ha sido trabajar de lo lindo desde mi parcela para ayudar a los que estaban a mi alrededor. El club siempre ha manifestado la confianza que tiene conmigo y me dijeron que en algún momento llegaría la oportunidad. A veces, las palabras se las lleva el viento, pero fueron valientes y demostraron la confianza. Ahora toca devolverla con victorias.

—¿Durante la etapa de Iñaki Alonso disminuyó su importancia en el banquillo?

Cada entrenador tiene su manera de gestionar su cuerpo técnico. Con Raül Agné fue cambiando durante el tiempo. No se tiene que olvidar de que las relaciones, con el tiempo, ganan en confianza y con Agné tuve el tiempo para conocernos personal y futbolísticamente. En cambio, con Iñaki prácticamente no tuve. Creo que mi importancia no fue ni mejor ni peor, fue diferente teniendo en cuenta el factor tiempo.

—El último domingo, a nivel futbolístico, se vio un cambio en el equipo. ¿El objetivo era recuperar la esencia del año pasado?

Cuando se entrena se tiene que saber dónde se trabaja y la propia idiosincrasia del club. Además, también se tiene que tener en cuenta lo que quiere la afición. Con todo eso no quiero decir que un entrenador se tiene que adaptar al 100% a los equipos en los quetrabaja, pero sí que se tienen que tener en cuenta todos estos factores. Al final, si tienes la suerte de que la manera que tienes de ver el fútbol casa con el estilo del club y tienes unos jugadores capaces, ayuda. Contra la Real Sociedad B tuvimos la suerte de que los chicos mostraron a la perfección sobre el césped todo aquello que les pedimos.

—El cambio también se vio en los mismos jugadores, salieron con un extra de motivación.

Los jugadores siempre salen a ganar, eso no se tiene que olvidar. A veces, los entrenadores tenemos el acierto o la suerte de transmitir con más claridad las cosas. Los jugadores llegaron al domingo con las ideas claras y estaban convencidos de lo que iban a jugar. Eso se vio sobre el césped. La realidad es que los futbolistas, como cualquier persona, si tienen más seguras las ideas, las cosas salen mejor.

—A nivel de estilo de juego, ¿quése puede esperar del Nàstic de Dani Vidal?

Contra la Real Sociedad B se vieron claramente las cosas que pedí del equipo. Quería que tuvieran alma, que fueran valientes y que presionaran al rival. Quiero un equipo vertical que si puede jugar más en el campo del rival que en el suyo, mejor. Además, también les pedí más llegada al área y, en general, más ocasiones. No nos tenemos que olvidar de que en el fútbol lo que mandan son los goles, así que cuantas más oportunidades tengas, mejor. Además, cuanto más tiempo pases en campo contrario, menos juega el equipo rival. Habrá días que jugaremos contra un clubque nos exigirá un fútbol más asociativo o pasar más tiempo a la defensiva, tenemos que estar preparados. Actualmente, el fútbol es muy versátil, intentaremos dominar todas estas facetas, pero la línea que tenemos que seguir es la que mostramos el último domingo.

—Su inicio en el Nàstic empezó cuando tenía ocho años.

Mi primer paso en el Nàstic fue como portero en el benjamín. Pasé por todas las etapas del fútbol base hasta llegar al primer año del juvenil. En aquel momento me marché a jugar a Cambrils y, a los diecisiete años, empecé a entrenar a un equipo cadete. Les estoy muy agradecido por apostar por un chico tan joven como era. Esta oportunidad hizo que, tres años después, volviera al Nàstic con 20 añitos para entrenar al cadete B. Este es el club de mi vida, cuando tuve la oportunidad de volver lo hice. A partir de aquel momento entrené también al juvenil B y al A. En un impás pasé también a dirigir el infantil B a mitad de temporada, hice tareas de coordinación del fútbol base y, después dirigí a la Pobla de Mafumet, el filial del Nàstic. El año pasado aterricé en el primer equipo como segundo entrenador de Raül Agné y, al final, he conseguido llegar a primer entrenador.

—Cambió de jugador a entrenador muy pronto. ¿Vio que su vocación era dirigir?

Sí, tenía claro desde bien pequeño que me quería dedicar a esto. Uno es realista con su capacidad y veía que si seguía de jugador podía acabar jugando en un equipo de Tercera División, pero creía que tenía muy difícil llegar al fútbol profesional. Además, me apasionaba entrenar y, cuando tenía 17 o 18 años, puse una balanza todos los pros y los contras para saber si lo que me gustaba más era entrenar o jugar. Finalmente, me decanté por entrenar y me esforcé de lo lindo para acabar llegando donde estoy ahora.

—En la Pobla de Mafumet entró en una situación muy similar a la de esta temporada con el Nàstic.

