El Nàstic sabe dominar y generar peligro, pero tiene deberes de cara a puerta
Los de Dani Vidal impusieron su juego contra uno de los rivales más arreglados de la categoría
El Nàstic de Tarragona mantuvo el liderazgo después de empatar a cero contra la Ponferradina en un partido en el cual merecieron más. Los grana generaron más peligro que ocasiones entre los tres palos y eso les dejó con ganas de más. Con todo, del duelo entre el primero y, el ahora tercero clasificado de Primera Federación se pueden extraer varias conclusiones.
Por una parte, el Nàstic de Dani Vidal supo domar la Ponferradina. El partido prometía el choque de los dos estilos de juego más dominantes de la categoría y así fue, como mínimo, en momentos puntuales del partido. El equipo de Castilla y León empezó con más energía que los grana. De hecho, en los primeros diez minutos, dominaron. Al ataque, cuando Yuri cogía el esférico, la defensa grana se notaba más tensa y, cuando los tarraconenses tenían la pelota en los pies, se encontraban con muchas dificultades. La doble línea defensiva del conjunto visitante no dejaba al Nàstic trenzar las jugadas y el control de la pelota ocurría estéril. Con todo, eso sólo fue un trámite.
Los de Dani Vidal encontraron el camino por las bandas. David Concha hizo ir de capa caída a la defensa rival y, sumado a las jugadas de pelota parada, la balanza se decantó a favor de los grana. La Ponferradina tuvo sus momentos puntuales, pero, desde la primera mitad, su objetivo se fijó al sumar un punto. De hecho, eso se notaba con las pérdidas de tiempo del portero en el primer tiempo y en el juego plagat de faltas del segundo. De esta manera, el Nàstic se ha presentado a la batalla y ha sido superior en todos los duelos. Esta es una dinámica muy diferente a la de la última temporada, en la cual los grana jugaban a no perder y aguantar el resultado.
Con respecto a las propuestas ofensivas, los grana consiguieron llevar el peligro al área rival desde todos los ángulos posibles. Les conducciones de Concha y las jugadas de contraataque ofrecían oportunidades a los grana, pero no fue hasta la segunda mitad cuando tuvo las ocasiones más claras. Por una parte, Andy Escudero tomó la iniciativa e intentó, dos veces, rematar desde fuera del área buscando la escuadra. Marc Fernández también tuvo la suya, uno remado lejano que buscó sorprender un avanzado Prieto. De hecho, este fue lo único remado del corberenc con peligro en la portería rival. La más clara del partido fue de Gorka Santamaría. El vasco recibió una centrada lateral de Andy Escudero y decidió rematar al primer toque. No tuvo tiempo ni de mirar a portería, de hecho, fue un chute intuitivo, y salió fuera por poco. Estas fueron las ocasiones del partido de un Nàstic que generó más peligro que ocasiones. Los grana tuvieron dificultades en los últimos metros y era normal. Pablo, brillando como siempre en la lucha contra los defensores, estaba obligado a alejarse del área para echar una mano en la dirección de los ataques por las bandas y Marc Fernández estaba completamente tapado. Eso hacía que los extremos encontraran pocas opciones para completar los ataques. De hecho, no hubo una remada grana desde dentro del área hasta la ocasión de Santamaría.
Mario Rodríguez aprovecha el tiempo
Donde sí que tiene el Nàstic talento con creces está en las bandas. Andy Escudero y David Concha fueron los escogidos y Jaume Jardí tuvo que entrar desde el banquillo. Quien pudo destacar fue Mario Rodríguez.
El extremo barcelonés es uno de los que menos minutos está teniendo esta temporada. Dani Vidal acostumbra a darle paso como revulsivo en los últimos diez minutos de partido o, como fue el caso contra el Lugo, no fue convocado por decisión técnica. Contra la Ponferradina tuvo la suya. Él inició un contraataque en medio del campo, dribló con estilo a su defensor y remató a puerta, pero el tiro acabó chocando con un defensor. Rodríguez apunta maneras y podrá tener una nueva oportunidad este domingo a las 12 horas contra el Fuenlabrada.