El Nàstic vence y convence (1-0)

El Nàstic de Tarragona confirma su buen inicio de la temporada después de un partidazo contra el Barça Atlético. Los grana dominaron el juego opresivo del Barça Atlético y no permitió que el conjunto rival tuviera más de una ocasión. También hubo tiempo para sufrir, sin embargo, esta vez, porque el gol no llegaba contra un equipo con diez jugadores. Gorostidi se puso la capa de superhéroe para marcar el 1-0 final con un remate con potencia en las postrimerías del partido.

El Nàstic necesitaba un cambio al once y Dani Vidal decidió hacer tres. Alberto Varo volvió a debutar con la camiseta grana y Parra se quedó en el banquillo. Pol Domingo sustituyó en Tirlea y el técnico replanteó el ataque grana. Jardí acompañó a Pablo a la delantera, mientras que David Concha ocupó el carril izquierdo.

El estilo del Barça Atlético y el Nàstic chocó desde el silbato inicial. Los dos equipos querían dominar el esférico y el partido empezó con electricidad, con transiciones para los dos conjuntos. El Barça quería imponer su ritmo con la pelota, pero el Nàstic no se lo ponía fácil con una presión en bloque alto. Los azulgranas quizás mantuvieron más el esférico, pero los grana tuvieron las ocasiones. Pablo Fernández hizo la primera con un remate de cabeza y es que cada córner a favor del Nàstic era una ocasión clara de los de Vidal.

En la primera media hora no hubo tiempo para la calma. Aunque el Barça, poco a poco, aumentaba su control del esférico, pero no hacía ni cosquillas a Alberto Varo. De hecho, el único paro del partido llegó a la primera mitad después de un remate de cabeza de Gerard Martín.

Por la parte del Nàstic, el peligro tenía nombre propio: David Concha. El de Santander era el amo y señor de la banda izquierda y todas las jugadas pasaban por su pierna. Hacia el final de la primera mitad, por la izquierda, llegó una de las mejores jugadas del partido. Pablo arrastró a los defensores hacia la banda y abrió un agujero en el eje de la defensa que Jaume Jardí aprovechó. Pablo se la pasó y, en el uno contra uno, Jaume Jardí no falló para marcar el gol. El árbitro, sin embargo, decidió anularlo por un fuera de juego inexistente porque, en el momento de la pasada, Jaume Jardí estaba alineado con los defensores. En una liga sin VAR, estos errores se escapan. De esta manera, el Nàstic fue al descanso con un regusto amargo.

El guion del partido dio un giro al inicio de la segunda mitad. Fermín, jugador del primer equipo que reforzó al filial para este partido, cogió de la camiseta a Pablo y el árbitro no dudó. Era amarilla y, como ya tenía una, fue expulsado. El Nàstic tenía la ventaja numérica y lo hizo notar sobre el campo.

Vidal puso toda la pólvora sobre el campo, pero la pelota no quería entrar. Gorka Santamaría probó con un remate cruzado, pero la pelota no entraba. Los minutos pasaban y el Barça intentaba sorprender con algún contraataque tímido, pero el Nàstic tenía el control.

El asedio en la portería rival era total. El Nàstic hizo todo el que tenía que hacer para dominar el partido, sólo faltaba el gol y este llegó a punto del final. Después de una centrada lateral de Joan Oriol, la pelota salió rehusada en la frontal del área. Allí estaba Gorostidi y, sin dudar, el mediocampista vasco soltó la pelota y la envió al fondo de la red. El gol liberó la euforia a las más de siete mil almas que visitaron ayer el Nuevo Estadio. El Nàstic compitió, convenció y ganó para acabar la jornada colíder con la Ponferradina.