Guillem Jansà reanima al Reus Deportiu en un triunfo épico contra el Saint Omer (4-3)

Guillem Jansà ya se ha bautizado como un héroe en la Bombonera. La joven perla rojinegra se inventó un golazo en los últimos minutos del partido para dar una victoria clave al Reus Deportiu contra el Saint Omer. El duelo acabó en un final lleno de emociones en el que el conjunto francés igualó el electrónico y desmenuzó las opciones del Reus en la Champions. Sin embargo, Jansà apareció para mantener la llama muy viva para acceder a la siguiente ronda.

El conjunto de Jordi Garcia afrontaba un duelo clave. La tensión llenaba todo el ambiente, porque al Reus Deportiu sólo le valía la victoria para seguir soñando en una clasificación que se vende muy cara con el Porto y el Barça. Sin embargo, no sólo era un partido importante para los rojinegros, también lo era para el Saint Omer que, con una derrota, decía adiós a Europa.

De esta manera, los rojinegros se vieron sorprendidos cuando los franceses entraron al duelo con el cuchillo entre los dientes. La necesidad del conjunto francés dejó la iniciativa reusense en segundo plano y, después de intentarlo en varias veces, Thiault Colin golpeó primero marcando el primer gol del partido. Tocaba remontar, y el conjunto reusense se animó muy pronto. Un error en el final de una posesión del Saint Omer se convirtió en una transición letal que Joan Salvat transformó en 1-1. Los reusenses castigan cada error, así lo han hecho a lo largo de la temporada y, por eso, son un peligro para cualquier equipo. Con el gol, la tendencia cambió al completo. Los rojinegros buscaban la portería rival y los jóvenes Jansà y Carles Casas pudieron marcar el 2-1 en una doble ocasión que no entró. Quién sí que lo consiguió fue Maxi Oruste, con un golpe de stick desde segunda línea que fue imparable.

En la entrada del segundo tiempo, el Reus puso un poco de calma al partido a través de Marc Julià. El de Olot se inventó una jugada individual que Oruste culminó con el 3-1. El resultado daba tranquilidad al conjunto local, pero duró muy poco. Los franceses cogían las últimas esperanzas a la Champions con fuerza y Marçal Cuenca marcó el 3-2 en un tiro ajustado al palo que Càndid Ballart no pudo parar.

El partido de los cinco minutos

El duelo avanzó con una calma tensa hasta que entró en los últimos cinco minutos. En el hockey, la velocidad del juego da a pie a múltiples ocasiones y tendencias a lo largo de los 50 minutos, pero los duelos de máxima importancia se suelen resolver en el último tramo. De esta manera, el Saint Omer empujó hasta acosar al Reus Deportiu y Leo Savreux se inventó un tiro de efecto con el stick que puso el 3-3 en el electrónico y heló la Bombonera.

Sólo faltaban dos minutos y, con un empate, el Reus casi decía adiós a las opciones europeas. Pero, entre la locura y el caos, surgió un héroe. El joven Guillem Jansà vio el agujero y, desde el medio del campo, envió la bola a la escuadra para solucionar el partido y convertirse en el nuevo ídolo en la Bombonera.