Diari Més

El Nàstic tropieza en tres minutos (2-2)

El mal inicio de los grana al segundo tiempo marca un duelo en el cual los de Dani Vidal se han quedado a un paso de la remontada

El Nàstic tropieza en cuatro minutos (2-2)

El Nàstic tropieza en cuatro minutos (2-2)Gerard Martí

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De nuevo, tres minutos condenaron el partido. El Nàstic de Dani Vidal se tuvo que conformar con el empate en un partido igualado contra una Real Sociedad B acabó jugando con uno menos durante veinte minutos. Como pasó con el Fuenlabrada, en tres minutos el Nàstic malbarató la ventaja inicial con dos goles rápidos. Finalmente, encontraron el carácter suficiente para empatar, pero no el acierto para llevarse los tres puntos. Con todo, el Nàstic se mantiene líder.

El factor sorpresa ya se ha acabado. Después del gran inicio de temporada del conjunto de Vidal, los rivales ya están preparados y el Sanse salió atento en defensa y con un buen puñado de jugadores en bloque bajo. De esta manera, los enérgicos primeros minutos que suele tener el Nàstic quedaron en nada. El inicio del partido fue tranquilo y contemplativo, los grana buscaban la manera de meter la mano entre la defensa del Sanse, pero no encontraban la manera. Era cuestión de insistir, y, con el paso de los minutos, de la tranquilidad pasaron a la ocasión en un instante.

Joan Oriol recibió una pelota en el córner y, con un toque de calidad y sotana incluida, se deshizo del defensor y se adentró en el área. La jugada era telegrafiada y Jaume Jardí se encargó de finalizarla. El reusense remató al vértice del área pequeña, pero la pelota salió muy desviada. Era un primer paso, un aviso en la Real Sociedad B que el Nàstic se podía adaptar a su formación y, poco después, el dominio del esférico se convirtió en gol.

Con la pelota, el Nàstic dominaba y, sin, ofrecía una presión asfixiante. Los defensores del Sanse se pusieron nerviosos y, entonces, Gorostidi forzó el error rival. Cuando Cantero sintió la presencia del jugador grana, se dejó caer al suelo y la pelota se quedó muerta en la frontal. Tanto los jugadores del Sanse como los del Nàstic se quedaron congelados mirando al árbitro. Esperaban que este silbara falta, pero la realidad es que no hubo contacto. Andy Escudero fue el más listo de la clase y, entre el caos, decidió actuar y soltó el esférico con un potente chute cruzado ajustado al palo izquierdo de Ayesa. El portero del Sanse no llegó y Escudero, una vez más, solucionó el inicio del Nàstic con un golazo que lo hace pichichi del equipo.

El gol activó el partido y la Real Sociedad B se hizo el esférico. La tendencia de dominio grana cambió hacia un control del conjunto vasco que, poco a poco, pasaba de tener un control estéril a generar ocasiones peligrosas. Incluso, Fiabema marcó un gol, pero fue anulado por posición antirreglamentaria. A pesar de la presión rival, el Nàstic se marchó al descanso con el marcador a favor.

A la reanudación, empezó el hundimiento grana, que se realizó en dos actos. El Sanse salió más fuerte y el Nàstic se convirtió en el invitado de piedra en la fiesta del filial vasco. El Sanse se acercaba con peligro y, con una centrada lateral tuvo suficiente para empatar. Azkune fue más el más rápido y, en el primer palo, marcó el gol del empate. La diana estuvo como un puñetazo directo en la cara que dejó aturdido al Nàstic. El segundo acto llegó tres minutos después. Gorostidi perdió una pelota y Eder García, a solas, remató con potencia desde casi el medio del campo y sorprendió Varo. El portero del Nàstic voló, pero no evitó el golazo. Había vuelto a pasar. Se repitió la historia del partido del Fuenlabrada. Toda la ventaja del Nàstic en el primer tiempo se había ido al garete.

Dani Vidal se puso manso en la obra para reanimar un equipo que se había quedado extendido en el campo. Con tres cambios, intentó cambiar una tendencia que, por momentos, parecía que podía acabar con un Nàstic haciendo aguas. Los movimientos dieron resultado. Montalvo recuperó el medio del campo y Mario y Álvarez revitalizaron la delantera grana. Eran los refuerzos que Borja y Pablo necesitaban para seguir brillando y, el Nàstic, pasó al ataque.

Insistiendo, llegó el empate. De nuevo apareció Sant Magí y es que fue la tercera vez que el Nàstic utilizó la técnica en este partido. Funcionó, Trigueros se avanzó al portero en el primer palo y marcó el 2-2. Con el empate, el duelo enloqueció. Goti vio una roja para golpear con la cabeza a Pablo en una jugada sin pelota.

Con un hombre menos, el Nàstic tenía el escenario perfecto para remontar. El Sanse se cerró en defensa y los grana insistían al buscar el remontamiento. Primero, Trigueros tuvo una muy clara. El central remató dentro del área con la portería vacía, pero un defensor le sacó con el pie. Segon, la tuvo a Mario. El extremo realizó un chute colocado que salió fuera lamiendo el palo derecho del portero. Finalmente, Gorka tuvo la oportunidad con un golpe de palo al segundo tiempo, pero tampoco hubo suerte.

El Nàstic se tuvo que conformar con un empate contra un Sanse que sigue sin perder y, de momento, también se mantiene líder.

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