El eléctrico con más clase gana músculo
BMW i3S
Todavía estábamos intentando interpretar como sería el mundo de la movilidad eléctrica cuando apareció un vehículo tan futurista como el y3 de BMW. Y antes de que se nos pase la sorpresa inicial de ver un vehículo hecho de fibra de carbono y un interior de Blade Runner, la marca nos sorprende con una versión todavía más potente y deportiva. Si teníamos alguna duda, ahora ya está resuelta. El segundo eléctrico de la firma alemana es un vehículo diferente, icónico, deseable y deportivo. De los cuatro calificativos, lo que hacía referencia al deseo es lo que más cuesta, porque todavía estamos en un país de conductores miedosos a la hora de tener uno eléctrico. No hay que ser un sabelotodo para saber dónde está el miedo: en la autonomía.
Hemos hecho 300 kilómetros con una carga con el vehículo que BMW ha puesto a nuestra disposición durante diez días. Pero esta autonomía se ha conseguido gracias a un conjunto de medidas que van desde la conducción en el modo ECO-PRO hasta saber jugar con el pie. Aquí tenemos que explicar que el mismo acelerador actúa también como un freno que recarga la batería. Es decir, que cuando levantamos el pie, el coche experimenta una retención muy superior a la de un coche tradicional. Esta deceleración, a la que nos tendremos que acostumbrar, nos ahorrará utilizar el freno. También saber que cuánta más retención haya, más carga entra en la batería. Así que, en ciudad -donde menos consume el y3s- una hábil combinación puede hacer que llegamos a estos 300 kilómetros de autonomía. El precio que se tiene que pagar es ir sin aire acondicionado y con la velocidad limitada a 90 km/h. Si conducimos de una forma «normal», sin restricción y en unas condiciones deportivas, probablemente no podremos superar los 220 kilómetros.
Con la nueva versión del y3s dispondremos de 184 caballos (170 en la anterior versión) y podremos circular a un máximo de 165 km/h (limitada). En la nueva versión más potente ha aumentado el par motor y conseguiremos una aceleración de 0 a 100 km/h., en 6,9 segundos (7,3 en el y3 original). El nuevo i3s es más deportivo y, por lo tanto, dispone de una suspensión más rígida. Incorpora unas llantas de 20” y unos neumáticos que ahora son más anchos. Se han mejorado también aspectos como el control de tracción.
Es un BMW, y por lo tanto, no estamos hablando de tecnología barata. No nos tenemos que asustar de los 41.850 euros que vale, porque de esta cantidad tenemos que descontar las ayudas a la compra de coche eléctrico y el precio podría bajar sustancialmente. Si se hace uno os diario de aproximadamente 200 kilómetros, en cuatro o cinco años quedaría completamente amortizado gracias al ahorro en combustible. En casa, es conveniente instalar un punto de carga que BMW denomina Wallbox y que nos permitirá cargarlo en unas 7 horas. Con una carga rápida de 50 KW/h, se puede recargar completamente en sólo 39 minutos. Cuenta con la potencia contratada en casa, ya que requeriremos probablemente un contrato más potente que lo que tenemos actualmente.
El i3s es una delicia en las calles de la ciudad. Divertido, alegre, potente y con una conducción que recuerda la levitación en algunos momentos. Tiene una dirección muy precisa y la suspensión deportiva presenta en algunos momentos alguna incomodidad. Ya lo sabemos de siempre: confort o deportividad, se tiene que escoger.