El Nàstic de las dos caras: bien sobre el césped, pero anegado en los resultados
Los grana sumaron el séptimo partido sin ganar, una mala dinámica que no se reflejó en el juego
Un error por falta de contundencia en defensa condenó al Nàstic a un empate amargo. Los grana suman el séptimo partido consecutivo sin ganar, una racha completamente nefasta que ha hecho descender el equipo del trono de la categoría hasta situarse a tres puntos del play-off de ascenso. Con todo, esta mala dinámica no se ha trasladado con un insípido juego sobre el césped, sino que más bien el contrario.
Los grana realizaron contra el Real Unión uno de los mejores partidos de la temporada en términos ofensivos. Dani Vidal prometió, como solución a la falta de goles, repetir las múltiples ocasiones que consiguieron contra el Sestao River. Y así fue. Los grana vivieron durante los primeros veinte minutos de cada parte en campo contrario. Con Andy Escudero como mediapunta y Jaume Jardí devuelto en la banda derecha, el Nàstic encontró el camino a la portería rival con facilidad.
Les directrices de Dani Vidal eran claras: menos driblar y más chutar en portería. En diez minutos, el equipo consiguió un remate en el travesaño de Andy Escudero y dos tiros a puerta de Pablo Fernández y David Concha. El gol no tardó mucho al llegar, Pablo Fernández peinó una centrada lateral de Jardín para romper una sequía goleadora de 467 minutos. El Nàstic mostró carácter e ideas en ataque, pero no fueron suficientes para rematar el partido.
Con respecto a la defensa, los grana estaban aguantando sin muchos problemas. Era una tarea casi imposible evitar que el Real Unión, uno de los equipos más goleadores del grupo y con extremos talentosos, no metiera la pelota en el área, pero la mayoría de centradas o remados lejanos acababan siendo rehusados con cierta facilidad. Los grana sólo cometieron un error. En el minuto 88', Pablo Trigueros fue demasiado blando en una pelota dividida y habilitó una jugada trágica que acabó en centro lateral y gol de Escobar. No rematar el duelo cuando tocaba y un error defensivo tiraron por el suelo el gran trabajo de todo el partido de los grana.
Teniendo en cuenta que el Real Unión no ha perdido en su estadio, en cualquier otra situación, el punto hubiera sido de mérito, pero no en esta. «No me vale el empate, no podemos regalar los puntos, los necesitamos», destacó a Dani Vidal en la rueda de prensa posterior al duelo. Esta frase traslada la frustración de un vestuario que sufre una discordancia entre su juego y los resultados. Con todo, en el fútbol mandan los resultados y, de momento, el Nàstic no los está consiguiendo.