El Nàstic prefiere estar en segundo plano: juega mejor si el rival domina la pelota
Contra la Nucía se volvieron a ver las carencias
El Nàstic recupera en el Castalia la solidez defensiva que mostró el año pasado
El Nàstic de Tarragona sumó su segundo partido con empate a cero de forma consecutiva con un duelo gris contra la Nucía. El sábado, los grana volvieron a mostrar las carencias a la hora de llevar la iniciativa de un partido cuando su rival les cede la pelota y los espera atrás.
El equipo valenciano tenía el guion aprendido: primero salió a presionar la salida de la pelota grana para desestabilizar el juego local en los primeros minutos y, posteriormente, se quedaron cerrados en línea defensiva dejando jugar el Nàstic. A la primera mitad se vio un Nàstic poco mordaz. Cuando los grana entraban en campo contrario, se encontraban la Nucía con la formación defensiva bien posicionada y era común ver cómo los jugadores del Nàstic se pasaban la pelota sin saber exactamente por dónde morder. Al equipo le faltó decisión y un jugador referente a que se encargara de iniciar una jugada con valentía. Aarón Rey acostumbra a realizar este papel, pero pocas veces pudo empezar una jugada en condiciones y, normalmente, estas morían con la pelota en sus pies sin que este se la sacara de encima.
El juego mejoró al segundo tiempo, en parte también porque la Nucía se abrió para buscar el gol. Entonces, el Nàstic encontró el agujero por las bandas. Entre Tirlea y Lupu se encargaron de acercar al Nàstic al gol. Incluso, el delantero remató en dos ocasiones en el palo. Contra el Calahorra, los de Vidal vivieron una situación similar, pero consiguieron dos contraataques por marcar. No hubo esta suerte el sábado.