El Nàstic se llevó ayer una merecida victoria contra el Valencia Mestalla gracias a un solitario gol de Marc Álvarez. Los grana disputaron un partido serio en el que estuvieron más acertados con la pelota en la primera mitad.
Vidal salió con el once de gala. Añadiendo a Pablo Fernández, que se quedó en el banquillo al inicio, podría ser la alineación que jugará en la primera jornada de liga. Los grana jugaban contra un rival de categoría inferior y lo demostraron tomando la iniciativa. Jardí y Escudero, poco a poco, acercaban el peligro al área rival. Además, la presión grana en campo contrario complicaba la salida de pelota local y obligaba a los valencianos a probar suerte con pelotas largas. En una de estas, Nacho González puso en problemas a Alberto Varo con una mala cesión que el portero tuvo que coger. El árbitro silbó la falta indirecta, pero Varo estuvo atento para evitar más peligro en la jugada en pelota parada. Los grana subían el ritmo y los locales apostaron por frenar los ataques grana con faltas. Eso provocó que en los primeros 45 minutos, el árbitro sacara cuatro tarjetas amarillas y, al final de la primera parte, el primer penalti de la pretemporada grana. Escudero chutó la pena máxima, pero Vassiliev le adivinó las intenciones y paró el remate en el palo izquierdo. Álvarez, quien provocó el penalti, estuvo atento y cogió el rechazo para marcar el primer gol del partido.
En la segunda mitad el Nàstic disminuyó el ritmo. Ninguno de los dos equipos consiguieron generar peligro. Los grana dejaron pasar los minutos y efectuaron pocos cambios.