El Ibersol CBT empieza la segunda vuelta con una derrota en la pista del Sol Gironès Bisbal Bàsquet (82-68)

El Ibersol CBT no ha podido empezar con buen pie la segunda vuelta de la competición y se ha caído a la pista del Bisbal Bàsquet Sol Gironès por 82-68. Los gerundenses han abierto una rendija importante ya al segundo cuarto y han sabido administrarla durante toda la segunda parte, en la que el CBT no ha llegado a inquietar el equipo local.

El desacierto en el lanzamiento de tres puntos y las pelotas perdidas han condenado el equipo de Toni Larramona delante de un Sol Gironès que ha impuesto su baloncesto control con ataques más elaborados y una buena selección de tiro.

Eso aunque el partido no empezaba mal para el CBT. Dos canastas de David Kristensen en la pintura, un triple de Adri Duch y una penetración de Mena daban la iniciativa a los de Toni Larramona: 3-9 en sólo dos minutos. 

Los locales reaccionaban, pero Kristensen seguía haciendo daño en el juego interior y mantenía el CBT por delante, todo y que con diferencias mínimas (12-13 al ecuador del primer cuarto). Eso hasta que el pívot Dibba ponía el Bisbal por primera vez por delante a 4 minutos para el final. 

Con 16-13 en el marcador, el técnico azul lo detenía con un tiempo muerto para repensar estrategias. Volviendo del paréntesis, AJ Plitzuweit acertaba desde el triple y empataba el partido en 18, pero las pérdidas de pelota y un nuevo ataque del Sol Gironès en ataque, con un Enric Espinosa infalible, los permitía abrir agujero y cerrar el primer periodo con 24-18.

La rendija se ensanchaba en los primeros compases del segundo cuarto hasta el 27-18, la máxima diferencia hasta el momento. Los 9 puntos se estabilizaban durante unos minutos hasta que, ya en el minuto 5, un triple de Cabrera y un mate de Dibba la ponían en unos peligrosos 14 puntos: 36-22. 

El riesgo de que el partido se rompiera cernía sobre el banquillo azul, que buscaba antídotos con un nuevo tiempo muerto. El desacierto en los lanzamientos, especialmente desde el triple y los tiros libres, y las pérdidas ponían muy difícil la reacción: los tarraconenses habían anotado sólo 5 puntos en los primeros 7 minutos del segundo periodo mientras los locales no aflojaban ofensivamente.

La irrupción en ataque del alero Joan Pardina propiciaba una tímida reacción de los azules, pero Xavi Torrent, Toni Espinosa y Jaume Solé no perdonaban desde los 6,75 y con tres triples consecutivos los gerundenses se marchaban a los vestuarios con un 50-32 que dejaba el partido mucho decantado a la media parte.

Los tarraconenses sabían que ante un equipo de la solvencia del Bisbal Bàsquet el remontamiento pasaba por la épica, pero para invocar este género hace falta alguna cosa más que deseo. Sin acierto en ataque ni control del rebote defensivo, la empresa parecía ya una utopía en los primeros 3 minutos de la segunda parte, con el Bisbal jugando ya por encima de los 20 puntos de ventaja. Sólo Plitzuweit y Pardina parecían estar en condiciones de hacer alguna cosa.

Demasiado poco ante un rival que, liderados por Cabrera, sabía en todo momento a qué jugaba. La dinámica no cambiaba en los últimos minutos del tercero parcial y el Sol Gironès lo aprovechaba para dejar el partido visto para sentencia. A pesar de un último triple de Adrià Duch, el cuarto se cerraba con un 67-49, 18 puntos de desventaja que quedaban más allá del potencial épico del equipo del Serrallo.

El último cuarto se preveía de trámite y Xavi Torrent se aseguraba que así fuera proveyendo de buenas pelotas interiores a sus compañeros. Un alley hoop y un tapón estratosféricos de Lamin Dibba en el minuto 3 parecían la estocada definitiva, aunque los tarraconenses eran capaces de recortar hasta los 14 puntos (71-57, minuto 4). Un espejismo. Sin grandes estridencias el Bisbal Bàsquet rentabilizaba la diferencia en el marcador hasta el 82-68 final.