«No tenemos que malbaratar las energías pensando en el pasado, tenemos que mirar siempre adelante»

Ya ha pasado más de una semana desde que llegó a Tarragona. ¿Cuáles son las sensaciones?

«Creo que hemos avanzado mucho en el trabajo. El equipo va cogiendo mi filosofía de juego, los hábitos diarios y el ritmo de entrenamiento y eso es lo que me gusta. En general, las sensaciones son que vamos bien, entendemos qué es lo que necesitamos para ganar partidos, pero todavía nos falta mucho».

El partido contra el Cartagena fue un poco accidentado.

«Empezamos muy bien con la intensidad que pedí desde el primer día. Los sorprendimos, pero el paron de veinte minutos al segundo cuarto por obligación nos frenó el ritmo. El Cartagena reaccionó con un triple y la dinámica cambió. Llegamos al descanso con dos puntos de ventaja, pero a la salida del tercer cuarto no estuvimos bien. Estoy satisfecho por el esfuerzo de los jugadores, pero tenemos mucho para pulir».

¿Qué pasa a los terceros cuartos?

«Por una parte, hay un problema mental. Venimos de muchas derrotas y acabas arrastrando los problemas. Por otra parte, la LEB Plata es una categoría exigente en el aspecto físico. El otro día jugamos con Adrià Duch y Ferran Torres tocados. Necesitamos un recurso más para tener una plantilla con más energía».

¿Cuál es la pieza que hace falta al equipo?

«Creo que hace falta con urgencia un jugador exterior de calidad y con capacidad atlética. Necesitamos a un hombre que nos permita resolver las situaciones en las cuales el rival ejecuta una presión defensiva abrumadora. En definitiva, un hombre a quien pasar la pelota, que sea una amenaza desde la línea de tres, que genere ventajas para el equipo atrayendo defensores rivales y que libere la presión a los compañeros».

¿Después de tres años en el filial del Zaragoza, qué le hizo escoger Tarragona?

«Como a todos los entrenadores, apunto a lo más alto, a la NBA. Si no se puede, la ACB y por este motivo escogí entrenar al filial del Zaragoza. Disfruté de tres años en los cuales tuve la fortuna de entrenar jóvenes promesas, pero no tuve acceso al primer equipo. Cumplí mi ciclo y cuando salió la opción de Tarragona no me lo pensé. Conozco mucho las ligas LEB y Tarragona es idónea. La opción de entrenar aquí me ilusionó por historia, por filosofía, por su gente y porque es una ciudad de baloncesto».

Llegar y alcanzar la permanencia es un hito que ya alcanzó en Lleida. ¿Hay alguna fórmula mágica?

«No hay fórmula mágica. Lo que tenemos que hacer es entrenar al máximo y no pensar en las derrotas pasadas. A los jugadores les digo que no tenemos energía infinita. De hecho, nuestra energía es bastante limitada y no la podemos malbaratar pensando en exceso. Lo que trabajamos en el deporte tenemos que mirar siempre adelante».

La LEB Plata es una liga competida que no necesita excesivas victorias para luchar por la salvación.

«Nosotros ahora no tenemos que mirar la clasificación. Cuando estás abajo de todo, cualquier equipo es mejor que tú. Eso es lo que dice la clasificación. Fuimos a Cartagena a ganar y, el sábado, saldremos igual contra el Santfeliuenc. No se tienen que hacer matemáticas, se tiene que estar preparado para ganar siempre y la clave es competir al máximo cada partido. Alcanzaremos el objetivo de salvar la categoría».

¿La clave para girar la tortilla es alcanzar la primera victoria en el Serrallo?

«Sin duda. La afición se lo merece por el ambiente de cada partido. El equipo también lo necesita. Ahora mismo hay una presión añadida por la obligación de sumar en casa. Mi trabajo es cambiar esta presión de la obligación a motivación extra. La primera es clave, sanará al equipo y será un extra de motivación con el apoyo de la afición, pero después tenemos que pensar en la siguiente victoria. Eso es un maratón, tenemos muchos kilómetros por recuperar, pero tenemos que acelerar sin dejar de creer».