Diari Més

Entrevista

Francisco Díaz: «Todavía hay que hacer mucha pedagogía para que los clubs nos vean como una pieza clave»

Díaz, psicólogo del deporte, reivindica esta figura como herramienta fundamental para el rendimiento y bienestar de los deportistas

Francisco Díaz es psicólogo del deporte y vocal de la Junta rectora de Tarragona del COPC.Cedida

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Tarragona

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¿Cuál es la función de un psicólogo deportivo?

«Nuestra función es trabajar en el rendimiento de los deportistas, pero siempre teniendo en cuenta la parte del bienestar también. Entendemos el rendimiento como disfrutar del deporte mientras se consiguen los mejores resultados. Es importante que este bienestar no se deje de lado, ya que es una parte clave para conseguir retos de manera sostenible».

¿Cómo se llega a este estado?

«Nosotros trabajamos con variables como la activación, la motivación, la situación emocional, la concentración, y, en el ámbito colectivo, la cohesión y el trabajo en equipo».

¿Cómo se vive el estigma en torno a la salud mental en el ámbito deportivo?

«Personalmente, he notado un cambio muy grande durante estos últimos años. La gente ya empieza a ver la necesidad de trabajar esta parte psicológica que antes quedaba olvidada. Evidentemente, todavía queda mucho camino por recorrer. Miras las redes y están llenas de comentarios como ‘Les falta actitud’, ‘No han estado concentrados’ o ‘no han jugado como saben’, y a menudo estas personas no son conscientes de que estas carencias se pueden corregir trabajando con un psicólogo deportivo».

¿Cuáles son algunos de los retos mentales más comunes entre los deportistas de alto rendimiento?

«El estrés es una variable recurrente: el estrés de no rendir al mejor nivel, de competir contra un rival fuerte, o de sentir que el entrenador no confía en ellos. Este estrés puede generar un estado de ansiedad, que interfiere con el rendimiento. Por lo tanto, trabajamos para ayudarles a centrarse y dejar que su cuerpo haga lo que sabe hacer de manera natural».

Las lesiones suelen ser uno de los momentos más duros para un deportista. ¿Cómo se afrontan?

«Con un apoyo emocional muy grande. Trabajamos con estrategias para recuperarse cuanto antes mejor, pero sobre todo ayudamos a gestionar el miedo a recaer que acostumbra a aparecer después de una lesión grave. Si el deportista tiene el apoyo adecuado de los entrenadores, compañeros y familiares, y cuenta con las herramientas psicológicas adecuadas, puede volver a su mejor nivel».

La retirada también puede ser muy complicada...

«Totalmente. Para muchos deportistas, el final de su carrera representa una pérdida muy grande, como si se les acabara un mundo. Es un momento que a menudo se trabaja como un proceso de duelo. Para alcanzar sus retos, muchos han dejado de lado otros aspectos de su vida, y lo que intentamos es orientarles para que se adapten a esta nueva etapa vital. Les hacemos entender que puede ser igual de rica que la anterior. Eso lo conseguimos con técnicas como el establecimiento de objetivos o la resolución de problemas».

¿Cómo se prepara psicológicamente un deportista de élite para una cita tan exigente como los Juegos Olímpicos?

«Tenemos que tener en cuenta que aunque los juegos tan sólo duran unos días, para el deportista eso ha sido un proyecto de 4 años. Seguramente ha sufrido lesiones y se ha encontrado varios obstáculos que le han bloqueado el camino. Llegan con mucha exigencia, pero también con mucha ilusión, entonces tenemos que intentar crear un balance entre ambos sentimientos. También llegan con un plan de competición que hemos diseñado conjuntamente. Por lo tanto, nuestra función es ayudar a seguir este plan, minimizar distracciones y gestionar la presión emocional, canalizando los nervios de manera efectiva».

¿Hay diferencias significativas entre las necesidades psicológicas de un deportista individual y las de un equipo?

«Realmente, la manera de trabajar es similar, pero las demandas pueden variar. Los deportistas individuales suelen ser más exigentes consigo mismos, ya que son más conscientes de su rendimiento personal. Por el contrario, en los equipos, a menudo se trabajan aspectos como la gestión de la tensión y la cohesión del grupo».

¿Los entrenadores también se pueden beneficiar de esta figura?

«Claro está. Muchos buscan mejorar herramientas como la comunicación, o reforzar la regulación emocional. Al final, mucho trabajo lo hacemos a través de los entrenadores. Si ellos dominan estas técnicas, tendrán un mayor efecto en los deportistas. Nosotros no queremos ser los protagonistas, sólo queremos integrarnos como una pieza más en su cuerpo técnico».

¿Qué medidas se pueden tomar para conseguirlo?

«Hay que hacer mucha pedagogía. Tenemos que conseguir que los clubs e instituciones comprendan los beneficios de esta figura. Es muy importante mostrar cómo podemos ayudar a todas las partes involucradas: desde directivos hasta técnicos, deportistas y familias. Además, el apoyo institucional es clave, con convenios o requisitos, como los ayuntamientos exijan incorporar a un psicólogo deportivo para acceder a subvenciones».

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