Dani Martín y los palos evitan la victoria del Nàstic (1-1)
Los grana va reaccionaron a tiempo en un partido marcado por el diluvio
El Nàstic de Tarragona sumó un punto de mérito en un partido marcado por la lluvia, los palos y, el portero rival, Dani Martín. Los grana empezaron el partido con el pie izquierdo con un error de Dani Parra. Con todo, Dani Vidal supo rehacer el equipo al segundo tiempo con un triple cambio y los grana consiguieron empatar e, incluso, se quedó a un paso del 1-2 con las ocasiones de Santarmaría, Mario y Jaume, pero Dani Martín y los palos lo pararon todo.
Dani Vidal decidió empezar la segunda jornada repitiendo el once que ganó el Arenteiro e incluso, se repitió el inicio, pero esta vez el gol matinal fue para el equipo rival. Llovía a cántaros en el Cerro del Espino y, sea por la lluvia o por mala suerte, la realidad es que Dani Parra protagonizó uno de los errores de la jornada. El conjunto local generó un contraataque por la banda derecha. Rubi hizo un pase en profundidad para aprovechar la velocidad de Markus Anderson. Con todo, la jugada parecía que se acabaría a manos de Dani Parra, pero, en vez de cortar la jugada y parar la pelota con las manos, se encontró con Anderson e intentó bloquear el remate. El delantero local superó en Parra y, escorado, remató en portería vacía. La pelota se dirigió hacia la porteria a una velocidad moderada. Parra la persiguió para evitar el gol, parecía que llegaría, pero cuando intentaba sacarla de bajo los palos, la estrelló con el palo derecho e, inexplicablemente, acabó dentro. Era el minuto tres y, con una acción tan desafortunada, el Nàstic se quedaba con un palmo de narices y por debajo en el marcador.
A pesar del golpe, el Nàstic se puso a trabajar para empatar muy pronto. Tres minutos después, Marc Fernández tuvo una de las mejores ocasiones para igualar el marcador. Los grana intentaron de nuevo la jugada Sant Magí. Borja Martínez centró en el primer palo, Montalvo la peinó hacia el segundo palo y Marc Fernández remató, pero la pelota va chocando con el travesaño. El Rayo Majadahonda mostraba sus carencias en la salida de la pilta. El conjunto local sufría con la pelota atrás, pero estaba mucho mejor en las transiciones. En una de estas, Anderson encontró un carril libre para la portería de Parra, sin embargo, Nacho González apareció de la nada para solucionar la situación.
Los minutos pasaban y el diluvio continuaba en Madrid. El Nàstic se mostraba impreciso y las mejores ocasiones venían desde el córner. Los grana consiguieron un buen puñado de servicios de esquina, pero pocos obligaban a Dani Martín a actuar. De hecho, el portero de 17 años sólo se estiró para bloquear un chute lejano de Marc Fernández, el jugador más peligroso del primer tiempo.
A la reanudación, el Rayo Majadahonda salió mejor. Los locales tienen una plantilla joven que brilla en las transiciones y, justo en el segundo minuto de la segunda mitad, Rubén Enri ya puso a prueba en Parra con un chute cruzado que salió fuera por poco.
Los locales tenían el trabajo hecho. Sólo tenían que encerrarse en defensa y aprovechar la velocidad de Anderson para sentenciar en un contragolpe. Con esta distribución de las fichas en el tablero, Dani Vidal decidió darle un giro de 180 grados. El técnico grana realizó un triple cambio y dio entrada a Santamaría, Concha y Dufur para añadir más energía al ataque y más seguridad detrás, sustituyendo a Nacho, que tenía una amarilla.
Los cambios tuvieron la repercusión que el técnico tarraconense deseaba. El partido fue cogiendo velocidad y el Nàstic lo aprovechó. Marc Montalvo vio a Pablo desmarcado y, desde casi el medio del campo, centró en el segundo palo. El asturiano remató a bocajarro hacia tierra y el bote sorprendió a Dani Martín. El Nàstic empató el encuentro y el gol fue una inyección de adrenalina.
El Nàstic empezó un asedio en la portería de Dani Martín y el joven portero respondió. Gorka Santamaría, por partida doble, puso prueba la promesa local con uno remate de hacia el área pequeña y, después, con las piernas, pero el portero se hizo enorme. La jugada continuó y la pelota cayó a los pies de Jaume Jardí, este atravesó la línea de la frontal del área driblando a dos o tres defensores y, cuando encontró el espacio, remató a puerta, pero Martín, de nuevo, paró la jugada.
El partido se enloqueció y en esta situación, los dos equipos se intercambiaron jugadas de transiciones. Dani Parra paró dos mano a mano contra Cortés, redimiéndose del error inicial.
Los minutos pasaban y, en un instante, el partido centró la atención Mario Rodríguez. El barcelonés provocó la pérdida de pelota d'Hermoso para protagonizar la jugada clave del partido. Mario Rodríguez se plantó dentro del área y, a solas, dribló dos defensores para plantarse al área pequeña. Encontró el espacio y remató, pero la pelota fue de palo en palo sin atravesar la línea de gol.
No hubo tiempo para más y el Nàstic sumó un punto de mérito. Los grana supieron reaccionar a tiempo, fueron valientes y Dani Vidal supo reactivar el equipo con un triple cambio al segundo tiempo. El Nàstic marcha con un punto, pero de milagro que no se lleva los tres.