Tenía poco tiempo y necesitaba resultados pronto. En este sentido, sí que es similar. De hecho, todavía tenía menos tiempo porque empecé a entrenar un martes y tenía el primer partido oficial el miércoles. Aquel momento fue el año delcovid, la liga era muy corta y el equipo tenía un déficit importante de puntos. Después del primer partido llegó la Navidad y pude trabajar durante dos semanas sin competición, eso sí que fue diferente.

—¿En aquel momento sabía que el sueño de entrenar al primer equipo estaba más al alcance?

El sueño de entrenar al primer equipo lo tenía desde mucho antes, desde que era bien pequeño. Sabía que no era una cosa que se podía conseguir en uno, dos o tres años. Uno tiene que ser ambicioso, pero se tiene que saber gestionar esta emoción y estar tranquilo durante el día a día. Al final, he pasado muchos años trabajando desde que empecé a dirigir al cadete B hasta ahora. Fueron muchas horas de trabajo dedicadas al mismo objetivo a largo plazo que era sentarme en el banquillo del Nou EstadiCosta Daurada como primer entrenador.

—Ahora que ha llegado, ¿cuál es su objetivo a nivel personal?

Primero de todo, disfrutar del día a día. Está claro que uno tiene que ser ambicioso e intentar llegar al fútbol profesional en un futuro es un objetivo. Ahora tengo la oportunidad perfecta de llegar a esta meta con el club de mi vida, así que trabajaré de lo lindo para conseguirlo. Está claro que con tranquilidad, motivación y disfrutando del trabajo del día a día se puede conseguir. Como he dicho refiriéndome a los jugadores, si disfrutas cada día, rindes mejor. Con los entrenadores pasa lo mismo. Si seguimos insistiendo, los objetivos llegarán seguro.

—Este fin de semana visitará el Johan Cruyff, el estadio donde «debutó» el año pasado.

Mucha gente de mi entorno personal me ha comentado esta anécdota. Fue un día señalado en el calendario, eso es verdad, pero ojalá Raül Agné no hubiera sido expulsado aquel día. Los hechos transcurrieron de aquella forma y ya está. De la misma manera que la semana pasada, tengo muchas ganas de jugar el partido. Tenemos hoy, jueves y viernes para preparar el partido y cada entrenamiento lo dedicaremos a que los futbolistas lleguen con las ideas claras. Enfocamos el encuentro contra el Barça Atlètic como si fuera el último de la liga.

—¿Cuál es el objetivo de la temporada?

Tenemos que mirar a corto plazo. Ya lo dije con anterioridad y ahora lo vuelvo a destacar. No sé si estuvimos más acertado o menos, pero hace unas semanas planteamos objetivos a medio plazo a dos o tres partidos vista y está claro que no funcionó. La semana pasada nos centramos completamente en el partido contra la Real Sociedad B y nos salió bien. Si una cosa funciona, no se tiene que cambiar así que contra el Barça seguiremos en la misma línea y jugaremos como si fuera el último partido para llevarnos los tres puntos. Más allá del sábado no miremos.

—En este partido el Nàstic prepara una nueva marea grana para acompañar al equipo. ¿Qué le puede decir a la afición para teñir el estadio Johan Cruyff de grana?

Quiero transmitir el mismo mensaje de ilusión que planteé hace una semana. Que todos los aficionados que puedan venir lo hagan, porque encontrarán de nuevo un equipo reconocible que saldrá a morder y luchará por conseguir los tres puntos desde el primer momento. Será un equipo agresivo con mucha hambre y nos lo dejaremos todo sobre el césped. Estaré agradecido por todos aquellos aficionados que vengan a animar, porque nos ayudarán de la misma manera que el último domingo.

«Después del alboroto inicial, Raül Agné me llamó para felicitarme»

—¿Cómo vivió las dos veces de la temporada con los cambios de entrenador?

Son momentos difíciles que van juntos con lo que es este negocio. Lo que tienes que hacer es intentar plantear estos momentos con calma e intentar buscar cada día las soluciones para mejorar las cosas y alcanzar los objetivos.

—Enla rueda de prensa de despedida de Raül Agné se levio especialmente tocado.

Al final, el trato hace el parentesco. Estuve una temporada y media con Raül y este tiempo hubo muchos altibajos. Cuando las cosas van mal, todos los que estuvimos, tanto jugadores como el cuerpo técnico, nos unimos y eso me creó una relación profesional y personal más fuerte con Raül. Después, enla rueda de prensa salió lo que salió.

—¿Leha escrito Agné durante estos días?

Sí, en el momento que recibió la noticia me escribió. Él sabe cómo funciona este mundo y sabía que los primeros días serían muy convulsos, con muchas llamadas y con mucho trabajo así que, dos o tres días después del domingo, una vez que ya había pasado todo el alboroto inicial, me llamó y estuvimos hablando. Está muy contento conmigo por haber conseguido el sitio. Al final, tenemos una relación personal que espero que dure mucho tiempo, el cariño es mutuo.

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