Durísima sanción al Nàstic: cuatro partidos a puerta cerrada

La Real Federación Española de Fútbol ya ha hecho públicas las sanciones al Gimnàstic de Tarragona por los hechos ocurridos durante la final del play-off de ascenso contra el Málaga, donde el club grana salió malherido. De entre las sanciones, la más relevante es la de una multa de 9.000 euros y cuatro partidos a puerta cerrada por infracciones muy graves por omisión del deber de asegurar el correcto desarrollo del partido.

En el acta de la RFEF consideran que se encontraba en riesgo la integridad física que sufrieron los árbitros al final del partido con la invasión masiva de aficionados locales y, posteriormente, en su propio vestuario, además de las muy graves amenazas que se profirieron por dirigentes del propio club local contra ellos y sus familiares.

La RFEF también le ha impuesto una multa de 602 euros por los incidentes leves que se produjeron en el minuto 33 del partido. Según el comunicado, los aficionados grande habrían tirado una moneda de 20 céntimos en el área donde se encontraba el portero del Málaga. Sin embargo, no se pudo verificar que la moneda impactara contra algún jugador ni que provocara ninguna lesión. Ante esta situación, se activó el protocolo de lanzamiento de objetos, pidiendo por megafonía que el público parara de tirar objetos.

También han sancionado con 602 euros en el club por el lanzamiento de un petardo y el encendido de dos bengalas, después del gol del Nàstic, en la zona de detrás del portero visitante. Después de ordenar su apagada ya no se produjo ningún incidente similar.

Otra sanción de 1.000 euros por la alteración de la orden del enfrentamiento causado por el lanzamiento de pelotas desde la grada al terreno de juego y prevención de clausura.

Sanciones a jugadores

La RFEF también ha decidido amonestar a dos jugadores del Nàstic. En el caso de Nacho, le ha impuesto 1 partido de sanción por doble amonestación y su consiguiente expulsión (Artículo 120). Además de tres meses de suspensión por agresión contra los árbitros, directivos o autoridades deportivas, después de ser expulsado, y una multa accesoria de 270 euros al club y de 1.800 € al infractor (Artículo 104).

También le han impuesto 2 partidos de suspensión por no dirigirse al vestuario después de ser expulsado y negarse a retirarse, y una multa accesoria de 45 euros al club y de 300 euros al infractor (Artículo: 121.3). Y 2 partidos de suspensión por protestas a los árbitros después de haber sido expulsado, encontrándose en la boca de vestuarios, y multa accesoria de 90 euros al club y de 300 euros al infractor.

Por su parte, a David Concha le han impuesto 6 partidos de suspensión por gritar y gesticular protestando una decisión del árbitro principal y dirigirse hacia uno de los árbitros asistentes con insultos y ofensas verbales, con multa accesoria en cuantía de 270 euros al club y de 1.800 euros al infractor (Artículo 99).

Además de 2 partidos de suspensión por no dirigirse al vestuario después de ser expulsado y negándose a retirarse, con multa accesoria de 45 euros al club y de 600 euros al infractor (Artículo: 121.3). Y 4 partidos de suspensión para manifestar una actitud violenta hacia uno de los árbitros asistentes, lanzándole agua de una botella y vaciándola sobre su cuerpo, con multa accesoria en cuantía de 180 euros al club y de 1.200 euros al infractor (Artículo: 101).

Más incidentes

En el acta redactada por el árbitro Eder Mallo Fernández se puede leer otros incidentes graves como amenazas de muerto dirigidas al equipo arbitral una vez se encontraban dentro del vestuario, con la puerta apaleada y abierta sin autorización. El árbitro detalló amenazas como «Moriréis», «Tu hijo morirá», «Hijos de puta», «Ojalá os matéis», entre otros insultos.

Mallo asegura que temieron por su integridad física y que la seguridad presente les indicó que los era imposible retirar y controlar a aquella gente puesto que según les dijeron «son varios directivos y propietarios del club». Y añade que a la salida, uno de los directivos del Nàstic, intentó dar un puñetazo a uno de sus asistentes, sin llegar a impactar contra él, y huyó. Los arbitros salieron escoltados hacia los vehículos y en la carretera hasta la llegada en el hotel.

El árbitro afirma que una vez finalizada el partido, cuando se retiraron a los vestuarios, un miembro del cuerpo técnico del club grana, identificado por su indumentaria pero sin poder saber su identidad porque salió corriendo, empujó a su asistente por las escaleras del túnel de vestuarios sin tener que lamentar ninguna lesión.

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