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El Benfica oscurece el camino europeo del Reus

Los reusenses no supieron mantener la ventaja del primer tiempo

El jugador del Benfica, Pablo Álvarez defendido por el jugador del Reus, Sergi Aragonès.Reus Deportiu

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El Reus Deportiu se complica la supervivencia en Europa. Los roig-i-negres cayeron contra el Benfica por 4-2 y cierran la primera vuelta de la Champions como los colistas del grupo de la muerte. Ahora, con 0 puntos, los reusenses necesitarán casi un milagro para poder pasar de ronda.

El partido no empezó mal para las esperanzas reusenses. En el tercer minuto de juego, Martí Casas marcó todo un golazo para apagar las luces del pabellón da Luz del Benfica. El de Mataró no se lo pensó y, con un golpeo potente de stick, envió la bola a la escuadra. El gol significó un golpe de efecto instantáneo. El Reus Deportiu cogió confianza y, de golpe, marcó el ritmo del duelo, pero el Benfica sólo retrocedió para intentar hacer daño los roig-i-negres con transiciones. Cualquier tipo de error de los de Jordi Garcia era castigado. Si un remate acababa bloqueado entre los defensores, los portugueses armaban un contraataque para plantarse delante de Càndid Ballart. Por suerte, el portero reusense aguantaba las acometidas con diligencia. Por el lado del conjunto roig-i-negre, Maxi Oruste se convirtió en la pesadilla de la defensa portuguesa y en una jugada individual acabó llegando la opción del 0-2, pero el remate de Casas salió elevado.

A la reanudación, el ambiente del partido cambió completamente. El Benfica dio un paso adelante y, poco a poco, las ocasiones que conseguían eran más claras. Pablo Álvarez, en el segundo remate a puerta, consiguió empatar el partido. El trabajo defensivo del Reus para parar la potencia ofensiva del conjunto portugués en la primera mitad se deshizo y el Benfica lo aprovechó. En un abrir y cerrar de ojos, Lucas Ordóñez completó la remontada y, casi a la siguiente jugada, Gonçallo Pinto marcó el 3-1. Ferran Giménez, con un golazo, puso un esperanzador 3-2, pero el intento sólo quedó en un espejismo y la tragedia se consumó con el 4-2.

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