Entrenador del Nàstic de Tarragona
«Todos los jugadores han llegado al Nàstic con ganas de reivindicarse»
El entrenador grana reflexiona sobre el inicio de la segunda temporada al frente de la entidad
— Estrena la temporada con una victoria. ¿Se quita un peso de encima?
— Estoy satisfecho con el resultado y tranquilo, sobre todo porque se mostró el trabajo hecho durante la pretemporada. Lo que nos permitió mostrar una buena versión en el partido fueron todos los frutos de la pretemporada. Ahora, tenemos que continuar con la idea de juego que mostramos y seguir dando pasos adelante.
— Más allá de las estadísticas y efemérides, empezar con victoria en el Nou Estadi era esencial.
— El año pasado estuvimos un poco castigados en casa. A veces, nos costaba conseguir los resultados. Estoy contento porque sentimos que la afición se identifica con nuestro equipo. Le gusta el planteamiento y el esfuerzo de los jugadores, así que intentaremos mejorar porque cada vez generamos más que el rival y completamos mejores partidos en casa. Queremos que la gente venga contenta y motivada, el Nou Estadi Costa Daurada ha demostrado que es muy agradecido si te lo ganas con dedicación y esfuerzo. Además, ha demostrado que, con la afición a nuestro lado, los rivales lo pasan muy mal. Trabajamos cada día para que la afición esté satisfecha y orgullosa de este Nàstic.
— ¿Considera que el partido contra el Arenteiro es una buena carta de presentación del nuevo Nàstic?
— Somos ambiciosos, así que sabemos que el equipo mejorará todavía más. Si en la primera jornada de liga diéramos todo lo que tenemos y no evolucionamos, sería un problema. Fue un buen estreno, pero ahora nos toca ponernos a prueba y responder bien con otros rivales y planteamientos.
— Se vio un Nàstic más intenso en la presión y mejorado en las transiciones con respecto a la temporada pasada.
— Hay una gran diferencia con respecto a la confección de la plantilla. A mí me habría gustado en ciertas ocasiones hacer una presión alta e intensa el año pasado, pero teníamos ciertos jugadores que no reunían las condiciones para hacerlo. Hacer esta presión no va de planteamiento táctico, va de energía en las piernas. Este año se ha firmado a jugadores que nos dan esta capacidad. El año pasado teníamos que cortar la sangría a nivel defensivo y esta temporada hemos firmado jugadores con más capacidad de jugar con pelota y transitar mejor. Vamos por el buen camino.
— ¿En qué ha cambiado este vestuario y el del año pasado?
— No es justo comparar uno y otro. Al final uno es un vestuario en el cual se torció la temporada y entró en una dinámica negativa. Eso saca lo peor de cada uno. Ahora es un nuevo proyecto en el cual el entrenador confecciona la plantilla con la dirección deportiva. Además, empezamos ganando, así que no es comparable. Lo que es una realidad es que estamos muy contentos por la predisposición de la plantilla. Hemos entrenado mucho esta pretemporada y no ha habido ninguna queja. Los jugadores creen en lo que hacemos y es una garantía para que las cosas salgan bien.
— Los trece partidos fueron un curso exprés de gestión de la plantilla en situaciones límite.
— El conocimiento de la categoría lo tenía desde que subí de segundo entrenador. Lo que aprendes en estas situaciones es a gestionar una situación en la cual había problemas en el vestuario, en el juego y también en forma de lesiones. Lo más importante es que conseguimos el objetivo planteado de sacar el equipo de la parte baja.
— ¿Cómo fue el proceso de confeccionar el equipo?
— Ha sido un verano muy intenso de la mano de Sergi Parés. No hemos tenido vacaciones, pero esto es fútbol y es lo que toca. Sabíamos qué estilo de juego queríamos imponer y actuamos a conciencia porque el 60 o 70% del rendimiento de una temporada se extrae de los fichajes de verano. Buscábamos jugadores con ganas de reivindicarse y formar un vestuario con un gran nivel humano. Tenemos un conocimiento muy amplio del entorno del Nàstic y lo que significa llevar esta camiseta. Eso quiere decir que no podemos hacer un equipo muy joven, porque requeriría más tiempo de adaptación al contexto de la Primera RFEF y al club. Se tenía que hacer un equilibrio.
— Mañana cierra el mercado de fichajes. ¿Está satisfecho con el trabajo hecho?
— Estoy satisfecho porque hemos creado un grupo muy competitivo. Todos los jugadores llegan al Nàstic con ganas de reivindicarse y dar un paso adelante. Tenemos todas las posiciones cubiertas con más de un jugador. Ahora nos toca extraer el máximo rendimiento.
— Hay una gran competencia en cada demarcación. ¿Será un problema a la hora de gestionar las titularidades?
— Si este es el problema, bendecido sea. El verdadero problema sería sólo poder contar con 12 o 13 jugadores y no confiar en los otros 7 o 8. Creo que hoy en día el once inicial ha perdido importancia. El otro día utilizamos a 16 jugadores en un partido, que es un porcentaje importante de la plantilla.
— Tener una plantilla amplia y versátil es una ventaja.
— La liga es larga y también jugaremos la Copa del Rey. Son muchos partidos en una temporada, así que necesitamos a todos los jugadores enchufados. Seguramente habrá momentos mejores y otros de peores. Puede haber lesiones y malas dinámicas, así que es una garantía.
— ¿Cómo valora el grupo de este año de Primera Federación?
— En estos últimos años hemos aprendido que es una categoría muy igualada. Siempre hay sorpresas. Que me diga alguien si, al principio de la temporada, apostó por el ascenso directo del Amorebieta. Este año competimos contra equipos con presupuestos elevados, otros que tienen la ayuda económica de haber bajado de Segunda División. Por una parte, hay históricos como el Deportivo y otros como la Cultural Leonesa que ha firmado buenos jugadores. Además, también hay equipos más tapados. Por ejemplo, el Real Unión no sale entre los favoritos, pero tiene una gran plantilla para poner en problemas a cualquiera.
— Este año tiene nuevos miembros en el cuerpo técnico. ¿Cómo es trabajar con ellos?
— La verdad es que ha sido un aterrizaje extremadamente bueno y sorprendentemente rápido. Cuando trabajas con gente nueva, siempre hace falta un periodo de adaptación, pero hemos congeniado pronto. A Iván Moreno lo conozco de hace muchos años, fue entrenador mío cuando tenía 8 años. Jordi Abella conoce el club a la perfección, Jaume García hace mucho tiempo que trabaja conmigo y con Manolo Oliva no hace falta decir nada más.
— La confianza y la comunión del cuerpo técnico es esencial.
— A día d ehoy es un conocimiento bastante extendido la importancia de un buen cuerpo técnico. Necesitas delegar funciones, aunque está claro que la última decisión la toma el entrenador. Está claro que diez ojos dan más puntos de vista diferentes y permite analizar con más profundidad el equipo.
— ¿El nivel de entrega sobre el terreno de juego es un factor principal del estilo del nuevo Nàstic?
— Cuando un equipo defiende de manera ordenada y con una gran intensidad en la parte alta, es muy difícil de ganar. A mí no me gusta enfrentarme contra rivales así. Este nivel de intensidad requiere mucho trabajo y crea un equipo difícil de atacar y adaptativo durante el partido. Este es el equipo que queremos ser.
— El siguiente partido es el primero fuera de casa. ¿Se verá un Nàstic con un estilo diferente?
— Me gusta plantear los partidos igual en casa que fuera. Aunque los equipos quieren hacer valer el factor campo, no podemos empezar de base con un plan de partido diferente, seremos un equipo valiente.