Un punto y poco más (0-0)

Pocas cosas se pueden decir de este partido más allá del punto obtenido. El Nàstic de Dani Vidal ofreció un partido gris que sólo se abrió en el tramo final. Lupu y Tirlea fueron los jugadores que destacaron durante el duelo contra la Nucía. Finalmente, los grana empataron a cero y consiguieron un punto que sirve de poco.

Dani Vidal sólo hizo dos cambios en el suyo once inicial. Ander Gorostidi y Alex Tirlea entraron por el sancionado Montes Arce y el lesionado Pol Domingo.

El inicio del partido fue movido. La Nucía salió a morder e impuso una presión sobre la defensa grana que dificultaba la salida de pelota del Nàstic. Con todo, los de Dani Vidal consiguieron una acción peligrosa en la primera jugada en campo contrario. Aarón Rey se llevó la pelota por la banda y centró al punto de penalti. Allí estaba Lupu que, con uno grande remado, envió la pelota al palo. La jugada continuaba y el rechazo le cayó a los pies de Marc Fernández. El extremo probó el chute a la media vuelta, pero Ackermann, al portero rival, se la paró. Esta doble ocasión fue el más peligroso que propuso el Nàstic durante el resto de la primera mitad.

Con el paso de los minutos, el partido se iba ralentizando. La Nucía tenía la posesión, pero no conseguía uno remado claro entre los tres palos. Aun así, la pelota se jugó más en campo grana que en campo contrario. La presión a la salida de la pelota del Nàstic desconectó el conjunto de Vidal. El juego evitaba pasar por Gorostidi y Montalvo y las pilotadas arriba se perdían sin éxito. Además, si el Nàstic conseguía pasar del medio del campo, era común ver a los jugadores pasándose la pelota sin saber claramente como generar una ocasión ante la defensa de la Nucía.

Los valencianos también tuvieron la suya, una pérdida grana provocó una jugada rápida de la Nucía que acabó con un remate dentro del área. Manu García sacó una mano milagrosa para evitar el primer gol del partido, pero la sensación que transmitían los jugadores grana sobre el césped era desconexión total del partido y pocas ideas, unos síntomas que el Nou Estadi ya vivió en los primeros partidos de Iñaki Alonso.

Para acabar el primer tiempo, el Nàstic tuvo una oportunidad tímida por marcar. Robert Simón la colgó a Lupu y este se la dejó a Marc Fernández en la frontal del área. El de Cornellà de Llobregat envió la pelota por encima del travesaño. Entre faltas y pérdidas de tiempo diversas, el partido fue al descanso con un tramo de diez minutos donde, literalmente, no sucedió nada.

A la reanudación, el partido ganó en energía. Como mínimo, hubo contacto. Ocurrieron unas pocas disputas que completaron un primer tramo del segundo tiempo caliente. Con respecto al juego, el Nàstic empezaba a tomar la iniciativa sobre todo gracias a Andrei Lupu y Alex Tirlea. Los dos jugadores destacaron durante todo el partido y eran de los pocos conectados con el partido y con ganas de marcar.

Gracias a los dos, el Nàstic generó alguna jugada de peligro. Primero, el centro de Tirlea lo interceptó Lupu con un remate cruzado que salió fuera por bien poco. Minutos después, el empuje del lateral llevaba el esférico cerca de la portería rival.

De hecho, una jugada iniciada por Tirlea acabó con la mejor jugada grana de la segunda mitad. Después del sprint del lateral grana, la pelota le cayó a los pies de Marc Fernández. Este la centró y obligó al portero rival a rehusar el esférico. La pelota quedó muerta dentro del área y, Lupu, oliendo sangre como buen delantero centro, se tiró con todo para rematar el esférico y envió la pelota al palo. De nuevo, con Lupu se tropezó con el palo.

Con el paso de los minutos, los dos equipos se empezaban a desesperar y el partido se abrió. La Nucía tuvo sus ocasiones para marcar, incluso, en el tiempo de descuento, el delantero rival Juan Delgado encaró a solas a Manu García, pero el portero del Nàstic se hizo enorme y lo paró.

Los últimos momentos del partido fueron frenéticos, pero no se pudo solucionar el partido gris que acabó con un empate que sirve de bien poco y, dependiendo del resultado contra el Sabadell, podría poner el Nàstic en un problema.