El Nàstic quiere tratar las desconexiones «con naturalidad y no crear fantasmas»
De nuevo, tres minutos de incertidumbre mancharon el rendimiento de un equipo que supo responder
«Esperamos que no vuelva a pasar. La semana pasada lo hablamos, pero esto es fútbol. Trataremos el tema con naturalidad y sin crear fantasmas que no existen». Estas fueron las palabras del técnico del Nàstic, Dani Vidal, para definir la desconexión de tres minutos que tiró por el suelo la ventaja que consiguió el equipo en el primer tiempo y que acabó con empate a dos.
La reiteración es lo que hace más daño, porque se repitió el mismo guion que en el partido contra el Fuenlabrada. Entonces, sin embargo, el partido acabó con derrota. La Real Sociedad B demostró porqué está cada año en la parte alta de la clasificación. En la reanudación, salieron más fuertes y exigieron la máxima atención de una línea defensiva grana que todavía estaba adaptándose al nuevo ritmo. No tardaron mucho en conseguir encontrar un agujero porque, en un minuto, en un centro lateral, Azkune se adelantó a los centrales del Nàstic para rematar al primer palo.
El gol acabó de instaurar los nervios a la formación grana que, poco a poco, se asfixiaba con la presión visitante. Un error en la distribución de la pelota de Gorostidi inició, tres minutos después, la jugada del 1-2. Esta también empezó con una caída de Andy Escudero que el árbitro decidió no pitar, pero el Sanse dio un paso adelante y buscó el ataque por el centro. Allí se encontraba Eder García totalmente solo. Gorostidi fue a cubrir la banda derecha, desarmada sin Andy, y Borja Martínez tampoco mantuvo la posición. García, con una genialidad, marcó el 1-2.
El Nàstic hizo lo más difícil, adelantarse en el marcador contra uno de los equipos menos goleados de la categoría y también invicto, pero se malbarató. El Nàstic sigue mostrando solidez defensiva, pero ha mostrado la debilidad de ser vulnerable cuando el rival consigue penetrar el muro grana. Eso resultó, según Vidal, «un batacazo importante» contra el Fuenlabrada y con un empate que, de momento, no ha quitado el liderato a los grana.
Debilidades y virtudes
El partido fue un ejemplo de las debilidades del equipo, pero también sirvió para reforzar las virtudes. Los dos goles del Nàstic llegaron por los puntos fuertes del equipo. Por una parte, Escudero aprovechó un error rival provocado por la presión del equipo en la salida de pelota rival. Por otra parte, el empate de Pablo Trigueros llegó de nuevo con la jugada Sant Magí y ya son tres goles esta temporada generados por jugadas de estrategia.
Además, el equipo también supo levantarse. La entrada de Mario Rodríguez y el apoyo de la afición revitalizó al equipo tanto en estado anímico como en juego y tuvo la opción del 3-2, pero el remate de Trigueros a bocajarro chocó con el único defensor que tapaba la portería. El Nàstic inicia una semana complicada con tres desplazamientos exigentes en una semana. El primero, el domingo contra el Deportivo.