El Barcelos asalta el Palau d'Esports y complica el sueño del Reus Deportiu (1-4)
Los de Jordi Garcia cayeron en un partido en el cual el juego portugués dominó y, ahora, no dependen de ellos mismos para pasar a la final en ocho
El Barcelos asaltó el Palau de Deportes con uno contundente 1-4. Reus Deportiu fue víctima del juego caótico de los portugueses y, con la derrota, dependen de ganar al Saint Omer en Francia y esperar el resultado del partido entre el Sporting de Lisboa y Barcelos para saber si pasan a la final en ocho.
El partido empezó acelerado. Desde que la bola empezó a rodar, los dos equipos plantearon un juego rápido e incisivo que, en los primeros minutos cambiaba de protagonista a cada segundo. Poco a poco, sin embargo, el Barcelos tomó el control y Vieirinha empezó a hacer de las suyas. El portugués puso a prueba en Càndid Ballart de múltiples formas. Primero el portero rojinegro tuvo que reposicionar para detener un chute cruzado y después estirar la mano para evitar un gol por la escuadra.
El partido entraba en un caos de transiciones en el cual el Barcelos es el rey. Entre Càndid Ballart bajo los palos y Sergi Aragonès, deteniendo un contraataque, el Reus Deportiu aguantaba los ataquesportugueses. Finalmente, después de insistir durante tanto tiempo el Barcelos abrió la lata. Vieirinha atrapó el rechazo del tiro de Luís Querido y fusiló la portería reusense sin piedad. En la gradería, unos pocos aficionados portugueses enloquecieron y el Palau d'Esports se quedó mudo por un segundo. El técnico rojinegro, Jordi Garcia, pidió un tiempo muerto instantáneo por reorganizar el equipo después de los minutos de anarquía liderada por el Barcelos. Los jugadores respondieron y el Reus Deportiu se apoderó del juego con su iniciativa.
Los rojinegros empezaron a picar piedra. Sus ataques se estrellaban a la defensa portuguesa, pero seguían insistiendo y acelerando cada vez más. Sergi Aragonès comandaba los ataques y, en una de estas, se la pasó a Compagno para que rematara a bocajarro, pero el portero rival se la birló justo antes de rematar. El italiano se puso la portería entre ceja y ceja y, cuando quedaban segundos para el descanso, consiguió el empate. Aragonès inició la jugada y le pasó a Compagno. Este dribló a su defensor y, aprovechando que Gelmà esteraba al portero, envió el esférico a la escuadra para marcharse al descanso con el 1-1 en el marcador.
A la reanudación, el juego del Barcelos volvió a reinar. Poco a poco, los portugueses se acercaban al área y Alvarinho se encargó de poner el 1-2 con una estocada por la escuadra. Con el marcador en contra, cada minuto ponía más presión en los hombros rojinegros. El ataque reusense se aceleró, pero no encontraban la manera de perforar el muro portugués. El Barcelos aprovechó las rendijas entre la defensa reusense y Ferran Giménez cometió penalti Querido falló, pero el Barcelos no tardó mucho en sentenciar. En cuestión de dos jugadas fugaces, los portugueses rompieron el partido. Primero marcó Centeno, aprovechando la inferioridad numérica del Reus y, poco después Rampulla acabó de engordar al marcador.