La Andorra brilla y se lleva el partido inaugural en el Palau d'Esports contra el Girona (84-61)

El Morabanc Andorra se llevó el partido inaugural de la Liga Catalana ACB en el Palau d'Esports de Catalunya. El conjunto de Natxo Lezkano fue de menos además para acabar pasando por encima del Girona del tortosino Jaume Sorolla. Sekou Doumbouya y Jerrick Harding, con 16 y 14 puntos, volvieron a hacer brillar el pabellón tarraconense en un encuentro de primer nivel.

El partido inaugural de la Liga Catalana ACB se empezó con la acción deseada. El Morabanc Andorra abrió la lata mediante Sekou Doumbouya, pero el Gerona reaccionó en el instante para poner el 2-3 con un triple de Yves Pons. El torneo también es la primera prueba de choque de los dos proyectos de ACB antes de la competición, así que no se dejaron nada para mostrar. Los dos equipos querían empezar el curso con buenas sensaciones y eso se tradujo en una lucha de acción-reacción constante. En esta batalla Harding (Andorra) y Pons (Girona) se presentaron como referentes anotadores de sus equipos. El primero, de triple, revirtió el marcador, pero el acierto desde la línea de tres también la tuvo el jugador gerundense para mantener la ventaja en el electrónico.

Poco a poco, esta igualdad en el marcador se fue decantando a favor del club presidido por Marc Gasol. Nike Sibande, con una exquisita jugada personal, puso el +5 de parcial, una diferencia que se mantuvo a lo largo del primer cuarto. El conjunto andorrano reaccionó a través de Kuric, que, con un tiro de tres nada más pisar la pintura, revirtió temporalmente la distancia. Con todo, los de Natxo Lezkano pecaron desde el tiro libre. Erraron seis consecutivos, unos errores que, uno detrás del otro, iban cargando el ambiente de cuchicheos y de nervios desde las filas andorranas. De esta manera, perdieron la oportunidad de igualar el Girona y el primer cuarto cerró con un 14-17 en el electrónico.

La entrada del segundo cuarto vino con reacción. Ortega birló una pelota en la primera jugada para sumar dos puntos con una cómoda bandeja. El Gerona volvía a sentir el aliento del conjunto rival, pero Ike Iroegbu se alzó para mantener la ventaja gerundense al electrónico. Primero forzando tres tiros de una falta personal y después aprovechando el juego interior. En la otra canasta, Llovet rompía una maldición en el Morabanc Andorra después de acertar dos tiros libres. El acierto alivió visiblemente al conjunto de Lezkano, pero el técnico tuvo que utilizar un tiempo muerto cuando un triple de Sergi Fernández puso el 25-30 en el marcador. La reacción andorrana no fue inmediata, Ireobugu, de tres, puso la diferencia en +8, pero acabó llegando. El triple de Chougkaz abrió un camino y dos canastas rápidas sirvieron para crear uno parcial de 7 puntos de la Andorra que forzó un tiempo muerto al Gerona, pero de poco sirvió. El conjunto de Fotis Katsikaris no levantó la cabeza y Lammers cambió el marcador forzando una falta personal para acabar de dar el golpe a la moral gerundense. Él mismo se encargó para enviar el duelo 36-33 al descanso.

Los minutos de reflexión le fueron mejor en la Andorra, que encontró un nuevo referente Sekou Doumbouya. El jugador francés abrió la lata en el tercer periodo forzando un 2+1 y Harding, con una bandeja, completó el parcial de cinco y poner el +8 en el electrónico, hecho que forzó un nuevo tiempo muerto del Gerona. Aunque Juani Marcos rompió los minutos de sequía con un triple, el club de Marc Gasol sufrió el impulso andorrano denominado Sekou. El jugador francés se mostró superior en los rebotes ofensivos y también en el juego inferior, donde con un 2-1 y, poco después, pescó un tiro de tres errado para poner el 50-38. En un abrir y cerrar de ojos, el Girona se quedó en un abismo de distancia y el desconcierto provocó un aumento de faltas personales que, ahora sí, aprovechó la Andorra. Con el 56-41, parecía que estaba visto por sentencia. La Andorra dominaba, y, a pesar de que el Girona reaccionó con un parcial de 7 puntos al final del tercer periodo, un triple final de Shannon Evans cerró el cuarto con 59-48.

El Girona se dejó el trabajo al último cuarto. Tenía que remontar, pero lo tenía difícil contra una Andorra que dominaba tanto el rebote como el ritmo del partido. Los de Lezkano no dieron margen de error. El conjunto andorrano fue de menos además, con una subida de nivel constante cuando las piezas empezaban a conectar y carburar sobre la pista. La barrera psicológica de los diez puntos se mantuvo durante el último periodo. Jerrick Harding y Sekou Doumbouya, con 14 y 16 puntos respectivamente, mantuvieron la superioridad andorrana delante del Girona de Ike Iroegbu que, con 21 puntos, se quedó solo en la tarea de buscar una remontada imposible.