El Nàstic se corona en la Nova Creu Alta (0-1)
Los grana aprovecharon el gol en propia de Carrión en un partido igualado que acabaron sufriendo hasta el final
El Nàstic de Dani Vidal se coronó en la Nova Creu Alta con una importante victoria contra el Sabadell por 0-1. Los grana aprovecharon el gol en propia de Carrión en una jugada de estrategia para llevarse un partido vital para alejarse del descenso. Los grana tuvieron las opciones para matar el partido, pero no transformaron los contraataques y sufrieron hasta el final para reencontrarse con la victoria.
El Nàstic de Tarragona empezó el partido apretando. El Sabadell se mostraba errático en las pasadas y los grana lo aprovecharon. Durante los primeros diez minutos, la pelota no pasó del medio del campo. El Nàstic se aproximaba al área rival, pero no conseguía uno remado directo. La priemra la tuvo a Marc Fernández. En este partido Vidal lo situó de extremo derecho, pero sin embargo remató en el segundo palo, pero su chute tímido salió fuera.
Poco a poco, el Sabadell despertó. Gualda avisó con uno remado desde la frontal del área, pero el chute salió fuera por milímetros. Poco después, Alberto Fernández tuvo la opción de avanzar el conjunto arlequinado de falta directa. El árbitro la silbó a la frontal del área, y Manu García voló para pararla.
El conjunto arlequinado también destacaba en las transiciones. La defensa de cinco jugadores se convertía después en un ataque de cinco hombres que salían como una bala cada vez que tenían opción para correr, pero el Nàstic se apresuraba para detenerlo todo. La más clara del Sabadell vino de córner. La centrada la remató primer Corbalán en el primer palo y, después, Pau Víctor en el segundo, los dos sin marca. A pesar de eso, el Nàstic aguantó y recuperó la presencia en el partido.
El duelo se igualó y el Nàstic consiguió una falta a unos metros de la frontal. Se abría la puerta a una jugada de estrategia y el Nàstic la ejecutó. Nil Jiménez elevó el esférico con un toque suave hacia el segundo palo donde estaba Guillermo. Este centró con un chute raso hacia el área pequeña donde estaba Quintanilla, pero el defensa grana no la llegó a rematar porque Carrión, en un intento por rehusarla, la coló dentro de la portería.
El partido continuaba igualado, pero el Sabadell seguía mostrándose errático en la salida de pelota. Aarón Rey lo aprovechó y, después de robarle el esférico a un defensor, hizo una centro-chute que, aunque no tenía potencia, se envenenó, nadie la rehusó y se marchó saliente con peligro. Rey jugaba contra su exequipo y la inyección de motivación extra se notó.
El partido se marchó al descanso con victoria del Nàstic por la mínima, pero más allá de las ocasiones, la igualdad era máxima en el terreno de juego.
Al inicio del segundo tiempo, el Sabadell salió a buscar el empate a la desesperada y eso se tradujo en un partido abierto y un festival de transiciones. La primera la tuvo a Pau Víctor. El delantero del Sabadell, en un fuera de juego que el árbitro no vio, se plantó solo contra Manu García y falló la definición. El Nàstic reaccionó casi en el instante y cerró en defensa el conjunto local. Poco después, el contraataque fue grana. Marc Fernández lideraba el séptimo de caballería y le seguían a Aarón Rey y Guillermo. Fernández se coló dentro del área y decidió chutar él mismo. Ortolá se estiró y paró lo que podría haber sido el segundo del Nàstic.
En este partido movido con carreras hacia las dos áreas, Dani Vidal hizo debutar al defensor pobletà Boaz Hallebeek y mostró su carácter. El Sabadell seguía insistiendo, pero el Nàstic se cerraba en defensa y, aunque el Sabadell encontraba agujeros, no conseguía buenos remates.
Con el Sabadell concentrado al ataque, el Nàstic obtenía los contraataques para matar el partido, pero no los completaba. El más claro lo tuvo a Guillermo. Marc Álvarez encuentra la centrada en la frontal del área. Allí estaba Guillermo que, a solas, falló el control y malbarató lo que podría haber sido el gol de la tranquilidad.
Calma hubo poca hasta el final. Tocaba sufrir y una de las notas positivas fue el retorno de Pablo.
El Nàstic empezaba a hacer su partido de siempre, aguantando hasta el final. Finalmente, después de cinco minutos de añadido, el árbitro silbó y los nervios se transformaron en éxtasis.