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El Nàstic continúa la fiesta mayor con una gran victoria (2-0)

Jaume Jardí y Andy Escudero fueron los héroes que rompieron el hielo contra el Sabadell

El Nàstic continúa la fiesta mayor con una gran victoria (2-0)

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La fiesta mayor de Santa Tecla cerró en el Nou Estadi Costa Daurada con una victoria mágica que mantiene el Nàstic líder una semana más. Jaume Jardí y Andy Escudero fueron los héroes que hundieron la lucha del Sabadell y enloquecieron la afición grana. El Nàstic salió a la guerra y la ganó con una trabajada primera mitad y una efectiva segunda parte.

Desde que la pelota ha empezado a rodar sobre el césped del Nou Estadi Costa Daurada, el Nàstic sabía que iba a la guerra. No sólo porque el ambiente era vibrante gracias a la afición grana, sino porque, por muy mal que sea la racha del Sabadell, contra los grana siempre ofrece un partido con intensidad. Eso, sumado con las doscientas personas que acompañaron el equipo, el duelo se convertiría en un choque de trenes. Y así fue durante los primeros minutos. El Nàstic, como es habitual, empezó dominando. El estilo de Dani Vidal hace que el Nàstic establezca el control de la pelota, pero el Sabadell no lo puso nada fácil. Los arlequinados prepararon una presión elevada en campo contrario a que dificultó la salida de la pelota grana. Además, Pablo y Marc Fernández tendrían que luchar contra un muro de tres centrales y dos laterales bien atentos para cortar cualquier acción.

En los primeros quince minutos, el Sabadell no podía hacer más que defender. El Nàstic recorría la portería, pero era incapaz de dar el último paso para rematar a puerta. De hecho, las mejores ocasiones llegaron desde el servicio de esquina. Los grana se han establecido como un peligro en pelota parada, los arlequinados lo sabían. Pablo, Trigueros y Nacho siempre tenían un defensor encima e impedían cualquiera remate. El conjunto rival también tuvo sus ocasiones. Mientras que el equipo esperaba pacientemente una apertura en la defensa, cuando esta aparecía, Astals y Herrera salían disparados hacia la portería grana. De hecho, en una de estas, Varo tuvo que convertirse en el protagonista del duelo muy pronto con dos grandes paros. A medida que pasaban los minutos, la guerra entre los dos equipos se intensificaba. La balanza se empezaba a decantar por el lado arlequinado y la presión de los dos equipos empezaba a convertirse en choques y faltas.

En el momento de dominio rival, el Nàstic encontró la mejor ocasión de la primera mitad. Joan Oriol inició un contraataque peligroso. Marc Fernández, sagaz, esquivó la pasada para evitar el fuera de juego y, de esta manera, habilitó la carrera de Pablo Fernández como si fuera un bloqueo de baloncesto. El asturiano la devolvió a Marc en la frontal y el remat se marchó fuera por poco. Por otra parte, el Sabadell también avisaba con Baselga, pero la defensa grana continuaba atenta. Los últimos minutos de la primera mitad, el partido se calentó completamente. Les decisiones arbitrales para controlar la lucha entre atacantes grana y defensores del Sabadell acabó con un reparto de tarjetas para el Nàstic y eso no gustó gentes ni a los jugadores ni al Nou Estadi, que se convirtió en una olla a presión. Con todo, el partido se marchó igualado al descanso.

A la reanudación, la agresividad se enfrió, pero la intensidad seguía. El Nàstic necesitaba piernas frescas arriba y Vidal dio entrada Jaume Jardí por Marc Fernández. El efecto fue casi inmediato. Pau Resta hacer un pase hacia atrás y Toni Herrero decidió dejarla a su portero. Jardí, astuto, iba corriendo detrás de la pelota y puso nervioso tanto Ortolá como Herrero. Los dos arlequinados no se entendieron, tropezaron y Jardí aprovechó el regalo para abrir la lata.

Con el gol, el Nuevo Estadio enloqueció y el Amparito Roca sonó. La guerra en el barro que proponía el Sabadell se rompió por completo y el Nàstic cogió el empuje de Santa Tecla para dar un cambio de rumbo al partido. Los barceloneses buscaban el empate, pero cualquier susto acababa chocando con Alberto Varo. El Nàstic se volcaba al ataque por la derecha y consiguió una falta lateral peligrosa. El especialista, Andy Escudero, se colocó y elaboró un centro envenenado. Este voló hacia el área y pasó por encima de Santamaría. El delantero intentó rematar, pero la pelota le pasó por encima. Con todo, su gesto fue suficiente para dejar plantados tanto a los defensores como el portero del Sabadell y, en cámara lenta, el esférico se coló en el fondo de la red.

Este fue el último clavo en el ataúd arlequinado. La euforia ya estaba implantada en el Nouy Estadi y el conjunto barcelonés buscaba el gol que lo habilitara soñar. No lo tuvo fácil porque, a pesar de tener las ocasiones, el Águila de la Canonja, Alberto Varo, voló para atrapar todas las pelotas. Incluso un coscorrón de Herrera a bocajarro. Este paro provocó un contraataque que Marc Álvarez aprovechó, pero Monroy lo paró con una entrada fea que fue una tarjeta roja directa.

El árbitro añadió siete minutos, pero estos sólo sirvieron para que los jugadores grana se luzcan rematando en portería hasta que el silbato final cerró un partido espléndido de un Nàstic que sigue líder.Amb el permiso del correfuego y traca final de Santa Tecla, el duelo entre Nàstic i Sabadell parece una buena clausura de la Fiesta Mayor tarraconense. Entre la truitada popular y la presencia de los críos y la cucafera pequeña, el ambiente en el Nou Estadi Costa Daurada es de una gran fiesta.

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