El destino del Nàstic se decidirá contra rivales directos de la parte baja

El Nàstic de Tarragona tiene en frente un futuro incierto para lo que queda de temporada. Quedan nueve partidos para acabar la competición y los de Dani Vidal se encuentran en cinco del descenso y debe del play-off de ascenso después del empate contra el Castellón. De entre todos los rivales, lo único que está en la parte alta es el Amorebieta, el resto, excepto el Osasuna Promesas, se encuentran en plena disputa para evitar el descenso.

En los cuatro partidos que lleva Dani Vidal, aparte del espíritu competitivo, el Nàstic ha recuperado una buena dinámica de resultados. El técnico tarraconense sumó dos victorias en casa, un empate contra un rival complicado y una derrota a domicilio en un duelo en el cual los grana hicieron méritos para empatar. Esta racha actual es la misma que alcanzó a Raül Agné durante sus primeros partidos en el banquillo del Nàstic en el 2021. Por otra parte, el arranque de Iñaki Alonso fue más tibio, con dos empates insípidos a cero en casa, contra el SD Logroñés y el Bilbao Athletic, una victoria contra el Intercity y una derrota contra el Murcia. Si el Nàstic hubiera alcanzado dos victorias en aquellos dos empates a cero, ahora sería otra historia. De hecho, quien sabe que habría pasado si Dani Vidal hubiera tomado las riendas del equipo en el mes de enero.

La realidad actual es que el Nàstic tiene poco tiempo para protagonizar un milagro y alcanzar el objetivo planteado al inicio de la temporada. No sólo son diez puntos los que separan el equipo del play-off , si no también hace falta que pinchen seis o, incluso, ocho equipos candidatos. La realidad es que la objetiva grana ahora es, más bien, salvar la categoría. En otra situación, el Nàstic tendría una travesía tranquila por las aguas de la Primera Federación con 9 partidos en los cuales lo único de alta exigencia está en el campo del Amorebieta. Con todo, el estado actual del equipo hace que los partidos contra la Nucía, este sábado, y el Sabadell, estén marcados en rojo en el calendario y se presenten como claves para evitar coquetear con el descenso de nuevo.

Después de estos dos partidos, el calendario del Nàstic sigue con el Osasuna Promesas, el Atlético Baleares, la Real Unión, la UD Logroñés, el Cornellà, el Amorebieta y el último contra el Alcoyano en el Nou Estadi. Con estos retos en frente, se abren tres caminos. El primero, el que menos probabilidades tiene, es un final de temporada de récord ganando la mayoría de partidos que quedan para alcanzar el play-off de ascenso. Una utopía que todavía es matemáticamente posible, aunque es poco probable. El segundo es continuar con la dinámica sólida actual, que acabaría resultando con un Nàstic salvado a más de dos jornadas para el final de la liga, pero aspirar a nada más. Finalmente, también está la opción de obstaculizarse contra rivales que buscan desesperadamente la salvación y acabar sufriendo hasta el final. El destino grana sólo lo dirá el futuro y vendrá de la mentalidad partido a partido.