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Reus Deportiu

Sergi Aragonès niega el trofeo al Reus Deportiu (1-0)

El conjunto rojinegro hizo un partido titánico parando al Barça durante todo el encuentro, pero su exjugador entregó la Supercopa al bando azulgrana

Sergi Aragonès en un duelo contra el rojinegro Arnau Canal.Federación Española de Patinaje

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Sergi Aragonès negó la épica al Reus Deportiu. El exjugador rojinegro decidió la final a favor del Barça en los últimos cinco minutos del partido. El conjunto de Jordi Garcia ejecutó un partido titánico, frenando con solvencia al Barça durante todo el encuentro, concediendo muy poco y con ocasiones para perforar la portería rival, pero se quedaron sin su merecido premio al último segundo.

Jordi Garcia decidió repetir el cinco titular que dio buenas sensaciones durante las semifinales. Los rojinegros necesitaban capacidad de lucha y guerra para enfrentarse a un Barça que llegaba como claro favorito después de pasado por encima del Deportivo Liceo con uno claro 5-2, aunque los gallegos jugaban en casa. Los reusenses tenían claro que alcanzar la victoria implicaba conceder muy poco. Por eso, los primeros minutos pasaron con una lucha con un bloque bajo sin pasarse con el contacto, y concedieron así el menor número de faltas posibles.

El Barça buscaba hacer daño al Reus en los desajustes de la defensa rojinegra. Con todo, cada vez que se abría un agujero, allí aparecía Càndid Ballart para parar los remados a puerta con el casco si hacía falta. De hecho, Ignacio Alabart y Ferran Font fueron los azulgranas que más lo intentaron, todos ellos sin suerte. También estaba presente el exrrojinegro Sergi Aragonès, jugador estrella la temporada pasada bajo las órdenes de Jordi Garcia, ahora, en el bando azulgrana.

El Reus Deportiu también buscaba sus opciones en la portería rival. Martí Casas y Maxi Oruste pusieron a prueba la resistencia del Barça con dos remados desde el exterior después de unas rápidas transiciones. Los de Jordi Garcia no podían penetrar con comodidad el área rival porque la presión defensiva del Barça era elevada. Con todo, el capitán reusense Joan Salvat encontró la manera de adentrarse en el área y con uno levanta y golpea anotó el primero del Reus golpeando en el casco del portero del Barça. Con todo, la jugada quedó invalidada por el árbitro a pesar de las protestas reusenses.

El Reus Deportiu dejó que el partido llegara al descanso tranquilo y sin sorpresas. De hecho, en toda la primera parte no hubo ninguna jugada de bola parada. Todo se resolvería en la segunda parte.

Los reusenses mantuvieron el plan de partido férreamente en la segunda mitad. Los de Jordi Garcia conseguían parar el Barça y también sus oportunidades. De hecho, una de las primeras acciones de peligro fue una mano a mano que Oruste envió por encima de la portería azulgrana. Después de esta acción, el Reus se hizo con el dominio de la bola. Los encarnado-y-negro no tenían prisa. No querían arriesgar y el paso de los minutos iba a favor suyo, porque sería el Barça, el favorito, quien arriesgaría más para no llegar a los penaltis. A su tiempo, el conjunto azulgrana frenó la dinámica con un tiempo muerto.

El Barça sólo conseguía hacer daño si el Reus fallaba, y eso ocurrió pocas veces. De esta manera se llegó a los últimos diez minutos de partido con un empate a cero, inusual al hockey. La tensión cargaba el ambiente y fue en estos últimos minutos agónicos cuando empezó un nuevo partido. El Reus tuvo la primera ocasión clara con uno bueno remado de Arnau Canal que paró a Marc Grau. La réplica fue instantánea, una transición azulgrana acabó con Sergi Aragonès enviando una pelota al palo.

El partido entró en el ramo de los últimos cinco minutos sin ninguna falta directa y ningún penalti. Les individualidades resolverían eso antes de los penaltis. El Reus y el Barça se enfrentaban como dos pistoleros en el desierto, preparados para levantar el arma para batir en duelo. El primero al disparar fue el Reus con un latigazo de Martí Casas que se marchó fuera. El Barça aprovechó el rechazo para disparar un contraataque a través de Ignacio Abalart que, al llegar ante Càndid Ballart, dejó el gol en bandeja a Sergi Aragonès. El ex del Reus no perdonó a su exequipo. De hecho, les arrancó la épica de las manos.

El Reus intentó buscar el empate en la desesperada, ya sin portero. Pero ni los intentos de Julià ni los de Oruste consiguieron nada y los de Jordi Garcia tuvieron que ver cómo el anhelado trofeo se les escurrió de las manos al último segundo. Un partido titánico de los rojinegros que quedó sin premio.

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