«Si me tengo que quedar con alguna cosa es con el apoyo de la afición en casa»

— Su caso ha sido llegar y besar el santo: seis titularidades y el mediocampista más utilizado.

— Estoy muy contento con la confianza del entrenador, así que ahora me toca seguir trabajando de lo lindo para devolverla. Llegué al Nàstic con la idea de adaptarme rápido a los nuevos conceptos y plasmarlos en los partidos.

— Fue el tercer fichaje del Nàstic y llegó bastante pronto este verano. ¿Fue una decisión fácil venir?

— La verdad es que lo tuve claro y fue fácil. Acababa el contrato con el SD Logroñés y una tarde mi representante me dijo que había hablado con Sergi Parés y que el Nàstic estaba interesado en mí. Claro, cuando llega una llamada del Nàstic la quieres escuchar. Recuerdo que me presentaron el proyecto una noche y llegamos a un acuerdo. Por la mañana del día siguiente ya había firmado el contrato, no fueron ni 24 horas. Quería jugar en Tarragona.

— Con su experiencia, ¿es positivo que se complete un equipo tan rápido?

— Eso dice mucho de la dirección deportiva del club. El Nàstic trabajó para confeccionar la plantilla y que el día 1 de la pretemporada fuéramos casi todos. Empezamos a trabajar muy temprano y, en mi opinión, esta ha sido una de las claves del rendimiento del inicio de la temporada.

— ¿Qué le exige Dani Vidal como mediocampista?

— Los mediocampistas somos el equilibrio del equipo, somos una posición importante que tenemos que saber controlar las diferentes situaciones del partido. Somos un equipo que presiona alto, y, por eso, uno de los mediocampistas se encarga de iniciar la presión. Además, si tenemos la pelota, tenemos que procurar siempre jugar hacia el área contraria, tenemos que ayudar a la línea defensiva en los centros laterales, no nos podemos separar mucho el uno del otro y hacer coberturas en los extremos. En definitiva, un poco de todo.

— Como curiosidad, el día de Teruel fue ver una tarjeta amarilla y ser sustituido casi al instante. ¿Eso indica que los mediocampistas tenéis que ir al máximo y no puede haber riesgos de expulsión?

— También suma mucho que el nivel de la plantilla es muy alto. Ahora mismo puede haber dos equipos titulares perfectamente. Cuando sale un compañero el nivel no baja, sino que sube. El míster es consciente de eso así que no hace falta asumir ningún tipo de riesgo. Además, con cinco sustituciones, si queda más de media hora de partido, no hay que arriesgarse a una expulsión o que juguemos condicionados por este motivo.

— ¿En qué está trabajando para mejorar todavía más?

— Los mediocampistas priorizamos hacer vigilancias en la frontal del área para evitar los contragolpes del rival cada vez que atacamos. En este sentido, el míster también nos exige llegar a segunda línea y rematar más a puerta. Estoy trabajando para dar un paso adelante en este sentido.

— En las jugadas que tiene participación son las de estrategia.

— Hay muy buenos lanzadores en el equipo, pero muchos son zurdos. El míster también quiere a algún diestro y, de esta manera, adaptarnos a la manera de defender del rival.

— ¿Con qué partido se queda de este inicio de temporada?

— Todos tienen su parte buena y la que se tiene que mejorar. Me quedo con los partidos en casa. La gente está ilusionada y eso me motiva. Tengo ganas de este fin de semana, es un duelo de primero contra segundo y seguro que todo el mundo lo disfrutará mucho. Desde el vestuario siempre animamos a la afición para que nos vengan a dar apoyo. Tendremos que dar nuestra mejor versión para vencer a un rival que todavía no ha perdido.

— Una vez dejó atrás su etapa en los equipos filiales, ha tenido una trayectoria ascendente pasando por un equipo cada año.

— Cuando dejé el filial del Getafe fue justo el estallido de la pandemia. Fiché por el Pontevedra y fue un año atípico. Era una liga de pocas jornadas y no había gente en la grada. Aquel fue un año en el que me reencontré conmigo mismo, aprendí mucho y llamé la atención del Castellón. Entonces fue el año del estreno de Primera Federación. Estaba en un equipo que acababa de descender de Segunda División. Fue un año en el que no fui indiscutible, pero participé mucho en el juego y a buen nivel aunque no pudimos cumplir los objetivos.

— Después aterrizó en el SD Logroñés, donde destacó.

— En mi segundo año en el Castellón llegué a jugar tres partidos de pretemporada. Al míster le gustaba e, incluso, quería que cogiera más responsabilidades como capitán. Pero, con el cambio de presidencia, se decidió que no contaban conmigo. Entonces salió la opción del SD Logroñés. Me dijeron que era un proyecto que permite crecer a los futbolistas y así fue. Sin este paso no me habría llamado el Nàstic.

— ¿Cuál es el objetivo que quiere conseguir este año?

— A nivel personal, quiero seguir esta línea de confianza y crecer como futbolista.

— Ya hay algunos aficionados que lo comparan con David Rocha en las redes, un mediocampista al que la afición grana tiene mucho cariño.

— Yo también lo he visto. Cuando me explicaron cómo era Rocha y cómo caló en la afición grana, me pareció una comparación positiva, estoy encantado. Él tenía sus condiciones y su personalidad y yo tengo la mía, pero seguro que los dos remamos igual a favor del Nàstic.